Con estos falafel con espinacas sigo a la búsqueda de platillos vegetarianos agradables para mi vegetariano particular. Me hago la sacrificada, ejem.
Los que no conozcáis los falafel, son unos riquísimos boliches de garbanzos triturados típicos de la gastronomía del Levante Mediterráneo, deliciosamente especiados y fritos. Muy adictivos.
Pues bien, a estos les ponemos un poco de espinacas para hacerlos más verdurosos (y le irá bien a los que odian el cilantro, puesto que sustituyo una cosa por la otra).
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Índice
Los garbanzos y su devenir
- Las bondades de los garbanzos y de las legumbres en general ya os las conté en la receta de los garbanzos refritos. De modo que, por una vez, no os voy a dar la turra.
La receta de los falafel con espinacas
La receta es una adaptación de los falafel clásicos, que a su vez los tenía adaptados de una receta de Tamasin Day-Lewis.
Vídeo: cómo se hacen los falafel con espinacas
En menos de 2 minutejos:
Vamos con esta receta tan reconfortante y no olvides consultar las dudas y consejos más abajo.
- 350 g de garbanzos crudos, puestos a remojo toda una noche
- 2 cebollas medianas
- 4 dientes de ajo, majados
- 2 guindillas verdes
- 200 g de espinacas frescas o congeladas
- 1 puñado de perejil fresco
- 2 cdtas. de comino en grano
- 2 cdtas. de semillas de cilantro
- Sal
- Aceite para freír
- 100 g de pasta de sésamo o tahini
- 125 ml de agua templada
- 3 dientes de ajo
- El zumo de 2 limones
- 1 pizca de sal
- Limpia las espinacas, ponlas en un bol y cocínalas en el microondas en su propio jugo hasta que estén lacias. Escúrrelas del líquido estrujándolas muy bien. Reserva.
- Maja los ajos sin germen en el mortero con un buen pellizco de sal.
- Tritura el comino y las semillas de cilantro en un mortero o en un molinillo de especias.
- Escurre bien los garbanzos; puedes incluso secarlos un poco con papel de cocina.
- Pon en un robot los garbanzos y tritura hasta obtener una mezcla basta.
- Añade las cebollas crudas y peladas en trozos, las guindillas en trozos, las espinacas groseramente cortadas, los ajos majados y el perejil; tritura otra vez.
- Agrega las especias molidas y mezcla con una espátula para no pasarnos de triturado.
- Si la mezcla tuviera demasiado líquido puedes añadir algo de harina de garbanzo (si queremos hacerlos sin gluten), harina corriente o incluso pan rallado hasta que la mezcla sea suficientemente sólida para hacer los boliches.
- Toma porciones del tamaño de una nuez con una cuchara y moldea en forma de bolitas. Ve poniéndolas en un papel.
- Cuando estén formadas las bolitas calienta aceite de oliva virgen en una sartén pequeña, como para freír croquetas, y fríe los falafel por tandas hasta dorarlos.
- Escúrrelos en papel de cocina y sirve calentitos con la preceptiva salsita de tahini.
- Maja los ajos, exprime el zumo de limón y mezcla bien todos los ingredientes en un bol, hasta obtener la consistencia que te guste, suficientemente fluida para mojar los falafel en ella.
Dudas y consejos sobre los falafel con espinacas
- —¿Puedo usar legumbres en conserva?—En principio, no, porque los garbanzos se usan crudos en la mezcla y los garbanzos en conserva no tienen suficiente firmeza. He visto recetas que usan los garbanzos en conserva, pero no sé cómo se apañan para dar solidez a las bolitas.
- —Si los garbanzos se usan crudos, ¿no quedan duros?— No, quedan muy bien. Esto es algo que siempre te sorprende cuando pruebas los falafel por primera vez, no se nota nada que los garbanzos van crudos.
- La receta original lleva cilantro fresco, que yo he sustituido por las espinacas. De modo que puedes volver al original sin problemas, el procedimiento es idéntico.
- —¿Cómo de duras tienen que quedar las bolitas?— Lo suyo es que queden tiernas y húmedas, que cueste un poco manejarlas, de lo contrario quedarán algo secas después de freír.
- —¿Cogen mucho aceite en la fritura?— Encuentro que no; el exterior queda crujiente y el interior tierno y húmedo, pero nada grasientos en conjunto. Eso sí, es un plato que sacia bastante, pero porque es pura fibra.
- Algo que me encanta de los falafel es que aguantan divinamente la congelación, por lo que puedes hacer un cargamento (pones a toda la familia a formar boliches) y los congelas directamente sobre una bandeja y luego los metes en una bolsita, o también es posible congelarlos en bandejitas de hielos como se ve aquí. Cuando los vayas a freír puedes hacerlo desde congelado, no hay que descongelarlos.
Referencias
- Tamasin’s Kitchen Bible. Tamasin Day-Lewis. Weidenfeld & Nicolson
La chefa recomienda
Más platillos con legumbres:
- Chile vegetariano
- Hamburguesas vegetarianas de judías
- Alubias estofadas con aceitunas
- Cocido madrileño
- Judiones de La Granja de San Ildefonso
- Sopa de lentejas rojas
- Lentejas con verduras
- Sopa minestrone verde
- Potaje de garbanzos con bacalao
- Fabada asturiana
- Harira marroquí
- Alubias en tarro a la italiana
Ya veis, estos falafel de garbanzos con espinacas son otra forma divertida de meter legumbres y verduras en la alimentación de vuestra familia. Estos deliciosos boliches les encantan a todos, incluso a los que no son muy fanes de los garbanzos, probadlos.
david G dice
Qué garbanzo consideras que le va mejor?
Gracias
Miriam Garcia dice
En mi opinión cualquiera le va bien, siempre que sea un garbanzo de calidad, que no siempre depende de la variedad. Sobre todo que sea un garbanzo del año, no del Pleistoceno.
NiEstá dice
Vamos por buen camino para fundar la Asociación Internacinal de Amigos del Garbanzo 🙂
¿Qué te voy a contar de los «falafeles» que no se pueda intuir de un fan incondicional de las legumbres? Pues que era el proveedor habitual de los susodichos durante mis años en aquella república. Como bien dices, que aguanten la congelación magníficamente (otra extraordinaria propiedad de los garbanzos, otra más) ayuda a repartirlos entre amigos y no tan amigos, y que ellos vayan tirando de congelador cuando sus despensas clamen al cielo.
Supongo que al éxito de mis «falafeles» ha contribuido el aura de exotismo que los acompaña, junto con su nueva vida de alimento vegetariano. Debo confesar que soy un verso libre: siempre he usado las especias que tenía más a mano, aunque tratando siempre de que no fuera demasiado libre. El efecto sorpresa también ayudó al éxito 🙂 Y que no los hiciera en forma de bola, que también hay que pensar en ahorrar espacio en el congelador.
En los inicios de mi corta y tormentosa relación con Bambi, vino a casa diciendo que había comido con su primo unos «falafeles» en un restaurante vegano. Y yo le dije, tan herido en mi orgullo que le repliqué en checo, «eso lo hago yo en un plis-plas y mucho mejores». Dicho y hecho; me pasé una mañana de sábado haciéndolos. Con gran éxito de crítica y de aquel unipersonal público. Si volvió a comer con su primo en aquel restaurante, no me lo dijo 🙂
Por cierto, también los he hecho alguna vez de judías blancas y rojas. Juntas. Por aquello de aprovechar esos restitos que te quedan y no dan para un guisote. Como no hay que cocerlas, da igual el tiempo que cada una necesite para estar en su punto. El resultado era aceptable; tampoco es cuestión de ponerse muy tisquismiquis 😛 Nunca le he añadido verduras, fíjate que buena idea has traído.
Miriam Garcia dice
Sin duda, yo cada vez soy más forofa, porque además a mis hijos les encantan estas variaciones garbanceras XD. Lo de añadir verduras es un truco sucio para ellos, también. Un abrazo.
FINA dice
Buenos dias. Podría hacerse al horno en vez de fritas?
Miriam Garcia dice
Sé que se pueden hacer en el horno, pero yo nunca lo he probado, por lo que no sé decirte cómo quedan.
Ana Rguez. dice
Muchas gracias , Miriema. Me has dado una buena idea para el almuerzo de hoy , y parece fácil.
Ya veremos … Un cordial saludo.
Miriam Garcia dice
Son facilísimos ;).