El descubrimiento de estos rollitos vietnamitas con melocotón se lo debo, como tantas recetas en los últimos tiempos, a mis churumbeles vegetarianos, pues son una excelente forma de comer verduras crudas más allá de una ensalada.
Si además combinamos las hortalizas con una fruta tan rica y de temporada como el melocotón de Calanda, el resultado es fantástico.
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Índice
Los rollitos vietnamitas y su devenir
- Para los que no los conozcáis, se trata de unos rollitos con rellenos muy variados que siempre incluyen hortalizas y hierbas frescas, y pueden llevar también proteína en forma de gambas, langostinos, panceta de cerdo, etc. Es obligatorio mojarlos en alguna salsita.
- El rollito se forma con unas obleas de arroz que no es necesario cocinar, sino que se pueden remojar en agua caliente para ablandar, sin más. El remojado tiene su intríngulis, pues hay que remojarlas hasta que se puedan doblar, pero no hasta que queden tan lacias que no puedas manejarlas. Hay que proceder con rapidez, pero enseguida les coge uno el tranquillo. Las obleas humedecidas quedan semitransparentes, por lo que se ve el relleno y los rollitos son muy muy atractivos a la vista, más cuanto más coloridos sean los ingredientes.
- Los rellenos pueden llevar los siguientes ingredientes:
- Verduras: siempre lechuga (no iceberg, es demasiado firme), germinados, zanahoria, pepino, todo cortado en palitos o tiras, excepto la lechuga que suele envolver el paquetito de hortalizas.
- Hierbas: cilantro fresco (lo siento por los odiadores del cilantro), pero también menta y albahaca tailandesa.
- Proteína: langostinos o gambas, y panceta de cerdo, que suele ir hervida sin más.
- Fideos: también es habitual incluir fideos de arroz para hacer bulto. Yo no los he puesto para que llevaran menos hidratos de carbono.
- Debido a que estos rollitos se hacen casi sin cocinar y se consumen del tiempo, se suelen encontrar en la bibliografía con el nombre de rollitos de verano, summer rolls. Y son fantásticos para aprovechar restos de ensalada, sin ir más lejos.
- En cuanto a las salsas de acompañamiento, deben tener siempre el toque agridulce tan característico del sudeste asiático. Suelen llevar azúcar, pero yo la he eliminado y uso estevia. Si os gusta muy dulce la salsa también podéis añadir un dátil triturado.
La receta de los rollitos vietnamitas
- Ya veis, estos rollitos vegetarianos no tienen ninguna dificultad salvo cortar debidamente las hortalizas (tengo que afilar mis cuchillos…) y cogerles el punto a las obleas de arroz, tanto en el grado de humedad como en el enrollado. Pero os aseguro que se aprende con rapidez.
- Muchas recetas originales llevan piña, que yo he sustituido por melocotón inspirándome en esta receta vegana.
- He usado unos magníficos melocotones de Calanda, que están justo en su temporada, que va de septiembre a octubre. Me encantó saber más sobre este producto tan fantástico en una reciente presentación en Madrid:
- Los melocotones de Calanda con denominación de origen son de la variedad Amarillo Tardío.
- La norma del Consejo Regulador marca someter a los melocotoneros a un aclareo para eliminar casi el 70% de los frutos del árbol y que haya al menos 20 cm de distancia entre cada fruto.
- Los frutos se cubren uno por uno con papel y se mantienen así los dos últimos meses de crecimiento para protegerles de agentes externos. Por ello, entre otras razones, son tan hermosotes.
- Se recogen cuando han alcanzado un grado de dulzor estipulado (12º Brix).
- Ojito, porque los auténticos melocotones de Calanda llevan una etiquetilla negra del Consejo Regulador.
- Todo esto es para confirmaros que están deliciosos… ñam.
Vídeo: cómo se hacen los rollitos vietnamitas de melocotón
En poco más de 2 minutos:
Y la receta de la salsa de cacahuete:
Antes de ponerte manos a la obra:
- lee la receta completa o mira el vídeo,
- asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
- entiende el proceso.
Vamos con los rollitos.
- 12 obleas de arroz
- 12 hojitas de lechuga (de cogollos)
- 1½ zanahorias
- Un poco de lombarda cruda
- Un puñado de brotes de germinado al gusto (el mío era de cebolla)
- Cilantro fresco
- 1-2 melotocones de Calanda (o de calidad)
- 280-300 g de cacahuetes, crudos o tostados, mejor sin sal (o cantidad equivalente de manteca de cacahuete)
- 1 cda. de salsa de soja
- 1½ cdtas. de jengibre fresco rallado
- 1 chorrito de salsa picante (sriracha, Valentina, etc.)
- 1 cdta. de azúcar o cantidad equivalente de edulcorante
- Agua para afinar la consistencia
- Si haces la manteca de cacahuete casera, tritura bien los cacahuetes hasta que se engrasen y se conviertan en una pasta untuosa, como se ve en el vídeo.
- Añade el resto de los ingredientes, mezcla y agrega agua poco a poco hasta obtener la consistencia que más te guste.
- Separa las hojas de lechuga y hazles un corte en la nervadura central, sin dividirlas del todo, para que se puedan doblar mejor.
- Pela y corta en palitos las zanahorias.
- Corta en juliana la lombarda.
- Pela y corta en bastones el melocotón.
- Prepara todos los ingredientes incluidas las hierbas (el cilantro en mi caso) dejándolos a mano para montar los rollitos, como se ve en el vídeo, porque una vez mojadas las obleas hay que proceder con cierta rapidez.
- Prepara un recipiente llano donde quepan las obleas con agua caliente.
- Toma la primera oblea, sumérgela en el agua y espera unos segundos a que se ablande; debe estar aún firme cuando la saques, pero que se pueda doblar. Seguro que estropearás alguna porque se ponen demasiado blandas con relativa rapidez.
- A mí me gusta formar los rollitos en una tabla, pero hay quien recomienda un paño húmedo.
- Coloca primero las hierbas y luego la hoja de lechuga. Pon a continuación el resto de los ingredientes: lombarda, zanahoria, germinados y melocotón, y enrolla la oblea como se ve en el vídeo. Son pegajosas, por lo que quedan selladas ellas solas.
- Ve poniendo los rollitos en un recipiente y tapándolos con varias capas de papel de cocina mojado; si el recipiente es hermético los rollitos se conservan en la nevera en perfecto estado incluso de un día para otro.
- Cuando los tengas todos hechos, sirve de inmediato con la salsita de cacahuete preparada.
Dudas y consejos sobre los rollitos vietnamitas veganos
- Es más habitual hacer la salsa de cacahuete con el cacahuete tostado, aunque yo soy forofa de los frutos secos crudos; dicen que el tostado degrada algunas sustancias. Cierto es que tienen un sabor más suave que los tostados, pero también duran más porque tardan más en enranciarse. Pero es cuestión de gustos.
- —¿Puedo eliminar el cilantro? ¿Por qué lo puedo cambiar?— Claro que lo puedes eliminar, cámbialo por albahaca tailandesa o por hojas de menta.
- —Si no tengo melocotón, ¿qué otra fruta puedo usar?— Aunque l aguacate queda rico también, o un buen mango.
- —¿Dónde encuentras las obleas de arroz?— Por mi zona (Comunidad de Madrid) las encuentro solo en grandes superficies.
- —¿Puedo preparar los rollitos con antelación?— Tienden a resecarse con rapidez pasmosa y es mejor hacerlos casi al momento, pero he comprobado que se conservan razonablemente bien unas cuantas horas en un recipiente hermético, colocados en capas separadas entre sí por varias capas de papel de cocina húmedo, según cuentan en Feasting at Home. Se pueden pegar algo entre sí, pero se despegan bien si se mantienen húmedos.
- —¿Puedo tomar los rollitos sin salsa?— Como quieras, aunque lo tradicional es tomarlos con salsita, que les da mucha gracia, la verdad. El contraste de la cremosidad y punto picante de la salsa con la frescura de los rollitos es fantástico.
Referencias
- How to make perfect Vietnamese summer rolls. Felicity Cloake. The Guardian
- Vegan summer rolls with nectarine. Lazy Cat Kitchen
- Fresh spring rolls with peanut sauce. Feasting at home
La chefa recomienda
Más verduritas crudas:
- Pipirrana de Jaén
- Sopa fría de sandía y remolacha
- Sopa fría de aguacate y pepino
- Ensalada marroquí de zanahoria
Estos rollitos vietnamitas con melocotón o con otros ingredientes distintos de los que he usado resultan un poco adictivos: la combinación de la frescura y crujientez de las hortalizas con el dulzor de la fruta y los sabores de la salsa es… mejor que los probéis.
NiEstá dice
En las últimas entradas no he tenido oportunidad de contarte ninguna de mis historias. ¡Es que no me cuidas! 🙂
Yo fui presentado a los melocotones de Calanda siglos atrás, cuando vivía en Almería. Mi frutera del mercado de Los Ángeles (mi querida Paquita) me los recomendó un día. Y qué razón tenía Paquita. Nosotros, mi ex y yo, nos los comíamos como se come la fruta, así sin más, de postre. Nunca lo usé para ninguna preparación, porque ya sabes que no yo muy repostero.
Y otra historieta. Esta vez de vietnamitas. A todos los que me visitaron en aquella república, les extrañó que hubiera allí tantos vietnamitas. La razón es simple y se remonta a los tiempos del comunismo. El gobierno checoslovaco en aquel entonces tenía un acuerdo comercial con Vietnam, y fruto de él, muchos ciudadanos de aquel país de la Conchinchina se establecieron en Chequia (así se llama ahora el país, no es República Checa). Ese flujo de personas no ha cesado desde entonces. Como en España los chinos, los vietnamitas regentan los más variados negocios, predominando las tiendas en las que se vende de todo un poco y restaurantes. Debido a ello, en Chequia hay una gran pasión por la comida vietnamita. Vamos, que hay un restaurante vietnamita en cada esquina. Como a los chinos, a los vietnamitas sólo se les ve cuando están trabajando; difícilmente te encontrarás a alguien paseando o tomando un café en una terraza.
Miriam Garcia dice
Jolines, con lo que te echo yo de menos cuando no me comentas! XD
Sí, los melocotones de Calanda son buenos de verdad, ya pueden ser, solo dejan en el árbol los mejores! No sabía lo de Chequia y los vietnamitas, es curioso. En Holanda, donde viví un tiempo, llama la atención lo de los indonesios, que hay a punta pala, así como gente de Surinam, por haber sido colonias holandesas… Un beso.