Seguro que habréis oído hablar de o probado el arroz con leche cremoso al estilo asturiano porque es famosérrimo y un manjar para los amantes de la leche, entre los que no me cuento, ejem. Pero como mi parejo es justo lo contrario, ahí va este postre.
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Índice
El arroz con leche cremoso asturiano y su vida privada
- El arroz con leche es la sencillez hecha dulce: arroz cocido en leche hasta que se ablanda y libera almidón en el líquido, que espesa (forma un gel con el agua) convirtiendo el conjunto en un manjar cremoso, que se endulza al final al gusto de cada cual.
- Se preparan platos de arroz cocido en leche, con mayor o menor espesor y con distintos especiados, en todas las regiones del planeta donde se tienen a mano leche y arroz, desde Europa y el norte de África a la India, pasando por las tierras americanas que fueron colonizadas por europeos.
- Es de cajón que el arroz con leche naciera en pueblos que tenían a su alcance leche y arroz. Mira tú. Eso excluiría, a priori (destripe: no), todas las zonas del planeta donde la mayor parte de la población es intolerante a la lactosa, que son mayoría, de hecho, alrededor del 75% de la población mundial (aunque los europeos vivamos mirándonos el ombligo y creamos que lo nuestro es la norma).
La turra de la lactosa, los intolerantes y demás
- La lactosa es el azúcar más abundante en la leche de los mamíferos, un disacárido formado por una molécula de glucosa y otra de galactosa:
- para que podamos absorber la lactosa en el intestino delgado, los lactantes de los animales mamíferos producen una enzima denominada lactasa; la enzima descompone la lactosa, con lo que sus monosacáridos pueden pasar alegremente a nuestra sangre y alimentarnos.
- El homo sapiens, tal como viene de fábrica, pierde la capacidad de producir la enzima que descompone la lactosa al ser destetado, por lo que en principio de adulto no es capaz de digerir la lactosa de la leche.
- Pero, en diversas partes del planeta, entre ellas en el norte de Europa, en algún momento de la prehistoria aparecieron individuos mutantes que seguían siendo capaces de digerir la lactosa al pasar a la edad adulta.
- Y esta mutación se fue extendiendo. De hecho, en Europa, en los países nórdicos casi el 100% de la población es capaz de digerir la lactosa, mientras que el porcentaje de individuos intolerantes crece a medida que te desplazas hacia el Mediterráneo.
- ¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa? Si no digieres la lactosa en el intestino delgado esta pasa al intestino grueso, donde la fermenta la flora bacteriana, por lo tanto, es habitual tener diarrea, gases e hinchazón del abdomen.
- Se suponía que la difusión de la mutación para digerir la lactosa de adultos corría pareja con el consumo de leche de otros mamíferos por parte de las poblaciones humanas, pues se suponía que el poder consumir leche sin problemas de adulto proporcionaría una ventaja evolutiva; sacarías mayor provecho de los alimentos que tenías a mano.
- Sin embargo, en un estudio muy reciente publicado en la revista Nature se han comparado las épocas en que empezaron a aparecer individuos tolerantes a la lactosa (a partir de fósiles de huesos) con restos de leche en vasijas de barro, y se ha comprobado que:
- el individuo mutante más antiguo de Europa, que se conozca, vivió hace 6600 años, no obstante, el número de individuos mutantes se mantiene exiguo hasta hace unos 4000 años, es decir, que durante 2600 años los europeos tomábamos leche aunque nos sentase regulín. Esto no parece corroborar que ser capaz de digerir la leche en la edad adulta sea una ventaja.
- El estudio incluía el análisis de una amplia muestra de población europea actual, cuyos resultados fueron que hoy día los intolerantes a la lactosa consumen tanta leche como los que la digieren; sin embargo, los intolerantes no presentan problemas de salud importantes, no tienen mayor mortalidad, sus huesos no son menos resistentes y tienen tantos hijos como los que toleran la lactosa.
- Entonces, ¿cuál podría ser la razón de que la mutación que permite digerir la lactosa de adulto se extendiese por Europa? Los sabios autores del estudio arguyen que:
- cuando los humanos comenzaron a vivir en grupos grandes con animales domesticados,
- este contacto daba pie a contagiarse de patógenos que podrían ocasionar enfermedades que cursaran con diarrea.
- Frente a enfermedades diarreicas los intolerantes a la lactosa, que ya tienen una tendencia a la diarrea, estarían menos protegidos que los tolerantes, que además podrían utilizar la leche para rehidratarse.
- Y aquí estaría la ventaja evolutiva de los que pueden digerir la lactosa de adultos.
¿Por qué os cuento todo esto? Pues porque soy intolerante a la lactosa y me requeteencanta este tema, que encuentro apasionante.
La turra del arroz con leche
- El cultivo del arroz fue introducido en la Península por los árabes en la Edad Media; este cereal procedía a su vez de Asia (de la India o de China), por lo que es más que probable que los asiáticos prepararan arroz con leche antes que los habitantes de la Península Ibérica.
- En La cocina hispano-magrebí en el periodo almohade, colección de recetarios anónimos del siglo XIII traducidos por Ambrosio Huici Miranda, aparece una fórmula de arroz con leche andalusí endulzado con miel que parece hecha ayer.
- Son muchos los pueblos y regiones que reclaman este postre como propio, el Principado de Asturias, sin ir más lejos.
- Nos cuenta el escritor gastronómico asturiano Eduardo Méndez Riestra en su libro Cocinar en Asturias que el arroz con leche no es un plato exclusivo de esta tierra, más bien al contrario, es una de las creaciones de cocina más ubicuas, más allá de áreas culturales y hasta continentes. Indica que ya en 1916 el escritor coruñés Picadillo proporciona una receta de arroz con leche en la que afirma que el procedimiento lo «conoce hasta la más burda de nuestras campesinas», sugiriendo que de toda España, de lo que se infiere la popularidad y difusión de esta preparación a principios del siglo XX.
- En la India, sin ir más lejos, el arroz basmati cocido en leche y aromatizado con cardamomo y almendras es un plato nacional.
- Hablando de todo un poco, si creéis que lo de cocer arroz en leche de almendras u otro fruto seco para convertirlo en un plato vegano es una novedad novedosa, siento deciros que eso ya estaba inventado, como tarde, en la España del siglo XVIII, según reseña el aragonés Juan de Altamiras en su Nuevo arte de la cocina española, publicado en 1745, en su receta de arroz con leche de almendras. Nada nuevo bajo el sol.
- Retomando el hilo del arroz con leche cremoso de Asturias, este debe su celebridad no solo a la calidad de la leche asturiana, sino a la cocción de varias horas (de una hora a dos horas y media en las tres fórmulas distintas que facilita Méndez Riestra) removiendo la mezcla de arroz y leche hasta convertirla en una crema (que a todo esto, el removido hoy en día lo efectúan de forma mecánica en muchos restaurantes; muy a favor siempre de que cocinar no sea sinónimo de sufrir ni de esclavizar a tu abuela).
- Dice Méndez Riestra que al éxito de la fórmula asturiana contribuye también la costrita de azúcar caramelizado, típica de allí.
- No puedo dejar de citar la receta de arroz con leche asturiano de la señora María Luisa García en su El arte de cocinar, recetario tan popular en Asturias como 1080 recetas de cocina de Simone Ortega en otras regiones; eso sí, las cantidades son las que te daría tu abuela, lo que aumenta el encanto de la receta, pues los ingredientes son «un pocillo de arroz.—Un litro de leche.—Seis cucharas de azúcar.—Un trozo de canela en caña.—Una cáscara de limón.—Una cucharada de mantequilla.—Un poco de sal». Encantador.
El arroz con leche me recuerda una de mis películas favoritas del mundo mundial, La mitad del cielo, donde la protagonista, encarnada por Ángela Molina, emigra desde Cantabria a Madrid para trabajar como ama de cría en la casa del jefe de Abastos, papel que interpreta Fernando Fernán Gómez. La chica se da maña con la cocina y en una escena impagable le prepara un arroz con leche a su jefe que llega de madrugada después de andar de farra, que él devora con ansia. Una maravilla de película que no os deberíais perder tanto si sois cocinillas como si solo os gusta el buen cine, y que no entiendo por qué no es mucho más conocida y reivindicada (monólogo genial de Paco Merino en un matadero, saludando a las canales como si de clientes se tratase). Solo hay una explicación, en este país somos unos ignorantes y preferimos aplaudir mediocridades como Chef.
La turra sobre el arroz con leche en la radio
Podéis escuchar la turra que di en agosto del 2022, en la edición de verano del programa de Radio Nacional No es un día cualquiera con Paloma Cortina sobre el arroz con leche y esta película:
Y en esta pagina tenéis recopilados los seis programas en que intervine, con sus correspondientes gastroturras, por si os apetece revisarlos.
Por qué el arroz con leche espesa
- No, no es solo porque con la cocción se concentre la leche, sino porque el arroz tiene mucho almidón, como todos los granos de cereal.
- El almidón es un azúcar complejo, un polisacárido, que cumple en las plantas una función parecida a la de la grasa en los humanos, almacenar energía. Al calentarlo en presencia de agua por encima de 65 ºC los gránulos de almidón (como ovillos de moléculas de almidón) se rompen y este se combina con ella (la leche es agua casi en un 80%) para formar una sustancia espesa, un gel o pasta de almidón. Por eso se emplea la harina de arroz para hacer papillas.
- ¿Qué es un gel de almidón? Pues una sustancia en la que las moléculas de polisacárido se unen entre ellas formando una malla que atrapa el agua. El conjunto adopta una consistencia semisólida, a caballo entre el líquido de la leche y un sólido.
- Nos dice Hervé This de la harina de trigo, que igual sirve para el arroz:
La harina se compone principalmente de granos de almidón, los cuales se componen a su vez de amilosa y amilopectina. Ambos tipos de molécula son polímeros, es decir, cadenas de moléculas de glucosa (lineales en el caso de la amilosa, ramificadas en el caso de la amilopectina).
La amilopectina es insoluble en agua, mientras que la amilosa se disuelve en agua caliente. Cuando los granos de almidón entran en contacto con agua caliente las moléculas de amilosa que contienen pasan al agua y el agua rellena los espacios que quedan entre las moléculas de amilopectina, lo que hace que los granos se hinchen y formen un gel conocido como pasta de almidón.
Recaditos sobre la receta de arroz con leche asturiano
- La receta que uso se basa en una de las fórmulas de Méndez Riestra, cambiando el licor, anís o coñac, por ron, que me gusta más.
- Como en casi todas las fórmulas, la cocción del arroz comienza solo en algo de agua, antes de agregar la leche, caliente y aromatizada con cáscara de limón y palos de canela, que se va reponiendo a lo largo de la prolongada cocción como si se tratase de un risotto.
- Al hilo del comentario de un lector, la clave de la necesidad de la breve cocción inicial del arroz solo en agua puede estar en que la leche interfiera en la cocción del arroz en un primer momento. Hay al menos un estudio (este) que relaciona el contenido en calcio del líquido de cocción con que el arroz quede más duro que si el líquido tiene poco calcio. ¿Puede ser apreciable esa diferencia en una cocción tan larga? Ni idea, pero si algún día tengo ganas haré la prueba de cocer dos arroces uno junto al otro, uno solo con leche y el otro con agua al principio, para comprobarlo. Así algunos dejarán de darme la turra.
- En cuanto al mito del removido continuo del arroz asturiano, mi experiencia es:
- que si la cazuela que empleas es de fondo grueso y el fuego suave y uniforme en toda su circunferencia, como el que podemos conseguir hoy día en una placa vitrocerámica o de inducción, no es necesario rascar el fondo sin descanso, porque apenas se pega. Hala, lo que ha dicho.
- Existe mayor riesgo de pegado cuanto más espesa el conjunto, como es natural.
- Intuyo que en otros tiempos, con cazuelas primigenias y fuegos poco controlables (y mujeres de la casa en régimen de esclavitud en la cocina), el montar guardia junto al fuego sería obligatorio, pero ahora no lo es. Otro mito que se cae.
- No obstante, el removido regular promueve que el arroz libere almidón y espese el conjunto.
- «Pero Miriam, si el removido se puede hacer en la Thermomix u otro robot similar», me diréis. Sí, pero hacerlo en cazuela da más gustito. Y no me apetece hacerle a Thermomix más propaganda de la imprescindible, que son unos siesos.
- El arroz empleado debe ser almidonoso, como el arroz de grano redondo clásico de nuestra cocina. Cuanto más almidón suelte, mejor para el espesado. Hay quien lava el arroz antes de cocinarlo, no entiendo para qué, porque así eliminas el almidón que tiene por fuera; en este caso no nos interesa.
Vídeo: cómo se hace el arroz con leche cremoso a la asturiana
En poco más de 1 minutillo:
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En lo que atañe a dulces asturianos, tengo las magníficas casadielles, empanadillas dulces de nuez y anís, que igual os apetece mojarlas en el arroz con leche, ejem… y además multitud de dulces tradicionales de otras tierras, como los piononos de Santa Fe, las rosquillas tontas de San Isidro o el empanadico de manzana y los dobladillos de frutos rojos de Huesca.
Y si quieres montarte un menú asturiano completo, te ofrezco la fabada asturiana tradicional y unas cebollas rellenas de bonito que son un primor.
Dudas y consejos sobre el arroz con leche cremoso al estilo asturiano
- —He visto recetas en que añaden nata, además de la leche, ¿es necesario?— Bueno, cuanta más grasa tenga el conjunto, más untuoso será el resultado. Pero con este método en que la melosidad la acaba dando el almidón, no me parece necesaria la nata.
- —Y si prefiero que el arroz con leche quede más suelto y menos denso, ¿cómo lo hago?— Sigue el mismo método al principio, pero no lo cuezas más de 30-35 minutos. Así queda el grano más entero y el líquido menos denso.
- —Buf, menuda bomba calórica con tanta azúcar y además mantequilla, ¿no se puede hacer más ligero?— Ni idea, pero no sería arroz con leche asturiano.
- Reduce la ingesta de dulces a ocasiones especiales, aunque no seas prediabética como yo. Aquí te cuento mi relación con los dulces.
Antes de ponerte manos a la obra:
- lee la receta completa o mira el vídeo,
- asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
- entiende el proceso.
Dificultad: Escasa si sigues mis sabias instrucciones.
La receta del arroz con leche asturiano, escrita
- 250 g de arroz de grano redondo
- 200 g de azúcar
- 100 g de mantequilla
- una peladura de limón, sin nada de parte blanca
- 2 palos de canela en rama
- leche entera, la que demande el arroz (2,5-3 litros)
- una pizca de sal
- 1 chorrito de coñac, anís o ron
- Azúcar adicional para quemar
- Pesa y mide todos los ingredientes. Saca la peladura, solo la parte amarilla, con un cuchillito afilado. Como soy incapaz de sacarla en una sola tira, envuelvo los trocitos en un hatillo de gasa para no encontrarlos luego en el arroz.
- Pon medio litro de agua a hervir y echa el arroz. Cuece hasta que se absorba toda el agua.
- Añade 1 litro de leche que tendrás casi hirviendo con los palos de canela, la piel del limón, la mantequilla y la sal. Lleva a ebullición suave y remueve de vez en cuando para garantizar que no se pegue al fondo (¿cada cuánto? Si tu cazuela es buena y tu fuego uniforme y controlable, cada 5-10 minutos).
- Hay que ir añadiendo leche caliente a medida que sea necesario, más o menos de 300 ml en 300 ml, a lo largo de por lo menos una hora de cocción (mínimo 2 litros), hasta que el arroz esté muy blando y el conjunto muy cremoso. Cuanto más tiempo de cocción, más desecho queda el arroz, pero más leche se consume.
- Cuando el arroz esté deshecho y el conjunto cremoso a tu gusto, añade el ron.
- Retira del fuego y agrega el azúcar; mezcla bien. Retira la peladura de limón y los palos de canela.
- Deja enfriar un rato en la cazuela; el arroz con leche espesa mucho al enfriar, por lo que habrá que ir añadiendo leche fría en el proceso para evitar que el arroz con leche cremoso se convierta en un bloque.
- Cuando esté tibio y con una consistencia a tu gusto (ten en cuenta que aquello sigue «fraguando» en la nevera), pasa el arroz a cuencos individuales y deja enfriar por completo a temperatura ambiente y posteriormente en la nevera, tapado.
- Para servir el arroz con leche cremoso, espolvorea la superficie con azúcar y carameliza con una plancha de hierro o un soplete de cocina.
Referencias
- La cocina en Asturias. Eduardo Méndez Riestra
- El arte de cocinar. María Luisa García
- Early Europeans Could Not Tolerate Milk but Drank It Anyway, Study Finds. Carl Zimmer. New York Times
Colofón
Prueba a hacer este arroz con leche cremoso al estilo asturiano porque dicen los muy lecheros que es la caraba. Ya sabéis que yo no lo aprecio, pero es que nadie es perfecto, repámpanos.
Santiago dice
He leído con muchísima atención toda la explicación sobre los procesos químicos que se producen al cocer el arroz y he quedado absoutamente estupefacto con semejante maravilla de la naturaleza. De ahora en mas, cuando cueza arroz lo haré con mucho mas respeto.
Hace un tiempo oí en un programa de cocina de otro país europeo, en relación con el arroz con leche, que decían que el arroz cocinado directamente en leche, queda duro porque el calcio de la leche al unirse con el almidón del arroz formaba una especie de costra que impedía que el almidon se libere (probablemente la explicación fue mucho mas clara y científica que lo que escribo que es solo la idea que me quedó) y que por eso convenia cocer primero el arroz en agua, y luego agregar la leche.
Sin embargo encuentro muchas recetas en las que el arroz se cuece directamente en leche. Yo lo he hecho así y efectivamente noto que el arroz no termina nunca de ablandarse.
¡Cual es su experiencia al respecto? ¡¿hay una razón química real? ¡A usted le resulta igualmente bueno un procedimiento u otro? mil gracias por su atención.
Miriam Garcia dice
Oh, gracias por la pista… buscaré a ver si encuentro algún estudio sobre eso; en webs españolas no encontré absolutamente nada. Es posible, no digo que no; una cosa similar ocurre con las legumbres cuando se cuecen en agua con mucho bicarbonato cálcico, lo que se llama agua dura. El calcio se combina con algo de la cáscara y la endurece. No sé qué pueda pasar algo así con el almidón.
Mi experiencia es poca en esto porque, como digo, el arroz con leche no me gusta nada, y siempre lo he hecho cociendo primero en agua, así que no sé decirte cómo queda. Es cuestión de hacer dos lotes al mismo tiempo, cociendo tiempos parecidos, con el mismo arroz, y comparar :).
Santiago dice
Gracias por tu respuesta. Lo vi en un canal francés, explicado por un cocinero francés, que explicó otra cosa interesante, cuando la entrevistadora que estaba con él metio una cucharilla en el arroz con leche que estaba preparando y lo probó….. le advirtió que no la vuelva a meter, no solo porque es antihigiénico, sino porque en la saliva hay una enzima, que en una pequeñisima cantidad actua sobre el almidón y lo desarma y se pone liquido. Yo vivo solo y a veces cuando cocino para mi solo he hecho eso, que no debe hacerse, por ejemplo con bechamel o con el lemon curd hecho con almidón de maiz…. y habia notado que en efecto se licuaba y no sabía porqué. No se si el francés tendría razón.
Yo he hecho el arroz con leche de las dos maneras y si, cuando es solo en leche queda el arroz mas duro por mas que se lo cocine mucho tiempo agregándole leche. No obstante cuando lo he hecho cocinando el arroz primero en agua, me queda con un gusto acuoso que no me termina de gustar. Me parece que tiene gusto a esas cosas que se hacen con trampa para sacarles mas rendimiento… (me rio, no me hagas caso)
Miriam Garcia dice
Es la ptialina, que está en la boca y digiere el almidón… pero no sabía que su efecto fuera tan drástico. Investigaré.
En cuanto a no usar el agua para precocinar el arroz, parece que hay mucha gente que no la usa y les sale bien el arroz con leche. Aunque no sé si fiarme, porque si no saben por qué hacen las cosas igual tampoco distinguen entre un arroz bien cocido y otro que no XD.
Amarily dice
Pues en Puerto Rico para Navidad hacemos el Arroz con dulce pero con leche de coco. Preparas un Te de: Jengibre, canela, clavo de especia, nuez moscada, se lo vas echando poco a poco a gusto pero q sepa, lo endulzas con azúcar morena y una pizca de sal para levantar los sabores y que sea poco arroz mucha leche para que quede «amelcochao», bien suave como mojadito.
Miriam Garcia dice
Me encanta <3.
Amarily dice
Excelente todas sus enseñanzas, importante conocer mas allá de los proceos. Un abrazo desde Puerto Rico.
Miriam Garcia dice
Un abrazo transoceánico 🙂
Luisa dice
Pues a mí siempre me ha chiflado el arroz con leche, bien hecho, claro, ni muy clarito ni un mazacote. Ahora no puedo/ debo, pues soy diabética y encima me han dicho que controle mucho el calcio, es decir, que no tome ni leche ni derivados. Una desgracia como otra cualquiera. Alguna vez que me ha dado el síncio y he visto por el rabillo del ojo que sobraba un poco de arroz blanco, lo he echado en un cazo con leche, corteza de limón, canela, edulcorante y lo he dejado cocer un rato. Luego, canela en polvo por encima y a consolarme. No es lo mismo,claro, y ya no lo hago porque me he pasado a la leche/ bebida de avena que es la única vegetal que soporto. Tengo que probar a hacerlo con leche de avena, a ver qué tal…
La escena de Ángela Molina haciendo arroz con leche de madrugada para Fernán Gómez y su cara de disfrute comiéndolo es una de las escenas más preciosas que yo recuerde de una película, maravillosa La mitad del cielo, totalmente de acuerdo…
Un saludo norteño
Miriam Garcia dice
Qué bien que aún quede alguien que conozca la Mitad del Cielo! Ánimo con esas restricciones alimentarias.
Pilar dice
Me encanta el arroz con leche, probare la receta, y gracias por toda la info adicional, es muy interesante
Walter dice
Hola Miriam. Sos una genia. Me gustan muchisimo tus explicaciones y anecdotas. Tengo el recuerdo de infancia de arroz con leche cremoso. Voy a probar con esta receta aunque tampoco consumo leche. Pero quiero volver a probarlo. Gracias.
Miriam Garcia dice
Gracias, Walter :). Ya sabes que tienes la receta andalusí con leche de almendras si no quieres usar leche de vaca.
Begoña dice
Me chifla (o me chiflaba, porque ahora soy diabética y no lo tomo) el arroz con leche. La familia de mi marido, que está emparentada con Casa Gerardo, lo hace cociendo primero el arroz en agua y es una delicia.
Me ha encantado tu receta, pero más me ha gustado toda la explicación de la intolerancia a la lactosa (de la que también sufro) y la historia del arroz con leche.
Y, por supuesto, voy a ver a Fernán Gómez comiendo ese delicioso manjar después de una noche de farra.
Gracias por ru sabiduría y tu cultura!
Miriam Garcia dice
Un placer 😉
Musicar dice
Muy interesante esta información. Gracias por compartir!
marivi dice
Como siempre chapo. Me quito el sombrero. He de decir que yo hago el arroz con leche como me enseño mi padre y es prácticamente igualito al suyo, salvo por el licor. En Navidad no podía faltar en la mesa, junto a unas buenas natillas. Mi padre limpiaba el arroz debajo del grifo, según él, había que limpiarlo bien (era por los sitios donde había estado almacenado). Lo cocía en agua como usted y luego le añadía la leche infusionada de a poco y algunas veces con una plancha de quemar azúcar que ponía en el fuego, hacía costra en la superficie como usted. Por desgracia, yo he variado un pelín su receta y si he de ser sincera me fastidia a más no poder. Yo dejo el arroz en remojo toda la noche, para quitar así parte del arsénico que tiene (lo absorbe del suelo, es por la manera en que se cultiva en suelos inundados), según las zonas unos tienen más arsénico que otros (China/Japón/los que más y en España es de los sitios que menos tiene y aquí pasa igual con las zonas, encima el arroz integral es el que más contiene). Hay un estudio que publico un científico de la Universidad de Sheffield (Inglaterra), Manoj Menon en los que investigaron diferentes formas de hacer el arroz para ver cual era la que más arsénico le quitaba al arroz, intentando conservar los mayores nutrientes de este… Animo a la gente a que se informen…
Resumiendo, esta vez hice su receta, pero dejando el arroz en remojo, descartando después ese agua y use mucha menos leche que que la que pone en la receta (como 2l, tampoco los medí, lo siento) , ya que el arroz estaba bastante hidratado, creo que se tarda menos tiempo en hacerlo, pero la verdad, tampoco soy de estar mirando el reloj y doy fe de que no se agarra y que conste que yo cocino con gas (no lo cambio por nada) y eso si, añadí al final 2 cdas de ron que nunca antes lo había hecho, lo medí por tener una referencia ya que mi padre no le ponía licor. Y quedaron espectaculares, muy cremosas super ricas igual el licor le dio un toque pero no se notaba mucho, tampoco quise más por los niños. Ya sabiéndolo otro día saco los de ellos antes y voy a probar con algo más.
Como no, me apunto a ver otra vez «La mitad del cielo», lo reconozco me encantan las pelis en las que se ve a la gente cocinando, son mi debilidad, le recomiendo una de no hace mucho Ti mangio il cuore.
Marivi.
Miriam Garcia dice
Es verdad lo del arsénico, pero empieza a ser peligroso cuando los consumos de arroz son altos, como sí ocurre en algunos puntos de Asia. Según la AECOSAN, un consumo «normal» no supone riesgo, aunque hay que ser cuidadosos con los niños pequeños y con las embarazadas:
«Según EFSA, la exposición global de arsénico inorgánico en la dieta, teniendo en cuenta todas las fuentes posibles (no solo el arroz), se sitúa dentro del rango de la BMDL01, lo que supone un margen de exposición (MOE) pequeño o inexistente, por tanto, no se descarta un riesgo para la salud de ciertos consumidores».
En cuanto a lavar el arroz, es una pena en el caso del arroz con leche, en el que queremos, en general, que el líquido que lo acompaña quede bien espesito. El almidón que lleva el arroz por fuera, polvito que se forma por el roce de los granos y en la molienda, contribuye al espesado y lo eliminamos si lo lavamos.