El tumbet mallorquín es un rico plato de patatas, berenjenas, pimiento y tomate en salsa, mediterráneo y saludable a más no poder, además de tradicionalísimo en la isla de Mallorca.
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Índice
El tumbet mallorquín y su vida privada
- El tumbet es una forma de utilizar las hortalizas frescas típicas del verano en plena temporada. Es esencial usar buen producto.
- Los ingredientes más habituales son berenjena, pimiento y patata, con una salsa de tomate. Hay tantas variantes como hogares, puesto que tradicionalmente se prepara con las verduras de la huerta.
- Se caracteriza por freír en aceite de oliva y disponer las distintas hortalizas en capas que se suelen coronar con la salsa.
- Cuentan que puede constituir un plato por sí solo, pero que con frecuencia se acompaña de pescado, carne o huevos fritos colocados encima.
Son platos, menú, por sí solos, únicos, más agradecidos quizás por la compañía o el linaje de algo bueno, o justamente enriquecidos con alimentos de cuchillo, más nobles: pescado sin espina, carne sin hueso. Con huevos estrellados o ‘fritos’ es popular y barato.
Numerosas son las berenjenas, y por tanto las recetas de berenjena, en las islas Baleares, pero no he conseguido encontrar información de por qué exactamente se cultivan en tal abundancia.
Sí que sabemos que su introducción en el Mediterráneo se debe a los árabes. Y la calidad de las berenjenas insulares es legendaria.
La receta del tumbet de Mallorca
Esta receta es tradicional y hay numerosas versiones. He hecho sincretismo tumbetero mezclando unas cuantas para obtener mi versión.
Vídeo: cómo se hace el tumbet mallorquín
En poco más de 1 minuto:
Vamos con la receta y no olvides consultar las dudas y consejos más abajo.
- 2 patatas
- 2 berenjenas medianas
- 1 calabacín grande
- 2 pimientos rojos
- Salsa de tomate casera al gusto (aquí mi receta)
- Sal al gusto
- Pelamos las patatas y las cortamos en rodajitas. Reservamos.
- Cortamos la berenjena en rodajas. Las ponemos en un colador con sal para quitarles algo de líquido y que luego salten menos en la fritura. Reservamos.
- Cortamos en rodajas los pimientos y el calabacín. Reservamos.
- Vertemos abundante aceite de oliva en una sartén honda y freímos las patatas.
- Mientras se fríen las patatas, en otra sartén freímos el resto de las hortalizas, por tandas, a bastante temperatura (sin que el aceite llegue a humear, que nos lo cargamos).
- Las vamos sacando a un colador colocado sobre un bol para que escurra el exceso de grasa.
- En una fuente grande o en platitos individuales ponemos primero la patata, encima el calabacín, la berenjena y por último el pimiento.
- Regamos la salsa de tomate por encima de las hortalizas y a la mesa, con el tumbet caliente o templado.
Dudas y consejos sobre el tumbet mallorquín
- El tumbet mallorquín se puede comer tanto calentito, recién hecho, como del tiempo.
- Se conserva muy bien un par de días, bien tapado con plástico, en la nevera y, si queremos recalentarlo, lo podemos hacer en el horno, bien tapada la fuente con papel aluminio para que no se reseque.
- La calidad de las hortalizas es fundamental en un plato tan sencillo. Nada de berenjenas verdes, duras ni fuera de temporada.
- Por supuesto, nada como poner una buena salsa de tomate casera o incluso una passata de tomate.
- —¿Para freír las verduras puedo usar otro aceite que no sea el de oliva?— Como poder, puedes, pero el sabor no es ni parecido al de un aceite de oliva virgen de calidad. Ni las cualidades nutricionales tampoco.
- — Tiene bastante grasa este plato, ¿no? ¿Puedo hacerlo de otra manera para que lleve menos aceite?— Por mucho cuidado que pongamos de usar las temperaturas adecuadas, tanto las patatas como las berenjenas absorben aceite, especialmente las primeras. El plato original es así, con todo el sabor del aceite.
- Si queremos aligerar el plato, aunque será mucho menos genuino (yo lo hago, lo confieso), podemos:
- hacer las verduras a la plancha con un poco de aceite y
- poner las patatas hechas al vapor o cocidas.
- También se pueden asar las verduras en rodajitas en el horno, en una sola capa, en 10-15 minutos a 190º están listas.
- Si las verduras están en temporada y son buenas, el tumbet resulta riquísimo también.
Referencias
- Tumbet: el nombre de la cosa. Andreu Manresa. El País
- Recetas mallorquinas de María Gibert: Tumbet. Diario de Mallorca
- Un plato exquisito, el tumbet. Hotel Es Port
- Cocina catalana. Colman Andrews
La chefa recomienda
Más ricos platos verdurosos de las postrimerías del verano:
- Pisto manchego
- Pisto andaluz o alboronía
- Caviar de berenjenas a la georgiana
- Asadillo manchego
- Ensalada cocha de pimientos
- Ensalada de verduras asadas
El tumbet mallorquín es una forma más de consumir las hortalizas del final del verano; los que tengáis huerta lo sabéis bien. Y si no tenéis huerta, agenciaos un amigo, pariente o vecino que os provea de hortalizas en sazón para este riquísimo plato.
Carmen Muguiro dice
Me gusta la idea de las berenjenas crujientitas. Gracias Myriam.
Miriam Garcia dice
Un placer 😉
Begoña dice
Hola Miriam,
¿Haciendo las verduras al horno se desvirtuaría mucho el plato? En mi mente imagino que quedaría rico…
Miriam Garcia dice
Seguro que queda rico; no sé si las podrías hacer todas juntas o cada una por separado, pero me parece factible.
Begoña dice
Muchas gracias, te contaré como queda 😉
Carlos Alberto Calvo dice
Y si todo se cocina al vapor?
Miriam Garcia dice
También es posible, aunque no sé cómo quedarán los pimientos rojos al vapor… no creo que queden bien. Las patatas sin duda quedan bien y el calabacín y la berenjena… a mí no me gustan al vapor, pero eso es el gusto personal.
NiEstá dice
¡Viva el graserío y el verdulerío! 🙂
A lo largo de los comentarios que he ido dejando, con mis historias (mi amiga Zuzana dice que tengo historia para todo) y mis experiencias, sabrás de mis aventuras y desventuras con las verduras en estas tierras moravas. Ni buenas, ni abundantes, ni variadas. Pero es lo que hay y con eso nos tenemos que apañar.
También sabrás de mi pasión sin límites por las berenjenas. Lo que me llevaría al otro mundo, si fuera un faraón egipcio, no sería otra cosa que berenjenas y garbanzos. Como estaríamos en el más allá, durarían eternamente 🙂
Tonterías aparte, ¡cómo se parecen las comidas mediterráneas! Esto no es más que una variación de la musaka, o la musaka del tumbet que tanto monta, monta tanto. ¡Ay, si yo hubiera conocido este sencillo y a la vez sofisticado plato en mis tiempos de estudiante, cuántos corazones hubiera conquistado! 🙂 Pero nunca es tarde, que mi corazón está libre y aún estoy en edad de merecer. Así que me pondré manos a la obra. Con verduras transportadas miles de kilómetros, no me saldrá tan sabroso como por esas tierras, pero… ¡ellos que saben!
En resumen, se agradecen recetas con berenjenas.
Miriam Garcia dice
Estoy de acuerdo con tu amiga, pero tus historias están muy bien. Efectivamente, en todo el Mediterráneo se hacen cosas parecidas y con berenjenas siempre estarán buenas! Un abrazo.