La salsa o pasta harissa es un condimento popularísimo en la zona del Magreb, sabroso y picante, facilísimo de hacer en casa y que podemos usar para alegrar casi cualquier plato.
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Índice
La salsa harissa y su devenir
- La harissa es, en su versión más sencilla, una pasta de pimientos rojos secos y picantes que se mezcla con especias y aceite, aunque existen numerosas variantes regionales.
- La palabra deriva del verbo árabe harasa (هرس) que significa literalmente aplastar o triturar.
- Dicen las malas lenguas que esta pasta o condimento es de origen tunecino, aunque está extendida por todo el norte de África y por Oriente Medio.
- Sirve para condimentar casi cualquier cosa, del cuscús a las típicas carnes a la parrilla, pasando por pasta y verduras. En mi humilde opinión resulta fantástica con cualquier cosa hecha a la plancha.
- Aunque también hace su aparición como ingrediente en la elaboración de numerosas recetas de cocina.
- La harissa se puede encontrar ya envasada en muchas tiendas, pero es facilísima de hacer en casa y se conserva a la perfección en la nevera.
- Mis churumbeles, en particular el mayor, son bastante forofos de las salsas picantes y desde que son vegetarianos las usamos bastante en casa para alegrar cualquier verdurita o tubérculo al horno, un poco como un mojo canario. Os encantará.
La receta de la salsa harissa
- Uso la receta de Ottolenghi, de su maravilloso libro Jerusalén. No sé si él ya tiene la receta adaptada a los gustos más occidentales, pero usa una porción de pimiento fresco asado, que seguramente diluye la potencia de esta pasta.
- No he encontrado quien me diga si nuestras guindillas se asemejan a los pimientos secos del Magreb o no, pero es lo que uso. Los pimientos se usan secos, pero yo pongo guindillas de conserva o frescas, porque se trituran mejor.
- Si te sale muy picante para tu gusto, aligérala con un buen tomate frito. Seguirá siendo deliciosa y te valdrá incluso como salsa para pasta.
Vídeo: cómo se hace la salsa harissa
En menos de 2 minutejos:
Antes de ponerte manos a la obra:
- lee la receta completa o mira el vídeo,
- asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
- entiende el proceso.
Dificultad: ninguna.
- 1 pimiento rojo carnoso
- 1 cebolla morada pequeña
- 3 dientes de ajo
- 1 cda. de salsa o passata de tomate
- 1 cdta. de pimentón dulce
- 3 guindillas rojas frescas o en conserva
- 5-6 cdas. de aceite de oliva virgen
- El zumo de ½ limón
- 1 cdta. de comino en grano
- 1 cdta. de alcaravea
- 1 cdta. de cilantro en grano
- Sal al gusto
- Pon el comino, la alcaravea y el cilantro en una sartén al fuego y tuéstalos hasta que empiecen a despedir su aroma. Tritura en un mortero o un molinillo de especias.
- Asa el pimiento en el horno a 190º por lo menos 25 minutos, hasta que la piel esté tostada y se desprenda, y la carne del pimiento esté blandita.
- Sácalo a un recipiente que puedas cerrar, tapa y deja que se enfríe hasta que lo puedas tocar sin quemarte (lo de taparlo es para que sude y ayuda a que la piel se desprenda).
- Elimina la piel, el pedúnculo y las pepitas del interior. Reserva.
- Pon un poco de aceite de oliva en una sartén y pocha la cebolla picada hasta que esté blandita.
- Cuando le falte poco, añade los ajos laminados y dales unas vueltas para que se tuesten.
- Si usas guindillas secas, ponlas en remojo en agua algo caliente hasta que se ablanden. Si las guindillas son en conserva, no es necesario este paso.
- Elimina los pedúnculos de las guindillas.
- En un robot de cocina, pon todos los ingredientes pelados y limpios, y tritura hasta obtener una pasta densa, que puedes aligerar con algo de aceite, si lo prefieres.
- Comprueba la sazón de sal y ajusta si fuera necesario.
- Guarda en un tarro en la nevera con la pasta cubierta de aceite, así dura mucho.
Dudas y consejos sobre la salsa harissa
- —¿Puedo usar pimientos en conserva?— Sí, perfectamente, y la elaboración es mucho más rápida todavía.
- —¿Dónde encuentras las guindillas frescas?— Las he encontrado raras veces, es más fácil verlas en conserva (ojo, no en vinagre, sino solo en sal). Pero no hay ningún problema con usarlas secas, al contrario, es más auténtico. Si solo las encuentras en vinagre, reduce la cantidad de limón de la receta.
- —¿Dónde encuentro la alcaravea? ¿Es imprescindible?— No la pongas, no es imprescindible, a mi juicio.
- —¿Qué es ese molinillo que usas para moler las especias?— Pues justo eso, un molinillo parecido a los eléctricos de café, pero para especias y salsas.
Referencias
- How to make harissa paste. Simply Delicious Food
- Jerusalén. Yotam Ottolenghi, Sami Tamimi
- Harissa tunisienne maison. La Tunisienne
- Receta de la harissa. Balansiya
La chefa recomienda
Sugerencias de uso de tu suculenta harissa casera:
Esta salsa harissa es una rica variación para todos esos platos en los que usas salsurrias.
Carmen dice
Buenos días!!! Fantástico el resultado de est salsa.
Acompañó unas patatas al grill y un estupendo chuletón a la brasa. Deliciosa con ambas opciones.
Efectivamente, muy fácil de hacer… eso sí solo utilicé comino y cilantro y las tres guindillas rojas se convirtieron en una y media de chile de árbol.
Gracias de nuevo por este fantástico blog!!
Feliz día.
Carmen
Miriam Garcia dice
Me alegro, muchas gracias por venir a contármelo :). A mí me encanta, está buenísima!
Luis dice
Hola, saludos desde la Ribera del Duero.
La salsa ha quedado rica, con ingredientes del huerto de mi esposa.
Sustituí la alcaravea por anís en grano.
Miriam Garcia dice
Uf, seguro que estaría estupenda! Gracias por venir a contármelo :).