Estos gofres integrales de calabaza vienen a cuento por diversas cuestiones:
- La leche de almendras que me sobró del arroz con leche de almendras,
- la harina de almendras que quedó de la misma receta anterior,
- un resto congelado de puré de calabaza y
- mi uso de harina integral, cada vez más por mi prediabetes. Y por el sabor, que no es cosa menor. ¿Que por qué la harina integral es mejor que la blanca? No solo por el sabor, sino por su menor índice glucémico, provoca un aumento más gradual de la glucosa de la sangre que la harina blanca, pues a causa del salvado la digestión nos lleva más tiempo, se ralentiza la absorción de sus hidratos de carbono.
Estos gofres no son del tipo belga, gordotes y pesados, sino del tipo alemán más fino, elegante y blandito como estos, con una masa muy similar a la de las tortitas o panqueques, y que se hacen en gofrera con dibujo de corazones.
¿Que no tienes gofrera? No hay problema, puedes usar esta misma masa para hacer tortitas. Y para rizar el rizo, van sin azúcar. ¿Cómo te quedas?
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Índice
Los gofres y su devenir
- Lo de cocer masas entre dos planchas de metal calientes no lo inventaron los belgas, sino los griegos, que ya preparaban una cosa llamada obelios. Se parece mucho a oblea, ¿verdad? Las obleas, esas galletas finísimas similares a las galletas de comulgar también se preparan entre dos planchas de metal.
- La denominación gofre en castellano procede del francés gaufre, nombre que a su vez procede de las placas onduladas que en origen simulaban la forma de un panal de miel y que empezaron a aparecer en el siglo XV en Francia y Bélgica.
- Parece que la primera receta escrita de gofres con tal nombre es de un recetario francés del siglo XIV, aunque se trataba de gofres sin levar.
- Los gofres en origen se esponjaban solo con levadura de pan, la receta con levadura química es muy moderna. Hoy día existen muchas variedades con levadura de pan, con levadura química, más gordos, más finos, con bicarbonato sódico… todo se reduce a una masa que se pueda preparar entre dos planchas calientes y que esponje suficientemente para resultar rica.
El desayuno: ¿es o no la comida más importante del día?
Llevamos ya décadas oyendo que el desayuno es muy importante, tanto que si sales de casa sin desayunar caerán sobre ti las siete plagas de Egipto.
Hay nutricionistas que no están de acuerdo con esta aseveración, como nos cuenta Juan Revenga en El Comidista:
Pensar que es la más importante dejaría en muy mal lugar a otras ingestas que realizamos a lo largo del día. Que el desayuno sea un elemento protector frente a la obesidad es cuando menos una presunción, tal y como se ha puesto de relieve en diversos estudios y revisiones sobre el tema, por ejemplo este de aquí o este otro (página 10). Y hay tantas posibilidades de plantear un desayuno ideal como una comida o una cena ídem: es decir, infinitas. Ha sido cierta industria alimentaria la que nos ha intentado convencer de cómo han de ser nuestros desayunos ideales, cuando lo ideal para ellos es que nosotros desayunemos con sus productos.
Por mi trabajo y por vicio visito muchos blogs estadounidenses (que, nos guste o no, es la cultura que marca la pauta hoy día en muchas cuestiones alimentarias), convencidísimos de que es supersaludable desayunar gofres o tortitas sin huevo, sin leche de vaca, sin gluten, pero, eso sí, con aceite de coco o anegadas en miel o sirope de arce.
Claro que sí, guapi. Ah, que ponéis el chorretón sobre todo porque queda fetén en la foto cayendo… Igual un yogur con un puñadín de frutos secos y una pieza de fruta, entera, sin licuar, es más sano. Pero qué sé yo.
La receta de los gofres integrales de calabaza
- La receta no tiene ningún misterio: se trata de hacer una masa suficientemente densa con huevos, leche, grasa y algo que dé cuerpo, como las harinas diversas y el puré de calabaza.
- He partido de mi receta alemana de gofres, donde he reducido a la cuarta parte la barbaridad de mantequilla con puré de calabaza. Los purés de hortalizas o frutas, como este de calabaza, son un buen sustituto de las grasas en algunos dulces.
- Confieso que no soy nada forofa de la calabaza, pero en algunos dulces da una jugosidad estupenda, lo que no está de más cuando usas harinas integrales, que siempre tienden a producir dulces más pesados. En este caso el resultado es excelente.
Vídeo: cómo se hacen los gofres integrales de calabaza
En poco menos de 2 minutejos:
- 190 ml de leche (de vaca o vegetal)
- 200 g de harina integral
- 50 g de harina de almendra
- 4 huevos gordos
- 90 g de azúcar (o cantidad equiv. de vuestro edulcorante sólido favorito)
- 50 g de mantequilla derretida (o 35 g de aceite de oliva)
- 180 g de puré de calabaza
- 1 cdta. de levadura química
- ½ cdta. de canela molida
- 1 pizco de nuez moscada
- Un poco de aceite o spray antiadherente para la gofrera
- Pesa todos los ingredientes.
- Ponlos todos en el vaso de una batidora o robot, y mezcla hasta obtener una masa homogénea. Deja reposar por lo menos 1 hora para que la harina se hidrate, pues la mezcla coge más cuerpo.
- Cuando la masa haya reposado, enciende la gofrera y deja que se caliente a tope.
- Comprueba la consistencia; si estuviera muy densa, añade algo de leche. Por el contrario, si estuviera líquida, añade harina.
- Engrasa ligeramente la gofrera y vierte un cucharón de masa; la cantidad dependerá del tamaño de tu gofrera y hay que ir optimizando.
- Baja la plancha superior de la gofrera y cuece el gofre 2-3 minutos, hasta que esté doradito por ambos lados, aunque el tiempo depende de cada aparato, como es natural.
- Procede de esta manera hasta acabar la masa; ve poniendo los gofres en un plato tapados con un paño para que se mantengan calentitos.
Dudas y consejos sobre los gofres integrales de calabaza
- Esta mismita receta sirve perfectamente para prepararla en forma de tortitas, en una sartén.
- —¿Puedo poner otra hortaliza que no sea calabaza?— El sabor apenas se nota, pero aporta jugosidad. Si quieres poner otra hortaliza, prueba con batata, por ejemplo, aunque probablemente necesites menos cantidad porque la batata es más seca.
- —¿Estos gofres integrales son saludables?— Pues como todo en la vida, es relativo. Con harina integral, poca mantequilla y sin azúcar son bastante más saludables que unos gofres corrientes. Pero si te los quieres comer para desayunar o merendar, no son más sanos que un puñado de frutos secos con un yogur sin endulzar, o un pan integral con aceite de oliva, y una pieza de fruta, que es lo que deberías estar comiendo a diario y limitar los gofres de cualquier índole a una ocasión especial.
- La calificación de saludable me da bastante alergia porque se usa con profusión y creo que lleva a confusión al gran público, te conduce a creer que puedes comer algo con toda liberalidad si tiene la calificación de saludable… y no es así. Por ejemplo, los frutos secos son saludables… pero no si te los comes a toneladas de una sentada. Este tipo de dulce puede inducirte a comer más que si de repente apareciese en tu mesa de desayuno un milhojas de merengue… solo porque es saludable (cuando lo que significa es que es más saludable que las elaboraciones a tope de grasa y azúcar a las que estamos acostumbrados).
- Es lo que los científicos llaman efecto halo; si sabes que no es tan malo como otro alimento porque tiene algún ingrediente guay es mucho más fácil que comas más de él, con lo que al final hacemos un pan como unas tortas. Aquí lo explican bastante bien.
- Como ves en la receta, puedes cambiar la pequeña cantidad de mantequilla que lleva (6,25 g por gofre) por aceite de oliva si los quieres hacer sin lactosa.
- —¿Qué edulcorante usas para hacer los gofres sin azúcar?— Uso estevia líquida o sucralosa (ambas con índice glucémico 0). Aunque puedes prescindir del edulcorante por completo y tomarlos con fruta, que endulza de forma natural.
- —¿Puedo poner toda la harina de almendra para hacerlos sin gluten?— Sin problema. Puede que tengas que ajustar la consistencia de la masa antes de cocer los gofres, porque la harina de almendra y la de trigo no tienen la misma capacidad de absorción. Eso sí, ten en cuenta que con la harina de almendra los gofres serán bastante más saciantes que con la harina de trigo, incluso integral.
- Si sustituyes el azúcar o edulcorante por un poco de sal tienes unos estupendos gofres salados para ponerles un huevo escalfado encima, que tampoco es mala idea.
- —Veo que tienes una gofrera eléctrica, ¿recomiendas alguna gofrera, eléctrica o para la placa de cocina?— Tengo una gofrera muy antigua que me ha dado muy buen resultado, es cómoda, pero también otra más moderna de las que se calientan en el fuego de la cocina y también me gusta. La puedes ver aquí.
- Reduce tu ingesta de dulces a ocasiones especiales o caprichos de un solo gofre… incluso si no te ronda la diabetes como a mí. Aquí te explico mi relación con el dulce. ¿Por qué? Porque en cualquier caso, no tienen el mejor perfil nutricional posible. Que me dirás: «los torreznos tampoco». Ya, es que los torreznos también hay que dejarlos para las ocasiones especiales.
Referencias
- Gofre. Wikipedia
- Waffle. Wikipedia
- El desayuno no es la comida más importante del día. Juan Revenga, El Comidista
- El efecto halo. Aizea
- ¿Para qué sirve el índice glucémico de los alimentos? Juan Revenga
La chefa recomienda
Más gofres y tortitas:
- Tortitas de chía y limón
- Tortitas con frutas
- Tarta de gofres ligeros
- Gofres del norte de Alemania
- Tortitas americanas clásicas y de chocolate
- Tortitas americanas con masa madre
Estos gofres integrales con calabaza están mortales, además de ser más ligeros y sanos que los gofres tradicionales. Por algo se empieza. Y además son tuneables a sin gluten, sin lácteos… una joyita.
NiEstá dice
Nunca me han gustado los gofres. Aunque como bien dices, sólo es una masa con algo de sabor para añadirle algo y que sacie. Trucos de épocas menos abundantes. Tal vez no me gustan por una cuestión que yo diría que es cercana a la xenofobia o incluso nacionalismo: hubo una época en la que todos los platos venidos de Europa Central eran mejores que los autóctonos (sea cual sea la región española en la que nos encontremos). Cuando se popularizaron los gofres, yo me decía «¿y por qué no comen churros (calentitos como se dice en mi tierra)?» En fin, las modas en la comida siempre me han puesto de los nervios. Que conste que no tengo nada en contra de experimentar y probar comidas nuevas, o nuevas formas de preparar algún producto que ya conocemos.
Me alegra que insistas varias veces en esta entrada sobre la relatividad de los alimentos saludables. ¿Es que ha desaparecido el sentido común de la faz de la Tierra? ¿Ahora lo que se ha comido siempre es cuasi-veneno? Evidentemente, si uno solo se alimenta de bocadillos de chorizo, ambas cosas (el pan y el chorizo) harán estragos en el organismo. ¿Las torrijas son armas de destrucción masiva porque van cargadas de azúcar? Seamos sensatos y comémoslas sólo en Semana Santa, un par de ellas por Viernes Santo. Y así todo. Hablo, claro, siempre que no haya problemas de salud.
Con la edad, uno es de otra generación a pesar de vivir una vida estilo milenial, uno ha vivido muchas cosas. Cuando yo era adolescente, se decía que el aceite de girasol era mejor (entonces no se usaba tanto la palabra saludable) que el de oliva. Mi madre se negó a aceptarlo y seguía cocinando y friendo con aceite de oliva. Ahora resulta que el aceite de oliva es casi un «producto milagro». Lo mismo ocurrió con la carne de cerdo. Sé que la ciencia avanza que es una barbaridad, y que se descubren nuevas propiedades de los alimentos cada día.
No me extiendo más, que esto da para mucho debate 🙂 ¡Pero como echo de menos el sentido común!
Miriam Garcia dice
No es que lo que hemos comido siempre se haya vuelto veneno, pero la cantidad de azúcar que lleva ahora la comida no es la que llevaba antes y súmale que nos movemos muchísimo menos y que todas las casas y trabajos tienen calefacción… en resumen, que tomamos más calorías que hace 60 años y las quemamos mucho menos. Además de que no es tan sencillo como sumar y restar calorías.
En cuanto a lo del sentido común, pues creo que siempre ha faltado, solo que antes era menos evidente. Ahora los lerdos se exhiben todos los días a todas horas XD.
NiEstá dice
No es por polemizar, que no es este el sitio 🙂 ¡Pero es que cada día aparecen más fanáticos del «buen comer»! Cuesta encontrar alguien que hable de comida, alimentación que no se apunte a la moda de lo saludable. ¿Y no será, como muy apuntas, que lo de saludable hay que aplicarlo a todas las esferas de la vida?
¡Si es que hasta mi amigo bosnio, el de la masa filo casera, se ha apuntado a la moda de no ingerir harina! ¿Y de que vas a hacer los «burek»? Le pregunté. Me miró con cara de póker 😛
A este paso, seré el último mohicano 🙂
Miriam Garcia dice
Bueno, hay cosas que van más allá de las modas, como apuntar las cantidades enormes de azúcar que comemos, y otras modas tontísimas y sin fundamento, como lo de quitarse el gluten. El gluten te lo tienes que quitar si tienes alguna patología diagnosticada, si no es así, estás haciendo el tonto.
Margot dice
Puedo congelar los Gofres?
Miriam Garcia dice
Hola, sí, bien envueltos.