¿Qué le pasa a esta mujer ahora con estas tortitas de chía y limón? Pues que a veces por mi trabajo tengo que usar ingredientes raritos y, si me sobran, busco en qué emplearlos.
Que no soy yo nada partidaria de lo que llaman, engañosamente y como estrategia de márketing, superalimentos, pero parece que de todos ellos la chía es el único cuyo consumo en nuestro país tiene algo de sentido. Os remito al vídeo de más abajo.
Así que vamos allá. Cliquea en los apartados del índice para acceder directamente a ellos.
Índice
Los superalimentos son una filfa
Lo que significa filfa, aquí. No lo digo yo, sino que lo dice gente mucho más cualificada, como la Boticaria García:
- Os resumo lo que dice la Boticaria sobre los superalimentos:
- es mentira casi todo.
- No compensa comer un superfood que hay que traer del último confín del planeta a precio de oro, con nutrientes que podemos encontrar al lado de casa.
- Siento decepcionaros.
- Tampoco tiene sentido que ahora se llamen superalimentos cosas como el kale, la berza de toda la vida, y que de repente esté rico riquísimo y sea lo más superfashion del planeta. No.
- Vemos a diario montones de ejemplos de cuentas de redes sociales, marcas o blogueros que argumentan a favor de determinados alimentos sin ninguna o con poca base científica. Para aducir un efecto determinado de un alimento hay que tener el respaldo de algún estudio científico serio (algunos no saben ni qué es eso ni tienen ningún interés en saberlo); no sirve con que lo diga tu cuñado o Gwyneth Paltrow. Como lo del agua con limón en ayunas, vamos.
Y hay más, dice la nutricionista Lucía Martínez de Dime qué comes:
- Son productos por lo general no autóctonos (baobab, maca, açai, bayas de goji, mesquite…), […] a los que los consumen les parece un valor añadido que sean de sitios exóticos (de Nueva Zelanda, de Sudáfrica, del Amazonas…).[…].
- Son productos caros, con los que muchas empresas están haciendo un tremendo negocio a base de exagerar sus propiedades… o inventárselas directamente. Pero con caros me refiero a más de 60 €/kg, muchas veces. ¿Sabes cuantos nutrientes puedes comprar por ese precio en un mercado? […].
- Son productos innecesarios: no necesitamos reforzar todos esos nutrientes en un entorno como el nuestro, con acceso a alimentos. Todo lo podemos cubrir con una alimentación normal y si en algún momento necesitamos un suplemento (por ejemplo, de hierro), ningún superalimento lo va a sustituir.
La chía y su devenir
La chía es una planta nativa de México y Centroamérica que, junto con el lino, tiene una de las mayores concentraciones de ácido graso omega-3 entre los vegetales.
Sus semillas se hidratan en los líquidos aumentando grandemente de volumen pues forman un gel. Por esta razón se usa también como espesante.
Ventajas de la chía
- Tiene gran cantidad de fibra soluble, saciante y probiótica, con lo que ello supone de beneficioso: te calma el hambre y contribuye a cuidar las bacterias intestinales.
- En presencia de líquido esta fibra se hidrata y hace que las semillas aumenten de volumen hasta 10 veces, contribuyendo a que te sientas lleno. Por ello no se aconseja tomar más de 15 g al día.
- Contiene mucho ácido linolénico, un ácido graso omega-3, de los ácidos buenisísismos de toda la vida que contienen los pescados y que son precursores del DHA.
La receta de las tortitas de chía y limón
Esta receta no es más que una adaptación de cualquier receta corriente de tortitas americanas, una mezcla de leche y huevos con harina, aceite y algún otro ingrediente que nos guste, y con algo de levadura química para que esponjen al cuajarlas en el fuego.
Como no debo comer dulces ni harinas refinadas (aquí el porqué), para que estas tortitas me sirvieran para desayunar las he endulzado con stevia y he usado harina integral además de harina de lino y las semillas de chía.
Les puse un coulis exprés de frutillas rojas y estaban de rechupete, oyes.
Vídeo: cómo se hacen las tortitas de chía y limón
En poco más de minuto y medio:
Vamos con los detalles de la receta y no olvidéis consultar las dudas y consejos más abajo para, entre otras cosas, convertir la receta a:
- vegana,
- sin gluten y
- sin lactosa.
- 250-275 g de leche entera
- 2 huevos medianos
- 1 pizco de sal
- Ralladura de 1 limón
- 1 cdta. de stevia
- 1 cda. de mantequilla derretida o aceite de oliva
- 150 g de harina de trigo integral (o cualquier otra harina al gusto)
- 2 cdtas. de impulsor o levadura química
- 50 g de semillas de lino molidas
- 3 cdas. de semillas de chía
- Medimos la leche y añadimos los huevos.
- Agregamos el resto de los ingredientes, excepto las semillas de chía, y batimos con batidora hasta que no queden grumos.
- Ponemos las semillas de chía; dejamos que se hidraten 10 minutos, menos tiempo si queremos que se aprecie mucho el punto crujiente.
- Al cabo de ese tiempo comprobamos la consistencia, que debe ser la de unas natillas espesas para formar las tortitas debidamente. Cada harina es un mundo y tiene una capacidad de absorción distinta, es muy posible que haya que ajustar. Si estuviera demasiado espesa la mezcla añadiríamos algo de leche y si estuviera fina, pues un poco más de harina.
- Calentamos una sartén antiadherente a fuego medio y, cuando esté caliente, pintamos con algo de mantequilla o aceite y vamos formando tortitas, cuajándolas por ambas caras hasta que estén doraditas.
- Las deglutimos calentitas, solas o con una salsa a nuestro gusto.
Dudas y consejos sobre las tortitas de chía y limón
- —Entonces, ¿merece la pena consumir semillas de chía?— Si os gusta el sabor, adelante. O si queréis comer algo que os sacie durante un buen rato. Les dan a las tortitas un crujiente muy agradable, similar al de las semillas de amapola. Eso sí, el crujiente es perceptible siempre que no dejes reposar mucho tiempo la mezcla, porque las semillas se van hidratando y ablandando.
- La harina integral que he usado es de tritordeum, el híbrido de cebada y trigo creado por el CSIC. Una patente española de un cereal con mucho sabor (no, híbrido no es transgénico). Lo podéis comprar en El Amasadero (ya sabéis que tenéis 5% de descuento en los productos de El Amasadero introduciendo el bono elinvitadodeinvierno en el carrito).
- Las semillas de lino trituradas tienen fibra para aburrir y le dan un divertido sabor herbáceo a las tortitas.
- —¿Puedo aromatizar las tortitas de otra manera?— Por supuesto, un poco de vainilla o una pizca pequeña de canela les van bien; ojo con la canela, que en exceso mata cualquier otro sabor y estas tortitas tienen sabores suaves.
- —¿Cómo guardo las tortitas sobrantes?— Vaya por delante que conviene que no sobren, porque nunca están igual de ricas que recién hechas y se desinflan un poco, pero si sobran guárdalas en una bolsa de plástico en la nevera. Para consumirlas las pasas un poco por la sartén caliente, para revivirlas, y ya está.
- —¿Cómo puedo hacer sin gluten estas tortitas? — No tienes más que sustituir la harina de trigo por una harina sin gluten, bien una mezcla comercial o cualquier harina sin gluten que te guste: trigo sarraceno, teff, etc. Y vigilar que los demás ingredientes tampoco lleven gluten, porque ya sabemos que hay mucho ingredientes que de suyo no llevan gluten, pero no garantizan que no lleven trazas, por la forma en que se procesan.
- —¿Cómo puedo convertir estas tortitas en veganas?— Hay varios ingredientes que hay que cambiar por otros aptos para veganos:
- La leche de vaca se sustituye por leche vegetal de coco, de frutos secos, de avena, arroz… la que más os guste por sabor o consistencia.
- Es perfectamente factible eliminar el huevo, que da cohesión al conjunto y ayuda a que suban las tortitas en la cocción. Al igual que ocurre con los crepes, la masa pierde algo de cohesión y se vuelve un poco más delicada de manejar, pero nada más. Puedes sustituir los 2 huevos, que equivalen a unos 100 g de líquido, por 80 g de leche vegetal y 20 g de aceite vegetal.
- Para suplementar la falta del huevo también conviene aumentar ligeramente la cantidad de levadura química.
- La grasa utilizada tendrá que ser un aceite vegetal, también para pintar la sartén.
- Como en cualquier receta de tortitas, al hacer las sustituciones puede ser necesario ajustar cantidades de líquidos o sólidos para alcanzar la consistencia deseada.
- —¿Cómo hago estas tortitas sin lactosa?— Pues usando bien la leche de vaca sin lactosa que se comercializa, bien una leche vegetal.
- Estas tortitas de chía y limón también se pueden hacer saladas, eliminando el endulzante y aumentando ligeramente la sal. Imagináoslas con unos huevos fritos para contrarrestar tanta saludabilidad… ejem.
- Reducid la ingesta de dulces a algo ocasional, incluso si no sois diabéticos como yo. Aquí os cuento mi relación con el dulce.
Referencias
- Las semillas de chía. Boticaria García
- El agua con limón en ayunas no cura nada. Boticaria García
- Dejad de flipar con los superalimentos. Dime qué comes
La chefa recomienda
Más tortitas y similares:
- Tortitas saladas de salmón y patata
- Minitortitas con frutas
- Blinis con salmón
- Blinis de castañas
- Tortitas americanas clásicas y con chocolate
- Panqueques de calabacín
Estas tortitas de chía y limón no solo son sanas sanísimas, sino que están muy ricas, especialmente con esa semicompota de frutos rojos que preparo cuando me sobran descongelados o cuando se me quedan pachuchos. Les va como anillo al dedo a las tortitas.
Carmen Pilar Alvaredo dice
Tus comentarios son tan buenos como las recetas y las magníficas fotos.Te sigo y te admiro.Mil gracias por compartir tu sapienza.Un beso.
Miriam Garcia dice
Muchas gracias, Carmen ;).
Pilar dice
¡Da gusto leerte, Miriam! Me ha encantado la receta y el porqué de la misma. Te sigo desde hace tiempo.
(Aún estoy en shock cuando leí tu post sobre cómo adaptar los ingredientes dependiendo del molde que tengamos y queramos usar jajaja)
Miriam Garcia dice
Me alegro de que te sirva, Pilar, un abrazo :).
José Manuel dice
Gracias Miriam. Cada día nos sorprendes con elementos muy prácticos y que nos ayudan a alimentarnos bien y no caer en las supercherías que las casas comerciales nos quieren meter por los ojos.
Otro aspecto, para mi fundamental, es tu imaginación para transmitirnos que todo es combinable con un poco de lógica y que las recetas no son habitáculos cerrados sino campos enormes de experimentación que unas veces nos harán triunfar y otras fracasar pero, sobre todo, avanzar.
Un beso
Miriam Garcia dice
Qué bonito, puñeta, José Manuel, me vas a hacer llorar :___* Y me encanta que aún haya gente que conozca palabras tan bonitas como superchería…
Rosy dice
Hola Míriam,
Me ha gustado mucho la receta. Además de la nevera, ¿sabes si aguantan bien la congelación? Gracias por ilustrarnos siempre.
Un abrazo
Miriam Garcia dice
Pues no puedo decirte porque nunca las he congelado, la verdad, así que no me atrevo a decirte cómo quedarían. Como todo, es cuestión de probar. Y en cualquier caso también puedes dividir la receta por la mitad para que no te salgan tantas :).
Patricia Valdivielso dice
Me encanta la receta! Yo incorporo todo los días en el desayuno que hago a base de avena y espelta, una cucharada de chía, un ingrediente fabuloso en todos sus aspectos! bss
Miriam Garcia dice
🙂
Ana dice
Se podría añadir plátano para endulzar en lugar de estéis? Cómo se adaptarían los líquidos y sólidos? Gracias Miriam, me en canta tu blog y tus fotos!
Miriam Garcia dice
Sí se podría usar, pero no sé decirte las proporciones porque nunca lo he hecho. Es cuestión de probar, se podrá quitar un poco de harina porque el plátano da solidez también.
Gemma dice
Consejo curioso para hacerlas veganas: se puede utilizar las semillas de chia o lino para sustituir el huevo:
1 cucharada de semillas + 2 1/2 cucharadas de agua + 5 minutos de reposo = 1 huevo vegano
La consistencia gelatinosa de las semillas hidratadas hace la misma función que el huevo. Este truquillo se puede utilizar en muchas recetas que usan huevo como ingrediente de cohesión.
Por cierto, adoro tu blog 😉
Miriam Garcia dice
Gracias por la info, Gemma, sabía que se podía hacer algo así, pero nunca lo he probado. Solo precisa 5 minutos de reposo y con eso se hidratan las semillas? Porque yo en mi masa no he notado mucha diferencia entre ponerlas y no ponerlas en cuestión de espesor, no sé si será porque las puse con la masa ya hecha… Un abrazo.
Gemma dice
Sí, solo necesitan unos minutos en liquído para hidratarse. Imagino que como la masa ya ha absorbido parte del líquido, tardan más en hidratarse; pero para sustituir huevo no necesitan más.
Miriam Garcia dice
Ajá, gracias!
Mi Vida en un Dulce dice
Qué te puedo decir, aquí también está de moda lo de los superalimentos, lo bueno claro es que muchos son de esta zona. PERO, gracias a toda esa moda los precios han subido, un ejemplo claro es la quinua, lo comían desde la época de los incas y era el alimento preferido en las zonas rurales, súper barata, rendidora, versátil y con muchos nutrientes. Costaba nada, sí, nada, lo más barato que podías encontrar y por lo tanto la gente la menospreciaba, vamos, sonará feo, pero así era, era el alimento de los pobres. Hoy la quinua cuesta mucho más que cualquier menestra, cosa impensable, y es local!!! Bueno, ahora dejó de ser el alimento de los pobres y está en la mesa de todos los ricachones y de la gente fashion súper hiper linda.
Miriam Garcia dice
Qué pena… Que además en esa revalorización no participarán los que cultivan la quinua, seguro… Un abrazo.
Judith dice
Riquísimas!!!!
Miriam Garcia dice
:))