Una buena fondue de queso casera es muy fácil de hacer. Nada de preparados sacados de una bolsa, nononono. Nosotros nos merecemos más.
Haciendo una fondue desde cero puedes jugar con los tipos de queso que utilizas, y también con el tipo de vino, que parece que no, pero se nota lo que echas.
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Índice
La fondue de queso y su vida privada
- Por si acaso habéis vivido en otro planeta los últimos 40 años, la fondue de queso es un plato que consiste en una marmita de queso fundido, que es lo que significa fondue, aromatizado con algún vino, licor y ajo; el fundido se come mojando en él cachos de buen pan. Cuando D. y yo empezamos a convivir estaba su-per-de-mo-da incluir una marmita para fondue entre los regalos para la nueva pareja.
- La fondue de queso moitié-moitié (mitad y mitad), llamada así porque lleva mitad de queso gruyère y mitad de vacherin de Friburgo, es el plato nacional suizo, aunque también es bien conocida en los Alpes franceses con otro tipo de quesos como el beaufort, el comté o el emmental saboyano. Sea cual sea el queso, si es fundente y de calidad el resultado es fantástico.
- Tiene la enorme ventaja de que con muy poca complicación puedes llenar la andorga a un buen grupo de gente con un plato muy reconfortante.
- Dicen los puristas que es un pecado añadirle un espesante como la maicena o similar, pero os digo yo que esto evita que se os corte… si llegarais a pasaros con el calor.
- Yo no puedo hablar de fondue sin acordarme de Asterix en Helvecia… los que lo hayáis leído sabréis por qué.
La receta de la fondue de queso
- La cosa tiene poca complicación:
- derretir el queso adecuado, rallado grueso (de 200 g a 250 g por persona),
- en una marmita de hierro o cerámica equipada con un pequeño infiernillo que te permite mantener el queso caliente en la mesa,
- previamente untada con un diente de ajo pelado, y
- con el añadido de un poco de licor, por ejemplo, kirsch.
- Los puristas no contemplan añadir ningún espesante como harina corriente o maicena, que ayuda a que no se corte la mezcla (me ha pasado) si te pasas de calor. Pero yo prefiero añadirlo; además con un poco de espesante puedes poner más licor o vino, ejem.
- Hace años que uso la receta de Heidi Swanson, que funciona como un tiro.
- Si quieres que la fondue resulte un poco más ligera, contempla la posibilidad de mojar en el queso otra cosa que no sea pan, como:
- Hortalizas en trozos al vapor, como ramitos de coliflor y brécol, coles de Bruselas, zanahorias, etc.
- Fruta en trozos, como piña, manzana, etc.
- Setas previamente cocinadas.
Vídeo: cómo se hace la fondue de queso casera
En menos de 2 minutejos:
Antes de ponerte manos a la obra:
- lee la receta completa o mira el vídeo,
- asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
- entiende el proceso.
Dificultad: ninguna, salvo tener la marmita para fondue, que ahora las hay muy baratas.
- 1 diente de ajo
- 800-1000 g de queso mitad gruyère y mitad emmental (o 100% gruyère)
- 3 cdas. de harina corriente
- 400 ml de vino blanco al gusto (a mí me gusta semidulce o sidra)
- ¼ cdta. de nuez moscada
- 1 chorro de kirsch
- Ralla el queso grueso con un rallador corriente. Ponlo en un bol y agrega la harina. Remueve para que se impregne todo el queso.
- Frota el interior de la marmita con el diente de ajo pelado, cortado por la mitad.
- Vierte el alcohol y pon la marmita al fuego.
- Cuando el vino casi hierva, añade el queso rallado a puñados y poco a poco, removiendo y esperando a que se funda cada vez, hasta tener fundido todo el queso.
- Agrega la nuez moscada y el kirsch; remueve.
- Lleva la marmita a la mesa sobre el hornillo y moja trozacos de pan sin anestesia.
Dudas y consejos sobre la fondue de queso suiza
- —¿Es obligatorio usar queso gruyère?— Es la base de la fondue tipo suizo, pero como he dicho antes, hay infinitas posibilidades siempre que el queso funda bien. El gruyère suizo de verdad no es barato. La mezcla de emmental y gruyère a mí personalmente me gusta mucho, porque el emmental como sabéis tiene un sabor más suave y dulzón que el gruyère.
- —Si sobra, ¿se puede guardar y recalentar?— ¿Cómo que si sobra? Eso no entra dentro de mis cálculos. Si calculas bien las cantidades no tiene que sobrar.
- —¿No es mucha cantidad 200-250 g de queso por persona?— Eso depende de cada cual; observa esos gramos en crudo y piensa si te los comerías sobre pan. Si te parece mucho, adáptalo a tu capacidad.
- Quiza no sea lo más ortodoxo, pero uso sidra como líquido de la fondue. Con estos quesos y estas cantidades la fondue tiene un sabor bastante suave, alejada del sabor un poco excesivo que suele tener.
- —¿Se nota mucho si el vino es mas dulce o mas seco?— Sí se nota, para mí gusto un vino dulcecillo le da un toque estupendo a la fondue de queso.
- Lo que se ve en la parte inferior de la foto anterior son coles de Bruselas cocinadas previamente en el horno.
Referencias
- Fondue. Wikipedia
- La guía definitiva para hacer fondue en casa. El Comidista
- Classic cheese fondue recipe. 101 Cookbooks
La chefa recomienda
Más ricos platos reconfortantes para el frío:
- Cocido madrileño
- Judiones de La Granja de San Ildefonso
- Sopa de cebolla
- Sopa de tomillo
- Sopa de ajo
- Fabada asturiana
- Minestrone verde
- Harira
A disfrutar de la fondue de queso casera y mucho cuidado con perder vuestro cacho de pan en el queso. Que os pueden tirar al lago.
LAURA dice
Queridísima Anfitriona de Invierno,
¿No nos chivarás el nombre de la sidra?
Aprovecho para darte las gracias por provocarnos la sonrisa y hasta la carcajada con casi todas tus recetas.
Además de buenísimas ideas con video tutorial, humor del bueno.
Un abrazo grandote Miriam.
Miriam Garcia dice
Pues usé una variedad nueva de la marca Maeloc que es sidra seca. No es seca del todo, como la natural asturiana, pero es menos dulzona que la clásica y está muy rica 😉
Un abrazo
NiEstá dice
Espero que ese brazo peludo y tatuado no sea tuyo, quiero decir que no sea uno de los que salen de tu tronco, no que no sea tuyo para disfrutarlo 🙂 Porque, la verdad, no te hacía yo a ti peluda 😛
Yo tenía una amiga, supongo que MiEx la seguirá teniendo, que a su vez había sido muy amiga de un matrimonio suizo de posibles. De ellos adquirió la costumbre de las «fondues» de queso, y de otras cosas. Nos invitaba a menudo con el argumento de que era «muy divertida». A mí nunca me lo pareció y, aún a riesgo de que dejes de hablarme, yo no le veo la gracia al asunto. Por supuesto, mi poca simpatía por la susodicha «fondue» nunca salió de mi boca, que estaba en minoría. Y así, como quien no quiere la cosa me metí entre pecho y espalda innumerables «fondues» de queso. «Venga, preparamos una y os quedáis a cenar». Yo trataba de buscar una excusa, pero lo dicho, era minoría.
En teoría me debería gustar porque yo soy amante de los quesos suaves y reniego de los fuertes. Pero no sé la razón estará en que la cena se hace interminable o que nunca sabes exactamente cuánto estás comiendo.
En fin, que uno no siempre puede hacer lo que quiere y le gusta 🙂
Miriam Garcia dice
El brazo es de mi hijo mayor, pero de casta le viene al galgo XDDD.
Yo creo que hay platos que te tienen que venir en el momento justo, cuando la gente se pone pesadita con algo puedes acabar aborreciéndolo. A mí me encanta cuando hace frío de verdad, si la tomas en su sitio (los Alpes, he tenido esa suerte) entra de miedo. Y yo soy superquesera, igual que mi parejo, así que ahí lo tienes.
Reconozco que en la zona de Madrid, con el cambio climático, cada vez apetece menos… Besos.