Este helado de yogur y cerezas solo lleva yogur, cerezas, zumo de limón y endulzante. Cuatro ingredientes, ahora que está de moda eso de llevar pocos ingredientes como si fuese una virtud per se. En fin.
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Índice
La receta del helado de yogur y cerezas
- Esta receta es muy similar a la que usé aquí, pero con mayor proporción de fruta para hacerlo más ligero (aunque algo menos cremoso, claro está). En este caso he puesto más cantidad de fruta que de yogur.
- Aunque la elaboración en sí es rápida, para desuerar el yogur necesitamos empezar el día anterior, al igual que para tener las cerezas perfectamente congeladas. Pero todo es cuestión de planificarse.
- Y no es sano si lleva azúcar. Ninguna cosa con azúcar es sana, por poco que lleve. No, con azúcar moreno tampoco. Si os consuela, lleva menos grasa que un helado convencional de crema, eso sí, y la ventaja es que podemos reducir al mínimo el azúcar, porque la fruta aporta mucho dulzor, o sustituirlo por edulcorante.
- Puedes hacer tu propio yogur griego casero, aquí tienes el método general para hacer yogur.
Vídeo: cómo se hace el helado de yogur y cerezas
En poco más de 1 minutillo:
No olvidéis consultar las dudas y consejos después de la receta.
- 400 g de cerezas deshuesadas
- 300 g de yogur griego escurrido (pesado ya desuerado)
- El zumo de 1 limón
- Endulzante al gusto (azúcar, estevia, miel, lo que os apetezca)
- Ponemos el yogur griego en un colador con una tela fina, para escurrirlo bien. Hay que desuerarlo por lo menos una noche para que coja la consistencia que se ve en el vídeo. Lo metemos en la nevera.
- Deshuesamos las cerezas y las ponemos en una bandeja para congelarlas. Las dejamos toda la noche congelándose.
- Cuando el yogur esté bien compacto (si se ha quedado demasiado sólido se puede volver a mezclar un par de cucharadas del suero que ha soltado, véase la consistencia en el vídeo), ponemos todos los ingredientes en un robot potente: las cerezas congeladas, el yogur y el endulzante elegido.
- Trituramos bien hasta obtener una mezcla homogénea con las cerezas completamente deshechas.
- Pasamos de inmediato a unas tarrinas y las metemos en el congelador para que acabe de congelarse el helado de yogur y cerezas.
Consejos y dudas sobre el helado de yogur y cerezas
- —¿Es imprescindible escurrir el suero del yogur?— Mmm, el resultado es mejor cuanto más concentrado está el yogur, ya que escurriéndolo le quitamos agua y concentramos la parte de proteína y grasa. El agua cristaliza y cuanta más agua tenga más se asemejará a un sorbete y menos a un helado. Y la fruta ya aporta bastante agua.
- —¿Cuánto yogur tengo que poner para conseguir 300 g de yogur escurrido?— Pues depende de cuánto lo concentremos… pero calculemos por lo menos 450 gramos. Sed generosos con el yogur, que si os sobra le ponéis algo de sal y os hacéis un delicioso labneh.
- En cualquier caso, no esperéis un helado cremosísimo como los de base tradicional. Este helado de yogur, aunque riquísimo, no tiene la cantidad ni de grasa ni de azúcar necesarias para ser supercremoso. Pero precisamente por esto mismo es más saludable que los helados clásicos.
- Para triturar perfectamente las cerezas congeladas uso mi Magimix Cook Expert (lo encontráis en Claudia&Julia), pero otras batidoras potentes, como la Thermomix, también sirven.
- El helado sale del robot semisólido, como veis en el vídeo, y necesita un rato más de congelador.
- Estos helados de yogur concentrado y frutas son estupendos para aprovechar frutas que ya no estén en su mejor momento. Y si la fruta es untuosa de por sí, como el plátano o el mango, el resultado es fantástico.
- Si queréis experimentar aún más podéis añadir mantecas de frutos secos (receta aquí) al helado, que le dan más cuerpo y untuosidad, aunque no todas casan con las cerezas.
- —¿Puedo ponerle miel al helado?— Si te gusta, adelante, pero ten en cuenta que la miel tiene un sabor acusado.
- Si queréis hacer este helado de yogur sin azúcar os recomiendo usar tagatosa o incluso estevia líquida. La dosificación de la tagatosa es a razón de la mitad de peso de azúcar. Este edulcorante de índice glucémico casi nulo lo encuentro en Mercadiabet.
- Cuando hago los dulces con azúcar yo no hago más que probarlos para ver cómo han salido. Aquí os cuento mi relación con el dulce.
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Ya sé que con estas cantidades no salen más que tres tarrinillas generosas de helado de yogur y cerezas. Pero es que si salen más tarrinas os las zampáis todas sin anestesia, que os conozco…
Ana dice
Muy buena pinta . Esta receta. y la de escabeche de cerdo espaciado me parecen un acierto que ha estimulado mi pasión por la cocina.Gracias por compartir
Miriam Garcia dice
Oye, pues si mi blog sirve para que alguien se aficione a la cocina, me das una alegría! Un abrazo.
Sarah dice
¡Esta receta fue asombrosa! Me encanta el sabor de las cerezas y el yogur juntos. Fue un tentempié perfecto para comer en el clima caliente de Houston!
Miriam Garcia dice
Me alegro de que te gustara, Sarah, un abrazo transoceánico.
Juan Miguel dice
Hola a todos
A ver, eso de que todo lo que lleve azúcar es malo me parece demasiado radical. Si eso fuera así, la fruta, que viene cargada a rebosar de azúcares varios, sería tóxica 😉
Como me decía una profe de Química Analítica, «todo depende de la dosis». Incluso los diabéticos han de tomar algo de azúcar (sí, azúcar).
Más aún, los entresijos de las rutas metabólicas son tan intrincados que, según investigaciones recientes, no es recomendable usar fructosa como sustituto del azúcar convencional (esencialmente sacarosa = glucosa+fructosa), aun cuando su poder edulcorante sea 4 veces el del dímero sacarosa. En este sentido, cuidadín con los edulcorantes de moda, a ver si el remedio va a ser peor que la enfermedad!
Así que ya sabéis, «todo depende de la dosis».
Saludos
Miriam Garcia dice
En ningún lugar del texto digo que todo lo que lleve azúcar sea malo, sino que si lleva azúcar no puedes decir que es saludable, es un matiz importante. Hay ahora mucho indocumentado que reduce las grasas a cualquier dulce o le cambia el azúcar común por moreno o por miel y ya dice que el dulce es «saludable». Y hay a día de hoy una bibliografía científica suficientemente amplia que lo rebate.
Eso de que los diabéticos deben tomar algo de azúcar díselo a mis endocrinos… Y cuando hablo de azúcar me refiero al azúcar común, no a los azúcares en general. Efectivamente, hace ya algún tiempo que se desaconseja el uso de fructosa para sustituir el azúcar común; en las frutas la fructosa nunca está en las cantidades en que está el azúcar común en los dulces.
Sandra dice
¿Se podría hacer esta receta con una batidora normal?
Un saludo
Miriam Garcia dice
¿A qué llamas batidora normal? ¿De mano? Una batidora de vaso sirve, pero tiene que ser bastante potente para triturar la fruta congelada.
Elena dice
He probado esta receta con cerezas y nos ha encantado a todos.
Ahora quiero preguntar ¿cómo quedaría si en vez de cerezas utilizo arándanos?
Muchas gracias y enhorabuena por el blog, me encanta.
Miriam Garcia dice
Me alegro :). Los arándanos tienen más agua que las cerezas y además creo que les pasa como a las frambuesas, que cocinados se potencia su sabor, por lo que yo los cocinaría un poco, lo justo para reducirles el contenido en agua, enfriar y ponerlos en forma de compota/coulis.
Elena dice
Muchas gracias, haré un crumble de arándanos y fresas