Las cosas hay que aprovecharlas cuando surgen y es justo, justo, lo que pasa con las fresas. Repetid conmigo: hay que disfrutar de las fresas ahora. Ya. Así que además de consumirlas frescas, que en casa nos encantan y las comemos por arrobas, se puede hacer una rica tarta de queso y fresas. Colorida y remonísima. Casi, casi demasiado cursi para mí.
Para la capa de tarta de queso he usado una receta de Dan Lepard, de su libro Short&Sweet, y para la mousse de fresas he adaptado una receta que tenía por ahí… La tarta no es difícil de hacer, pero es mejor hacerla de un día para otro (mejor incluso 2 días). La tarta de queso gana si se deja reposar y enfriar perfectamente, y la mousse de fresas hay que dejarla cuajarse hasta la última molécula. Más abajo os cuento por qué. (Aquí tenéis la misma receta de tarta de queso hecha al baño maría para que quede perfecta para cubrir con lo que queráis.)
- 900 g de queso crema
- 150 g de nata líquida (para montar)
- 25 g de mantequilla derretida
- 275 g de azúcar
- 2 cucharadas de harina
- Zumo de medio limón
- 1 vaina de vainilla
- 4 huevos + 2 yemas
- 500 g de fresas
- 250 g nata para montar
- 80 g de azúcar
- 3 claras de huevo
- 1 pizco de sal (para las claras)
- 3 hojas de gelatina
- Zumo de medio limón
- 1 puñado de fresas frescas
- 1 cucharada de azúcar
- 80 ml de agua
- Gelatina o agar-agar según instrucciones
- Se pone el horno a calentar a 180º/160º (con aire) mientras preparamos la mezcla.
- Se abre la vaina de vainilla y se sacan las semillas. Se ponen en un bol o en el vaso de un robot y se añaden todos los demás ingredientes. Se bate hasta que la mezcla esté homogénea.
- Se forra con papel un molde de base desmontable, de 25-28 cm, y paredes altas (debe caber encima la capa de fresa), y se vierte la mezcla en él. Se golpea contra la encimera para que salgan las burbujas.
- Se mete el molde en el horno, se baja la temperatura a 150º/130º (con aire) y se cuece la tarta 80-90 minutos. Os aconsejo que la dejéis enfriar dentro del horno, así se evita que se agriete la superficie.
- Se limpian y lavan las fresas bien. Se escurren y se hacen puré en un robot. Se pasan por un pasapurés o colador fino para quitar las pepitillas, se añade el zumo de limón y la mitad del azúcar. Se cuece unos 10 minutos, para concentrarlo un poco.
- Se ponen las hojas de gelatina a hidratar, según instrucciones. Se disuelven en el puré de fresa aún caliente.
- Se monta la nata como tengáis costumbre (recordad que tiene que estar siempre bien fría), pero no hasta que haga picos duros, sino un poco semimontada. Se reserva en el frío mientras se hace el merengue.
- Se prepara un merengue con las claras, a mano o a máquina, y el pizco de sal. Cuando estén blanqueando claramente se va añadiendo el azúcar restante a cucharadas.
- Se mezcla la nata montada con el puré de fresa, con movimientos envolventes, cariño y dedicación. Se hace ídem con el merengue.
- Bien, tenemos la capa de queso en su molde, con sus paredes forraditas de papel de hornear. Como la tarta de queso se retrae algo al enfriarse, no queda totalmente pegada a las paredes, sobre todo por la parte superior.
- Se vierte la mezcla de mousse y se golpea bien el molde para que llene todos los huecos. Se deja reposar de un día para otro en el frío.
- Desmontamos el molde y retiramos el papel de hornear con cuidado.
- Se cortan las fresas en cuartos y se disponen sobre la tarta bonitamente. Se prepara el agua con el azúcar y la gelatina, y se pintan las fresas y la superficie de la tarta. Se deja cuajar un rato.
Y ahora viene mi aventura y la moraleja que os dejo: dejad cuajar la mousse de fresa en un frigo bien frío por lo menos toda una noche, por vuestros muertos. Hice la tarta grande para llevar a casa de unos amigos y la pequeña para poder mostrar el interior en las fotos, porque abrir la tarta grande y llevarla así… en fin, que mis amigos son comprensivos, pero no sé si tanto. Mejor no tentar a la suerte a que me forren a collejas. El caso es… que no sé de dónde me saqué que unas 5 horas serían suficientes para el cuajado. La tarta mini quedó estupendamente cuajada e idealísima, pero, oh, campos de soledad, mustios collados, la tarta grande, a pesar de su buen aspecto, no debió cuajar bien porque empezó a desmoronarse por el camino. Y cuando llegó a casa de mis colegas parecía que había caído de un quinto piso. La pobre. Así que tuvimos que «sacrificar» la capa de mousse y comernos solamente la capa de queso. Asín es.
Esta receta de tarta de queso de Dan Lepard es estupenda, como todo lo que él hace, cremosa y con su puntito salado, y excelente para tomar sola también.
Por cierto, que del magnífico Short&Sweet de Dan Lepard también tenéis estas otras recetas en el blog:
- Panecillos de hamburguesa
- Bizcocho de manzana y centeno
- Blinis de castañas
- Galletas de pimentón y queso
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Laurel y Menta dice
Miriam, como de costumbre, una entrada impecable: por la receta (queso y fresas, maravilloso) y por las fotos; qué belleza, ese fondo blanco de base que me da a mí que forma parte de algún exquisito ajuar, tan vintage él….
En fin, lindísimo.
Un abrazo.
Miriam Garcia dice
Adivinas! Es una sábana del ajuar de mi madre, que nunca usó!
Mayte dice
¿He dicho que amo las fresas y las tartas de fresas?…nada mujer que tu superas todos mis antojos!
p.d.charla con mi Madre…que no me suelta sus sábanas de manta bordadas(nuevas y guardadas como joya familiar) a mano por mi bisabuela pa mis fotos 🙁
Miriam Garcia dice
:O yo cada vez estoy más convencida de que las cosas hay que usarlas, con cuidado, pero usarlas… que luego te mueres el día menos pensado y ahí se quedan.
Amiloquemegustaescocinar dice
Jejejeje, me imagino el disgusto porque a mí también me ha pasado… en cualquier lugar recóndito de mi cerebro existe un ser maligno que de vez en cuando decide que los tiempos de reposo de las recetas están mal y me convence para que espere mucho menos… el resultado es el que es 🙂
Hace semanas que veo tartas de queso por todas partes, será el destino, tengo que hacer una pero ya!
Preciosa la tuya. Un beso,
Alicia
Miriam Garcia dice
Jajaja, me ha encantado eso del ser maligno… nuestro miniyo que nos dicta malignidades XD. Besos, guapa.
Lolah dice
Qué preciosidad de tartas, tan sencillas y delicadas, además de deliciosas.
Lástima que se te estropeara la grande, eso siempre suele pasar cuando una se quiere lucir ante los amigos…
Un besico.
Miriam Garcia dice
Sí, hija, precisamente uno de mis amigos me dijo una vez: no hagas experimentos, haz algo que ya sepas que sale bien! XD Y tenía razón, pero nada, no le hago caso 😉
Inverosímil dice
Soy una veterana seguidora silenciosa de tu blog. Me encantan tus recetas y nunca me ha fallado ninguna. Aún así creo que me gustan casi más tus textos, me gusta mucho tu sentido del humor. Y con este post ya me has desmontado del todo cuando me he encontrado ese momento Fesser en mitad del texto así como el que no quiere la cosa. «Oh campos de soledad, mustios collados…».
¡Qué grande! Llevo todo el día intentando colar la expresión en un mail del curro pero me temo que nadie lo iba a entender y sólo iban a confirmar que me había vuelto oficialmente oligofrénica.
Ltarta tiene muy buena pinta. Es cierto que te has quedado al límite de tu nivel máximo permitido de cursilería, pero sin sobrepasarlo claro.
Miriam Garcia dice
Gomaespuma forever! Realmente grandes, enormes! Es que reconocer esa frase tiene nota, eh? Solo para iniciados. Y por el nombre de tu blog deduzco que debemos ser de una quinta parecida… Me encanta que los seguidores silenciosos se manifiesten, es lo más parecido al más allá que conozco XD. También me alegro de que me confirmes, como sospechaba, que me he quedao al límite de mi cursilería, rozando peligrosamente territorios inexplorados. Pero un día tonto lo tiene cualquiera XD. Bienvenida, vuelve pronto, leñe.
laila dice
buenissima!! me gusta tu blog! creativo!
Miriam Garcia dice
Gracias, Laila!
Teresa dice
Hola Miriam,
No sé si es un poco tarde para comentar esta entrada, pero es que ¡me ha encantado la tarta! La hice hace un par de semanas y causó sensación. Creo que la receta de la tarta de queso la utilizaré por separado más veces, me ha gustado mucho la textura que tiene, y la combinación con la mousse de fresa hace un contraste perfecto, le da frescura a la tarta de queso, que puede resultar un poco monótona sola, pero la fresa le da el contrapunto perfecto.
Enhorabuena por el blog. Tiene mucho carácter. Me rio con tus entradas, me interesan mucho los comentarios sobre el origen de las recetas o los libros de los que las has sacado, ¡y tus recetas salen! al menos las que yo he hecho, por ejemplo las tortitas de masa madre o los preñaos de sobrasada…
Un saludo,
Teresa.
Miriam Garcia dice
Nunca es tarde!! Se agradece muchísimo cuando alguien se pasa para decir que hizo tal o cual receta y le salió bien, de verdad. Y me alegro mucho de que te guste el blog y te atrevas con alguna receta, es genial! Un abrazo.
Luis Atilio Carozzo dice
Muy buenas recetas muy bien explicadas, además la teoría explicando la composición de cada uno de los ingredientes tanto química como física y comportamiento en la mezcla de algunas recetas en cuestión, es toda una experiencia de alumno en pupitre. Me gusta mucho invitado de invierno les auguro mucho éxito por mucho tiempo. Me gustaría saber de una receta de torta de queso solo con frutas como topping. Podria usar la receta que tienen de queso y fresas doblando la cantidad de qieso? Quiero un cheesecake del alto de la de fresas pero solo queso. Gracias por leer este mensaje
Miriam Garcia dice
Hola, Luis, tienes más recetas de tarta de queso en el blog que te pueden servir, escribe tarta de queso en el buscador 🙂