¿Sabéis cómo hacer guacamole casero? Está chupao, sale fantástico y apetece mucho con estos calores. El guacamole es un invento delicioso de origen mejicano que en España han popularizado los restaurantes de comida rápida porque los Estados Unidos lo han adoptado.
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Índice
La historia del guacamole
La etimología nos indica que la palabra guacamole procede del náhuatl ahucatl (fruto) y molli (mezcla). Y tradicionalmente se hace en un molcajete, ese mortero de piedra volcánica que seguro que habréis visto.
Dicen en la revista Mexdeu:
Esta guarnición tiene su origen en los pueblos nahuas de la antigua Tenochtitlán. Su elemento fundamental es el aguacate; un fruto originario de México y Centroamérica. Originalmente en el siglo XVI, esta salsa estaba conformada por tan sólo tres ingredientes: aguacate, jitomate y chile; los cuales eran machacados en un molcajete hasta alcanzar una textura suave y homogénea. […]
Con la llegada de los españoles, también llegaron nuevas frutas, verduras, hierbas y cereales, los cuales fueron integrados en la gastronomía náhuatl durante la fusión de ambas culturas. Tal es el caso del limón, la cebolla y el cilantro, elementos que hoy en día se consideran indispensables para la preparación del guacamole contemporáneo.
Cabe destacar que el limón es originario del Sudeste de Asia y fue reintroducido a Europa, a través de la península Ibérica, en el siglo XIII por los moros, después de haber desaparecido por completo del continente debido a las invasiones bárbaras del siglo III. En cambio, el cilantro es proveniente del norte de África y fue introducido de igual manera a España por los árabes.
Cómo me gustan estos saberes gastrohistóricos. Por si hay algún despistado, el jitomate mejicano es nuestro tomate. El guacamole es por lo tanto el resultado de un auténtico mestizaje de ingredientes pre- y postcolombinos. Pues que viva el mestizaje, pardiez.
Y en Buen vivir:
Por lo general, el guacamole se consume al inicio de una comida con un cerro de tortillas calientes recién hechas o con otras botanas, como chicharrón o carnitas. Este platillo es tan delicado que lo mejor es comerlo en el momento de su preparación para evitar que se oscurezca.
Y tan popular se ha hecho el guacamole entre los norteamericanos que incluso celebran el día nacional del guacamole, el 14 de noviembre para más señas. Sé que no podíais vivir sin conocer este hecho tan fundamental en vuestras vidas. De nada.
La receta del guacamole casero
La receta tiene poco arte más allá de unos buenos aguacates que además estén en su punto; os aseguro que donde yo vivo (Comunidad de Madrid) tampoco es tan fácil…
Vídeo: Cómo se hace el guacamole
En poco más de 1 minuto:
Cuestiones sobre el guacamole
- Dicen los entendidos que no se debe usar licuadora ni batidora para hacer el guacamole casero, pues el aguacate no debe quedar excesivamente fino, sino que el guacamole debe guardar cierta textura gruesa. En todo caso podemos usar una maquinucha para integrar los ingredientes secundarios, que es lo que indico en las instrucciones, pero siempre machacando el aguacate a mano y añadiéndolo al final.
- El guacamole original de Méjico es más picante (o picoso) que el que solemos tomar en España, pero podemos graduar el picante a nuestro gusto, que aquí no estamos tan acostumbrados. Aunque igual algún mejicano os retira la palabra si se entera. La mayor parte de las recetas usan chile serrano fresco y picadito; el chile serrano es unas cuantas veces más picante que el chile jalapeño que uso yo, pero donde yo vivo no es fácil encontrar chile serrano.
Reconozco que a mí el aguacate tal cual no me apasiona, pero adoro el guacamole casero, soy capaz de comerme un lote de una sentada.
¿Por qué se ennegrece el guacamole casero si no lo tapamos?
- Dice nuestro común amigo Harold McGee que en el aguacate, como en muchas otras frutas y verduras, se produce un pardeamiento al destruirse la estructura de las células, al cortarlas, machacarlas, triturarlas, etc., y entrar los tejidos vegetales en contacto con el aire.
- El oxígeno del aire en contacto con las enzimas vegetales que están dentro de ciertas zonas de las células y con los compuestos fenólicos de otras zonas distintas oxida estos compuestos fenólicos y se producen sustancias de color parduzco.
- Entonces, ¿tiene algún fundamento científico eso de poner el propio hueso del aguacate en el guacamole una vez hecho? Según los experimentos del propio señor McGee, no. Aunque queda bonito y por eso lo he puesto en mi guacamole, hala.
¿Cómo se evita el pardeamiento del guacamole casero?
- Pues todos conocemos un remedio casero y bastante efectivo, que es el propio zumo de limón que se le añade; un medio ácido retarda, aunque no elimina, las reacciones de pardeamiento.
- Y si no vamos a consumir el guacamole de inmediato le pondremos además un film de plástico tocando la superficie, eliminando todo el aire posible, para evitar el contacto con el oxígeno.
¿Es verdad que es muy graso el aguacate?
Es cierto, dice Mr. McGee que el aguacate apenas contiene azúcares ni almidón, pero sí hasta un 30% de su peso en aceite, el equivalente a una buena carne entreverada de grasa, aunque la grasa del aguacate es casi toda monoinsaturada, como el aceite de oliva y no como la grasa animal. En cualquier caso, cuidado con tomar el guacamole casero por arrobas.
La receta del guacamole casero, escrita
Queridos amigos mejicanos, que sé que sois buena gente, si meto la pata en algo no me lo tengáis en cuenta, que no tengo fundamento. Pues ya sabéis todo lo que hay que saber para hincarle el diente (o el totopo) a este guacamole casero que se hace en un periquete.
- 3-4 aguacates
- ½ cebolla
- 2-3 chiles jalapeños (1)
- Zumo de un limón
- 1 tomate pequeño
- 1 manojo de cilantro (facultativo)
- Sal al gusto
- Picamos la cebolla y la ponemos en un mortero. Agregamos los chiles en trozos y un puñadito de hojas de cilantro, y machacamos hasta obtener una pasta.
- He de reconocer que, como soy un alfeñique o alfeñica, para estos menesteres utilizo un molinillo para salsas, es decir, como un molinillo de café, pero que admite líquidos.
- Escaldamos el tomate y le quitamos las pepitas. Lo cortamos en trocitos y lo majamos o trituramos con la pasta anterior. Hay quien prefiere picarlo en daditos, en lugar de triturarlo, y añadirlo al final a la pasta de aguacate.
- Añadimos el zumo del limón. Mezclamos.
- Pelamos los aguacates y sacamos la carne. La aplastamos con un tenedor hasta obtener un puré grueso que mezclamos con el contenido del mortero.
- Podemos picar más cilantro adicional y mezclarlo.
- Por último, sazonamos con sal a nuestro gusto.
Y si queréis daros el gusto de tomar el guacamole casero con tortillas mejicanas hechas con vuestras propias manitas, aquí tenéis la receta de las tortillas de maíz. Venga, ponerse con el guacamole casero, que se hace en un momento y sirve pá tó.
compartendos dice
Me encantó, sobre todo el truco de como abrir el aguacate.
Lo pongo en practica, aunque seguramente no tan picante.
Gracias
Besotes
Miriam Garcia dice
Tampoco queda muy picante con estas cantidades, pero es cuestión de gustos, claro ;).
Erica dice
Muchas gracias lo probaremos
Miriam Garcia dice
Un placer ;).
El Caldero de Nimue dice
Qué presentación más chula con el hueso del aguacate.
Mira que hago a menudo esta receta y no la tengo publicada en el blog. Algún día tendré que darle arreglo.
¡Saludo!
Miriam Garcia dice
Bueno, lo del hueso del aguacate en mitad del guacamole es un clásico. Salud.
Pamela dice
Me encanta leer tus recetas!
Así mismo, me encanta el guacamole (pues claro soy mexicana)
Les aconsejo agregar un toque de aceite de olivo, le dará un sabor delicioso y también ayuda a que no se oscurezca tan pronto.
Un saludo desde el D.F.
Miriam Garcia dice
Muchísimas gracias por tu sugerencia y me alegro de que la receta le suene bien a una mejicana! Salud.
Fercho dice
Excelentes, Fáciles y Sabrosas.
Gracias
Miriam Garcia dice
Gracias ;).
Chris dice
Hola Miriam
Como originario de Guatemala donde los aguacates y el guacamol (sin e) son tan omnipresentes como el aceite de oliva para los españoles, déjame decirte que que esta es una muy buena receta de la versión de nuestros vecinos del norte. El único punto que yo cambiara seria usar lima y no limón. Nosotros en América en realidad llamamos limón a lo que aquí en España llamáis lima (los verdes). El guacamol por ser tan extendido en toda la región mesoamericana tiene muchas variaciones, pero la base siempre sera aguacate y limón. Te recomiendo algunas variaciones:
– batirlo con un tenedor y agregar un poquito de leche hará que quede muy suavecito y cremoso, este es perfecto cuando se quiere utilizar como salsa por ejemplo dentro de un taco.
– La versión guatemalteca mas clásica no lleva tomate ni chile, ni cilantro. En cambio, se le suele agregar una pizca de orégano seco. La presentación mas clásica también incluye un poco de perejil picado y queso seco rallado, como decoración, pero que a la vez le aporta un sabor increíble bastante diferente a la versión mexicana.
Un saludo y me encanta tu blog
Miriam Garcia dice
Hola, Cris, muchísimas gracias por tu aportación! Tendrén en cuenta estas posibilidades la próxima vez que prepare guacamole ;). Un abrazo y gracias.
Ignacio Muguiro dice
Una gran lección de Guacamología Miriam. He aprendido mucho.
Si te apetece conseguir Chiles Serranos y Habaneros frescos en Madrid los encuentras en la tienda 100% México.
Congelan muy bien y mantienen bastante el nivel de picante.
Con la lima se le rebaja algo el nivel de fuerza. Vale la pena que lo pruebes, le da un toque diferente al jalapeño encurtido.
Miriam Garcia dice
Gracias, Ignacio, cada vez tenemos estas cosas más disponibles. Un abrazo.
Darreon dice
¡ Yo no soy un fan de guacamole pero, hice la receta para mi asignación de clase de español y mi familia absolutamente me encantó su receta! ¡ gran receta!
Miriam Garcia dice
Me alegro mucho de que triunfaras, un placer ;).
Amantes del Guacamole dice
Hola Miriam,
muy buena versión para hacer Guacamole, me encanta.
Me ha gustado el video de cómo cortar el aguacate.
Saludos
Miriam Garcia dice
🙂