Recibí hace poco el regalo de un buen alijo de mandarinas, de modo que tenía que darles salida, ejem. En mi casa se comen bastantes mandarinas, mi parejo y mi hijo pequeño son considerablemente adictos, no suele haber problemas por ese lado. Sin embargo, he usado unas pocas en un suculento bizcocho de mandarinas.
La receta del bizcocho de mandarinas
La receta está inspirada en una fórmula de un libro de recetas de la BBC, que me llamó la atención porque usa mandarinas cocidas en la masa del bizcocho… y me picó mucho la curiosidad. Y este bizcocho de mandarina tiene una combinación de sabores suculenta, porque el cardamomo que lleva la masa le va fetén a la mandarina, y además se empapa en caliente con un almíbar de zumo de mandarina con canela… slurp.
Por lo demás, este bizcocho no es más que un pan rápido, como llaman los norteamericanos a los bizcochos que no usan más que levadura para esponjar, es decir, que no llevan ningún batido de huevos ni claras ni ningún otro elemento que los haga esponjar. Es exactamente así como se hacen los muffins estilo norteamericano, solo con levadura (sí, esa es la diferencia entre las magdalenas y los muffins).
- 5 mandarinas
- 275 g de azúcar (o la cantidad equivalente de otro edulcorante sólido) (1)
- 300 g de harina (harina de almendra si queremos hacerlo sin gluten)
- Las semillas de 6 vainas de cardamomo, molidas (2)
- 1 cdta. de levadura química (sin gluten si queremos hacerlo sin gluten)
- 2 cdtas. de extracto de vainilla
- 6 huevos grandes
- El zumo de un limón
- 1 palo de canela
- Empezamos por cocer en agua tres de las mandarinas enteras, con piel y todo, durante 2 horas, sí, hasta que estén blandas.
- Dejamos enfriar, las cortamos para quitarles las posibles semillas y las trituramos bien, con piel, hasta obtener un puré.
- Agregamos los huevos y acabamos de triturar. Añadimos 220 g del azúcar (o cantidad equivalente de edulcorante sólido) y el extracto de vainilla, y mezclamos bien.
- En un bol tamizamos la harina (o la almendra molida) con la levadura y agregamos el cardamomo molido. Añadimos los sólidos a los líquidos y mezclamos bien, a mano o a máquina. Si es con robot de cocina ojito con pasarse de batido, que se nos formaría gluten y nos quedaría un bizcocho pétreo. Hay que batir lo justo hasta que se mezcle.
- Calentamos el horno a 180º (con aire) / 200º (sin aire). Untamos de mantequilla y enharinamos un molde redondo, o lo forramos con papel de hornear, como más nos guste. Vertemos la mezcla y alisamos la superficie con una espátula.
- Cocemos el bizcocho 30 minutos sin aire, hasta que suba bien. Para acabar de hacerlo y dorarlo continuamos la cocción otros 20 minutos con el aire conectado, a 175º. Si no tenéis aire en el horno, no pasa nada, pero igual necesitáis algo más de tiempo.
- Mientras tanto preparamos el almíbar. Extraemos el zumo a las dos mandarinas restantes y al limón; lo ponemos en un cazo al fuego y agregamos el resto del azúcar (o endulzante). Añadimos el palo de canela y cocemos unos 3 minutos. Reservamos caliente.
- Cuando el bizcocho esté listo (lo pincharemos en el centro con una brocheta), lo sacamos a enfriar sobre una rejilla e inmediatamente lo rociamos con el almíbar; para que penetre mejor es aconsejable hacerle al bizcocho algún que otro agujerillo con una brocheta fina.
- Dejamos enfriar.
(2) Parece mucho, pero no lo es porque el sabor de las mandarinas es muy dominante.
El aroma mientras el bizcocho está en el horno es mareante de bueno. Y después de sacarlo del horno también. Este bizcocho es sin duda una buena adición a mi escasa colección de bizcochos del blog. La receta original lleva almendra molida en lugar de harina (tendré que probarlo alguna vez), pero no me apetecía hacer el bizcocho tan pesado como una tarta de Santiago.
Estupenda la experiencia de cocer las mandarinas, pensaba que eso estropearía su sabor, pero no es así. El bizcocho sale muy jugoso, con una miga muy húmeda como se aprecia en las fotos, pero nada grasa, puesto que de hecho no lleva nada grasiento. Los purés de frutas pueden sustituir a la mantequilla en los bizcochos con gran éxito.
En resumen, no puedo sino recomendaros este bizcocho de mandarinas, por su sabor y su aroma. Que por cierto, gracias a Naranjas King por las mandarinas y porque estaban francamente buenas.
La chefa recomienda
¿Más dulces con cítricos?
- Tarta de naranja
- Crema de limón o lemon curd
- Piruletas de Martini con naranja
- Tarta Shaker de limón
- Bizcocho de limón
Probadme este bizcocho de mandarinas porque no os defraudará. Palabrita de El invitado.
BegoÑa dice
Vaya descubrimiento! Nunca había hecho un bizcocho demandarina y tampoco con puré de frutas. Una idea fantástica. Éste seguro que lo hago en Navidad. Una pregunta…al cocer las mandarinas, ¿se despega bien la piel, no quedan las hebras en el puré? El cardamomo seguro que le da el toque fetén al bizcocho. Gracias por la receta, me ha sorprendido gratamente.
Besos
Miriam Garcia dice
No, las mandarinas van enteras, con piel y todo. Besos.
BegoÑa dice
Uy, qué curioso… Gracias!
manu dice
No veas como me ha gustado este bizcocho. Vamos, que tengo unas ganas de hacerlo tremendas. Me gusta esta manera distinta de realizarlo.
Besos
A mí lo que me gusta es cocinar dice
ohhhhh!!! esta la quiero probar!!! 🙂
Cristina dice
Nunca probé un bizcocho de mandarina ,lo probare.
Besos cris y Laura.
pilar dice
No soy muy dulcera pero…. me ha cautivado la imagen y…. al leerlo he saboreado y he aspirado un aroma de mandarina que me ha invadido los sentidos guauuuu. A ver si me atrevo con mi horno. Gracias por compartir
carmen dice
Me encantan las mandarinas y en cuanto que he leído bizcocho de mandarina, se me han ido los ojos.
éste tengo que probarlo, así que con tu permiso, me gusardo la receta.
besitos y feliz día
meimei dice
ay hija, que he hecho el bizcocho y está de sabor estupendo! pero bruta de mí, leí mal, y donde decía que poner el horno a 200 sin aire, pues voy y lo pongo a 180, sin aire ni na…pues que le faltó cocción, claro. Pero su sabor era rico y no empalagoso… falllaba la textura.
Miriam Garcia dice
Ains, cómo están las cabezas! XD. Gracias por haberlo probado!
Patricia dice
El bizcocho es de sabor de alta cocina, muy interesante, pero la textura un poco «gomosa». Aunque me encanta la idea de sustituir la mantequilla por puré de frutas, me pregunto si la textura mejoraría al añadirle algo de grasa…¿sería una barbaridad añadirle aceite de oliva?
Gracias por la receta, todas las tuyas apetece hacerlas y comerlas.
Miriam Garcia dice
Sí, tiene una consistencia curiosa. No creo que fuera una barbaridad añadirle aceite de oliva, pero o sustituyes una parte del puré de mandarina por él, con lo que el gusto se resentiría, o tendrías que aumentar en la misma proporción la cantidad de harina y demás ingredientes.
Maruja dice
¡Exquisito! ¡Cada vez que paso por la cocina me corto otro trocito! Le puse una mezcla de harinas, incluyendo espelta, ya que últimamente estoy experimentando. La textura estupenda.
Miriam Garcia dice
Me alegro!
Elena dice
Hola Miriam, se me ha hecho irresistible este bizcocho, como casi todo lo que publicas. Ya tengo todos los ingredientes para ponerme manos a la obra, pero tengo una duda. Me gustaría que el bizcocho resultara rico también para mis dos hijos, de nueve y seis años, pero tengo mis dudas por la cantidad de cáscara de mandarina, por si queda demasiado fuerte/amargo. ¿Convendría echar quizás una mandarina entera y dos peladas pensando en los niños, o el azúcar matiza suficientemente el amargor?
Mil gracias por contestar y por todo lo que nos propones. Nada cae en saco roto.
Miriam Garcia dice
Hola, Elena, efectivamente se nota un punto amargo de la cáscara de las mandarinas, así que puedes reducir la cantidad de cáscara (al tiempo que aumentas un poco el azúcar) o sencillamente usar las mandarinas sin cáscara, para lo cual además te puedes ahorrar perfectamente el cocido ;).
Elena dice
Hola Miriam, soy la de ayer, la de los dos niños. Os comento mis peripecias con el bizcocho, por si alguien se ve en la misma situación. Finalmente decidí no echar la piel de la mandarina porque así me evitaba la cocción, y resultó que en lugar de tener un puré me salió un zumo espesito. Yo, en una actitud muy española, hice como si no pasara nada y seguí con la receta adelante hasta que llegué a la foto de tu masa final, espesa y consistente, frente a la mía, un liquidurrio espesillo con bastante buen sabor. Decidí arreglarlo añadiendo harina (a ojo) y levadura (a ojo también) hasta que me pareció que las masas eran más o menos parecidas. (Hija, no se me ocurrió otra cosa)
Tras el horneado, al pinchar el bizcocho temí haber hecho un bloque que no tendría más remedio que reconvertir en torrijas, pero luego resultó estar razonablemente aceptable. Ahora, creo que las variaciones de saber deben de ser grandes: al no tener la cáscara de mandarina el cardamomo se nota bastante, pero para mi gusto es todo un acierto porque le da un toque muy sofisticado. Por otro lado el sabor de la mandarina se diluye bastante (y eso que las compré ecológicas, para que no fueran gomaespuma). Únicamente se notan los cítricos en la corteza por el almíbar que se echa por encima (delicioso).
En resumen: en mi opinión, por tu descripción y los comentarios que he leído, el bizcocho se debe de descafeinar bastante si no se le echa la piel de las mandarinas, pese a seguir estando rico. Para colmo, a mis hijos, que son bastante tragaldabas pero tienen el clásico paladar golosón de su edad, no les gustó.
Conclusión: recomiendo no tocar la receta porque pierde mucha gracia y al final los niños no se lo comen. :S :S :S
Miriam Garcia dice
Jajaj, muchas gracias por compartir tus peripecias. Hombre, yo suponía que quitando la cáscara el sabor no iba a ser tan acusado, claro… pero bueno, también tendrá que ver con que haya que añadir más harina para compensar la falta de solidez del puré. Abrazos.
Julia Marin dice
Los bizcochos no es que me vayan mucho pero palabra que pruebo esta receta con mandarinas.
Muchas gracias!
Denia dice
Hola . Hice el bizcocho . Rico pero es verdad que la masa es húmeda y densa. No subió tanto como el tuyo de la foto. ¿Será problema de temperatura en mi horno? Lo hice como indicas. En general los bizcochos no me suben tanto como veo en las fotos de otros cocineros ni mucho menos.
Miriam Garcia dice
Sí, si los bizcochos no te suben bien puede ser que tu horno no caliente suficiente. Por eso a mí me gusta usar un termómetro de horno, para estar segura de que se alcanza la temperatura adecuada. Saludos.
Karol Salinas dice
¡Qué cosa más fantástica la de poder descargar las recetas en PDF! ¿Es función nueva? no lo había notado… llevo más de un año pasándome por aquí 🙂
Miriam Garcia dice
Jeje, la puse no hace mucho, no recuerdo cuando. Me alegro de que te sirva.