El porqué de este ajillo de pollo a la almeriense… El ajillo moruno almeriense es distinto del ajillo más conocido por estos lares, pero es delicioso. ¿Cómo lo sé? Porque hará unos 25 años lo comí en un pueblecillo minúsculo colgado de la montaña (podría ser Huebro) en Cabo de Gata, en un humilde bar con mesas de plástico y manteles de hule. Me debió saber tan bueno que aún me acuerdo del tal ajillo.
La receta del ajillo de pollo de Almería
La receta procede de uno de mis recetarios favoritos, del que ya he hablado en otras ocasiones, el Vivir para comer en Almería, de Antonio Zapata (del que tenéis en el blog estos fantásticos alfajores almerienses). Dice don Antonio:
El ajillo en Almería es bastante peculiar y suena mucho a moruno, con sus almendras, su abundancia de especias y el tipo de carnes que se suelen guisar en él. Luego viene el añadido del pimentón que, como vengo repitiendo por doquier, es una constante en la cocina popular almeriense.
Es una comida muy extendida por toda la provincia y de las pocas que se pueden encontrar con relativa facilidad en restaurantes, figones, bares y tabernas. Parece que su origen más probable es el Campo de Níjar […].
Según cuenta se suele hacer con conejo, cordero y choto, y además de llevar el ajo que le da nombre, lleva pimentón, comino, clavo y canela. Slurp. También hay lugares en los que le añaden tomate fresco, tomate seco o pimiento seco en lugar del pimentón, así como vino blanco en lugar del agua.
He hecho un híbrido porque no me pude resistir a usar tomates secos, creo que tienen un gusto dulzón y fantástico que no tienen los tomates frescos. Y cómo recuerda este guiso a la pepitoria manchega, con sus ajitos y las almendras y el pan frito para espesar la salsa…
- 1,5 kg de pollo en trozos
- 30 almendras
- 1 buena rebanada de pan
- 5 dientes de ajo
- 5 tomates secos en aceite
- Pimienta en grano al gusto
- 1 trozo de canela en rama
- 1 clavo
- 1 pellizco de cominos
- 1 1/ 2 cucharadas de pimentón
- 250 ml de vino blanco
- Aceite de oliva para freír
- Sal al gusto
- Cubrimos con aceite de oliva el fondo de una cazuela y sofreímos los trozos de pollo previamente salados a fuego vivo. Reservamos.
- En el mismo aceite sofreímos las almendras y la rebanada de pan. Reservamos.
- En un mortero majamos todas las especias con los ajos, excepto la canela y el pimentón. Las mezclamos con las almendras, el pan y los tomates secos y escurridos, y lo trituramos todo junto. Desleímos la mezcla con un poco de agua. Esta picada debe quedar un poco basta, sin triturar del todo.
- Dejamos solamente el aceite justo en la cazuela y sofreímos el pimentón un minuto nada más. Agregamos la mezcla de aderezos y un poco de agua. Acostamos los trozos de pollo sobre el ajillo.
- Añadimos el vino blanco y algo más de agua, si fuera necesario para casi cubrir el pollo, y dejamos que cueza despacito todo junto por lo menos tres cuartos de hora, aunque eso depende de cómo sea la carne. La carne del pollo debe quedar tierna. Agregaremos más agua si se nos espesa demasiado pronto y andaremos con cuidado porque como todas las salsas con pan se pega con facilidad.
- Cuando el ajillo de pollo esté listo salamos al gusto y le damos un hervorcillo para que se mezcle la salazón. Dejamos reposar un ratejo, con la tapa puesta, aunque mucho mejor si se hace el día anterior, así se asientan mejor los sabores y la carne se impregna.
Qué color más subido el de este ajillo de pollo, ¿no? Es lo que tienen el pimentón y el tomate. Al acabar el guiso lo desgrasé un poco, quitándole la coloradísima grasa que sobrenadaba para aligerarlo un pelín. Y ya sabéis, esta salsa se la podemos aplicar a otras carnes también. Con una buena carne de cerdo debe de estar mortal.
La chefa recomienda
Podéis consultar la receta del pollo al ajillo de toda la vida, para que comparéis vosotros mismos, y una reinterpretación en este pollo confitado al ajillo. Inconmensurable.
Este ajillo de pollo a la almeriense, igual que las patatas revolconas, puede encuadrarse dentro de la cocina bestial. Bestial de rica, repámpanos. Podemos degustarlo con algo de vino, del color que más nos guste que yo no soy racista. Y aunque no sea tradicional, le va bien un arrocito con azafrán.
Estorbin dice
Que bueno! Anoto, besos.
Patricia dice
Tiene una pinta estupenda, seguro esta semana lo haré, gracias por tus recetas y descubrimientos culinarios.
Miriam Garcia dice
Gracias a ti por la visita ;).
Ave dice
Enriqueta, se llama el bar, y si es en Huebro, una pedanía de Nijar. El único bar que hay, porque son cuatro casas y un enclave muy bonito.
Miriam Garcia dice
Ooooh, sigue ahí???
Manu CatMan dice
Esto tiene que estar de morirse … no conocía el guisote pero ganas d hacerlo no me faltan, primero la apple pie, y luego este … pues como que habría que probarlo y seguramente caer rendido a sus pies 😀
Feliz semana preciosa!
Miriam Garcia dice
Feliz semana, querido!
Nora dice
Ayyyyy, pero cada vez son mejores las recetas. Sin contar con que es obligatorio revisar los enlaces de otras que aparecen mencionadas. Excelente blog, una vez más
Miriam Garcia dice
:O muchas gracias, Nora!
Carolina dice
¡Voy a prepararlo ahora mismo! Solo una duda, ¿cuando añades la canela?
¡Gracias por la receta!
Miriam Garcia dice
Cuando digo que añado la mezcla de aderezos ;).
meimei dice
Querida Miriam, están bestiales estos pollos! Las he hecho hoy para mis churumbeles y mi hombre y todo el mundo se ha chupado los dedos . Un saludo!
Miriam Garcia dice
Jeje, me alegro, pues para los niños son un poquito fuertes quizá… bueno, yo es que puse un poco de pimentón picante.
meimei dice
yo no le puse …como era un plato familiar…pero le irá genial si es versión para adultos
Cristina dice
Impresionante receta muy rica , me encanta.
Besos crisylaura.
Ana dice
Que barbaridad!!!!! esto tiene que ser pecado mortal de necesidad !!!! Esta es la cocina de siempre que esta requetebuena, y por supuesto….me la apunto, ya tengo receta para el fin de semana !!! Gracias y enhorabuena por el blog
Miriam Garcia dice
Pues sí, un poco bárbara sí es la receta… Gracias y espero que la disfrutéis!
pi dice
En mi super Le Creuset se está cocinando para mañana. Seguro que está buenísimo.
Miriam Garcia dice
:O espero que os mole!
Míriam dice
Hola Míriam,
Qué fantástica receta! Ha sido verla y no poder resistirme a hacerla. La he publicado en mi blog, haciéndote referencia, por supuesto. Te dejo el link por si te apetece verla. Un saludo. http://dulcemuffin.blogspot.com.es/2015/06/ajillo-de-pollo-la-almeriense.html
Miriam Garcia dice
Gracias!
Pi dice
Hoy tengo 7personas a comer por mi cumpleaños y la receta elegida es esta. Nunca falla.
Miriam Garcia dice
Sí? Qué bien! Me alegro de que la disfrutéis y muchas felicidades!!
Pilar Sánchez dice
Buenos días, Mirian.
Aunque la receta la publicaste ya hace un tiempo, no quería dejar de comentarte como ha evolucionado en nuestra casa.
Evidentemente, al principio, la hacía tal cual, y es una maravilla. Pero desde hace un tiempo, mi hijo mayor es vegetariano, y en ese campo, a mi la imaginación se me acaba pronto. Así que voy haciendo adaptaciones, y este ajillo se lo añado a patatas cocidas, parece que tienen otra vida.
Anoche fue un espectáculo, hicimos guisantes para cenar y a mi hijo se le ocurrió hacerlos con este aderezo. MADRE MÍA, LA CUARTA DIMENSIÓN EXISTE.
Mis felicitaciones, una vez más, por brindarnos estos cachitos de felicidad.
Un fuerte abrazo.
Miriam Garcia dice
Jeje, me alegro, la verdad es que esa salsa es maravillosísima ;). Muchas gracias por venir a contármelo.
Jose dice
¿Chefa ? ¿Qué idioma es ? ¿O es una broma ?
Miriam Garcia dice
El uso de la cursiva no parece darte ninguna pista, ¿no?
«Las principales funciones de la cursiva son de énfasis y para señalarle al lector que un sintagma o una palabra común puede resultarle ajena por ser un neologismo, formar parte de una jerga o argot, adoptar una forma incorrecta o funcionar como metalenguaje, es decir, no formar parte del discurso con el sentido propio de las palabras». Lo explican aquí, por ejemplo.
Que el hecho de que en esta web solo la palabra chefa te incite a escribir un comentario dice mucho más de ti de lo que crees. De hecho, ni siquiera eres el primero que se sobresalta por esa palabra… Muy poquito original, vaya.