No lo sabéis aún, pero necesitáis hacer salsa chimichurri casera, porque empezaremos ya con las barbacoas, ¿no?
¿Quién no tiene un abuelo, cuñao, amigo, adicto a rostizarse y sudar la gota gorda frente a las brasas? ¿Qué tienen las barbacoas que atraen tanto a los hombres? ¿Tendrá el humo algún componente alucinógeno al que somos inmunes las mujeres?
Índice
La salsa chimichurri y su devenir
Yo conocí la salsa chimichurri en Galicia, mira tú, y me hice adicta. Por allí venden una mezcla seca para añadirle los ingredientes líquidos que solía usar en nuestros veranos gallegos; imagino que es una receta de ida y vuelta, por los muchos gallegos emigrados a Argentina. O no. Vete tú a saber.
La salsa chimichurri auténtica es una salsa agradablemente picantona que los argentinos (aunque también uruguayos y paraguayos) usan con profusión para las mundialmente famosas carnes asadas argentinas, embutidos e incluso pescados. Nos dice la Academia Argentina de Gastronomía:
Esta salsa picante que generalmente se emplea para condimentar las carnes asadas, chorizos y pescados (sobre todo en el Litoral) es elaborada a base de perejil, ajo, ají molido, sal, aceite y vinagre (hasta el siglo XIX se empleaba salmuera). Sin embargo, existen variantes en las distintas regiones del país, por lo que también puede llevar orégano, tomillo, laurel, albahaca, cebolla, etc.
La receta de la salsa chimichurri
- En definitiva, el chimichurri se parece a una vinagreta picante y con mucho hierbajo.
- Nada como hacer una salsa chimichurri casera con hierbas frescas. La receta que uso, con alguna que otra modificación, procede del blog de Cristina, argentina de pura cepa trasplantada a París. Esta es la receta de su familia y yo me lo creo a pies juntillas. Así que si no os gusta esta chimichurri, la culpa es suya, ea…
Y como empieza la temporada de las barbacoas, moragas y demás ágapes playeros, excursionistas y al aire libre, pues esta salsurria tan estupenda nos viene al pelo, oyes. Queridos lectores argentinos, que sé que estáis ahí, perdonadme la licencia de tratar esta salsa chimichurri con una familiaridad como si la conociese de toda la vida.
- 100 g de perejil
- 4 dientes de ajo
- 1 cda. de orégano fresco
- 1 cda. de guindilla en copos
- 1 cda. de vinagre blanco
- 100 ml de aceite de oliva o girasol
- ¾ cda. de sal
- Pimienta molida al gusto
- Picamos finamente el perejil y el orégano. Hay que picarlos, no meterlos en una batidora con todo junto y ya, ¡no seáis vagos! El que algo quiere algo le cuesta.
- Majamos bien los ajos pelados.
- Rompemos la guindilla o guindillas, les quitamos las pepitas y el pedúnculo, y las desmenuzamos a mano, no será difícil si están muy secas. También podemos triturarlas en una batidora potente o un molinillo de café, limpiándolo previamente.
- En un bol mezclamos todas las hierbas picadas con el ajo majado, la guindilla desmenuzada, el vinagre, el aceite y los condimentos. Homogeneizamos bien.
- Si preferimos hacer la salsa chimichurri un poco más fluida le podemos añadir algo más de aceite a nuestro gusto.
- Guardamos en un recipiente hermético en la nevera.
Consejos y dudas sobre la salsa chimichurri
- Esa cosa que está en la foto a la derecha se supone que es orégano fresco. Nunca en mi vida había visto un orégano con una hoja tan grande. Igual era mutante. O algo. Si de algo hay que morir, pues que sea de salsa chimichurri mutante.
- Y no sé si el ají del cono sur equivale exactamente a nuestra guindilla en lo que a picor se refiere. Pero con graduar la cantidad de guindilla al gusto de cada cual, todos contentos.
- En cuanto a la conservación de la salsa chimichurri, la presencia del aceite y del vinagre permite que los hierbajos se conserven relativamente bien durante por lo menos una semana, siempre y cuando guardemos la salsa en la nevera y mejor en un tarro hermético, porque las hierbas tienden a oscurecerse y perder sabor por la oxidación con el aire.
La chefa recomienda
¿Más salsas para vuestras barbacoas? Aquí tenéis unas cuantas:
Seamos sinceros: la salsa chimichurri está rica con cualquier cosa, con un buen filetón, una hamburguesa o un pollo a la brasa, pero si mojas un buen pan en ella ya puedes morirte feliz. Palabrita de honor.
Patricia dice
Una pinta fabulosa y además es que tiene que estar deliciosa esta salsa! bss
Miriam Garcia dice
Lo está, para mojar pan!
Robin Keunek dice
I am a chef in America, and I love your recipes! The pictures help because my Spanish is not great. I hope you have an English translation on your site someday. In the meantime, keep up the great work – love your website, too!
Robin
Miriam Garcia dice
Thank you so much, Robin! I used to publish my recipes both in English and in Spanish, but unfortunately I don’t have the time anymore. Cheers!
Begoña Fdez. de Villarán Rezola dice
Me viene al pelo!!!! Me han invitado el día 20 a una barbacoa y quiero sorprenderles con algunas cosas diferentes…. esta salsa va a ser una de ellas!!!
Un saludo, Begoña
Miriam Garcia dice
Jeje, me alegro, que les guste!
Ana María dice
Yo siempre he pensado que la chimichurri era roja. Al menos, es lo que se ve por ahí. Menos mal que p’a desfacer entuertos culinarios y supongo que de los otros también, está Miriam.
Un besito
Miriam Garcia dice
Jeje, bueno, habrá mil fórmulas. Seguro que las que se ven más rojizas tendrán más ají y menos hierbas, supongo. Besos.
Albahaca Fresca dice
Me encanta la salsa chimichurri, la probé en Asturias por primera vez y después en Argentina de donde me enteré que venía. De acuerdo contigo en lo de los hombres y las barbacoas 🙂
Saludos
Miriam Garcia dice
Sí, verdad? No sé qué tienen 😉
jETSA dice
Siempre la he probado de las que vienen preparadas en bote, y aunque me han dicho mil veces que es fácil de hacer no tenía ninguna receta.
Gracias por compartir
Por cierto estoy de sorteo 😀 Si os queréis apuntar:
http://jetsaylacocina.blogspot.com.es/2015/06/sorteo-ebook-sos-hay-un-erizo-en-mi.html
Un abrazo
Mariela dice
Hola! Te leo siempre desde Argentina, te escribo para contarte una curiosidad sobre el nombre del chimichurri, parece ser que en el momento en el que se hicieron las vías de ferrocarriles desde buenos aires a otras ciudades vinieron trabajadores ferroviarios ingleses y encantados con esta salsa rioplatense la pedían a la voz de ´give me curry´ que al asador le sonaba algo así como ´chi mi churri ´y así bautizó su salsita.
Saludos de Mariela desde Villa General Belgrano, Córdoba, Argentina
Miriam Garcia dice
Hola, Mariela, muchas gracias por la historia tan divertida ;).