Soy de la cofradía de las torrijas de leche desde pequeña no solo porque están mortales, sino porque son una muestra más de la alquimia del genio culinario popular, que convierte un cacho de pan sentao de lo más humilde en un dulce cremoso y estupendo. Una receta de aprovechamiento que es una exquisitez. Así que vamos a ver cómo hacer torrijas.
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Índice
La historia de las torrijas
Sí, porque eso del pan exprofeso para hacer torrijas es una modernidad. Las torrijas se hacen con pan duro.
Dicen las lenguas de doble filo que la torrija de leche es un dulce añejo, que aparece documentado ya en el siglo XV, y que era muy popular en la capital del reino. De ella nos cuenta el Sr. Martínez Llopis en La dulcería española:
Al hablar de la dulcería cuaresmal matritense no es posible olvidar la popular «torrija», dulce de confección casera al alcance de las economías más modestas que no podía faltar en las comidas cuaresmales de ningún hogar madrileño, ni tampoco en gran parte de las tabernas, pues, curiosamente, la torrija era la única golosina que toleraban para acompañar sus libaciones los inveterados bebedores que las frecuentaban.
Y en La cocina típica de Madrid:
El pueblo madrileño tenía delirio por las torrijas, que se preparaban en distintas modalidades, basadas fundamentalmente en la disponibilidad económica de cada casa: en los hogares pudientes llevaban leche azucarada y abundante huevo, que les daba un aspecto apetitoso, bien doradas en la superficie, se deshacían suavemente a la presión de la lengua y esparcían el aroma de la canela; un punto inferior en la escala de perfección tenían las de las casas modestas, huérfanas de huevo, bañadas en almíbar y espolvoreadas de azúcar y canela; por último, las que se ofrecían de preferencia en las tabernas, la leche era sustituida por vino tinto y se bañaban en huevo, espolvoreándolas después con azúcar, pero las había peores, como recordarán algunos médicos muy veteranos que estudiaron en la vieja facultad de San Carlos, y probaron las que se vendían en una tabernucha situada en la calle de Atocha, casi esquina a la del Doctor Mata, llamada Casa Valderrama, donde se ofrecían por la módica cantidad de veinticinco céntimos, una torrija y un chato de vino; la torrija, según afirmaban lenguas mendaces, se hacía con el pan sobrante del Hospital y el vino tenía más afinidad con el agua de Lozoya que con el Valdepeñas cuyo nombre ostentaba.
Este señor respiraba poco hablando de cómo hacer torrijas, menuda parrafada sin puntos y seguido ni nada. Que por cierto, todavía hay en Madrid baretos donde es típico ofrecer una torrija con un chato de vino dulce… ñam.
La receta de las torrijas de leche
- Hay muchas formas de hacer torrijas, pero reconozco que con esto yo soy muy racista.
- No me gustan de almíbar ni de vino, solo de leche y bañadas convenientemente en azúcar con canela. Ni miel ni nada que se le parezca.
- A juzgar por lo que dice el señor Martínez Llopis, soy forofa de la torrija pudiente. Esa soy yo.
Vídeo: cómo se hacen las torrijas de leche
En 2 minutillos de ná:
Antes de ponerte manos a la obra:
- lee la receta completa o mira el vídeo,
- asegúrate de que tienes todo lo que necesitas y
- entiende el proceso.
Dificultad: hay que asegurarse de que el pan se empape debidamente, porque la cremosidad interior de las torrijas depende directamente de ello.
Cómo hacer torrijas. Torrijas de leche
- 1 barra de pan
- 1 litro de leche
- 60 g de azúcar (o cantidad equivalente de vuestro edulcorante favorito)
- 1 palo de canela
- 2-3 huevos batidos
- Aceite de oliva suave para freír
- Azúcar adicional para espolvorear (o edulcorante granulado)
- Canela en polvo adicional para espolvorear
- La barra será del día anterior. La cortamos en rebanadas de dedo y medio de gordas en oblicuo para que las torrijas queden de la forma tradicional como oblonga. Reservamos.
- En un cazo ponemos la leche con el azúcar y el palo de canela; llevamos a ebullición y apagamos el fuego para que no se salga. Dejamos en infusión tapada dos minutos.
- Ponemos las rebanadas de pan en una fuente grande que pueda contener la leche, en una sola capa para que se bañen bien. Vertemos la leche por encima de todas ellas, no hace falta que sea toda.
- Dejamos que pasen un par de minutos y vertemos más leche si vemos que las torrijas chupan mucha; el pan absorbe una cantidad ingente de líquido, siempre más de la que uno cree. Podemos volver a añadir un poco más de leche otra vez más. Puede que no necesitemos usar la totalidad de la leche, depende del tamaño y capacidad de absorción de la barra de pan.
- Dejamos reposar las rebanadas una media hora en la leche y después ya podemos pasar a freírlas.
- Batimos los huevos en un plato hondo y grande, y ponemos el aceite en una sartén amplia, por lo menos un dedo de aceite. Lo calentamos a fuego medio, hasta unos 170º-175º (un truco es poner una peladura de naranja en el aceite: cuando chisporrotee significa que el aceite está listo (1)).
- Dejamos preparado un cuenco con azúcar adicional al que añadiremos canela molida al gusto, para luego espolvorear las torrijas según salgan del aceite.
- Cuando el aceite esté caliente vamos tomando las torrijas de una en una y pasándolas por el huevo antes de depositarlas en el aceite. Hay que tratarlas con mucho cariño porque se desbaratan con facilidad.
- Freímos las torrijas un par de minutos por cada cara, nunca más de dos o tres torrijas a la vez para que no se enfríe mucho el aceite, hasta que estén doradas, y las sacamos a escurrir sobre bien de papel de cocina. Las espolvoreamos de inmediato con la mezcla de azúcar y canela, y dejamos que se enfríen. A disfrutar.
(2) El edulcorante granulado que uso es tagatosa, que endulza el doble que el azúcar, por lo que hay que poner la mitad.
8 Consejos para hacer unas torrijas de leche fetén
- El pan debe tener la miga razonablemente densa, es decir, que por mucho que las torrijas sean un plato de aprovechamiento no se pueden hacer con esa chapata que os ha sobrado, porque la miga debe ser capaz de retener suficiente leche para que el resultado sea cremoso.
- El pan tradicionalmente tiene que estar reseco para que absorba mucha leche y luego la torrija quede jugosa y cremosa por dentro. Nunca he probado a hacer torrijas con esos panes de leche blandurrios que se suelen ver últimamente con la denominación de pan para torrijas. A mí los panes tipo Bimbollo me dan mucho repelús, así que no sé cómo saldrán (ni nunca lo sabré). Repito que el origen de las torrijas es el aprovechamiento del pan y el pan sentado absorbe más leche que el pan fresco. Sé que hay panes tipo molde con miga densa, con sabe dios qué ingredientes asquerosos, y con ellos las torrijas salen cuadradas. Siento deciros que las torrijas cuadradas me dan ganas de llorar.
- Si no habéis comprado el pan el día anterior y no está seco, podéis cortarlo en rebanadas y dejarlo unas horas para que se reseque. Al estar cortado se seca antes. Y si ya queréis hacer cosas rarísimas, no tenéis más que meter las rebanadas apiladas en un plato un rato en el microondas (sin pasarse, no las vayáis a torrar) y dejarlas enfriar después al aire. Pero vamos, si os organizáis y compráis pan el día anterior no hay que hacerse tantas complicaciones.
- Si el pan para torrijas es casero, ya os podéis morir felices.
- Hay que tener paciencia y dejar que las rebanadas absorban perfectamente la leche, porque si no se mojan en todo su grosor luego notaremos partes secas al comerlas. Y el interior de la torrija debe quedar como crema en toda su extensión.
- El aceite debe estar a la temperatura indicada en la receta al meter las torrijas, ni frío ni demasiado caliente que la cosa se arrebate en un pispás.
- Las torrijas de leche guarrean muchísimo el aceite porque pierden leche (el rebozado de huevo no las hace herméticas, pardiez) y esos residuos lácteos se requeman y acaban por mancharlo mucho. Por eso, si estamos haciendo una tanda generosa de torrijas puede ser necesario cambiar el aceite a mitad de fritura para que todas las torrijas de leche nos salgan igual de bonitas o, cuando menos, colarlo bien.
- Las torrijas conservadas con esmero duran en buen estado un par de días, pero se deben guardar en el frigorífico puesto que llevan leche y pueden agriarse. Hay quien las baña en leche por fuera una vez fritas; a mí personalmente eso me parece un horror, pero allá cada cual. Eso sí, os desafío a que os duren lo suficiente para que sea agríe la leche.
La chefa recomienda
¿Queréis el menú completo de Semana Santa? Pues aquí tenéis un buen potaje de garbanzos, bacalao y espinacas. Y si queréis haceros vuestro propio pan para las torrijas, tenéis esta versión de pan abriochado y de miga firme, con el que hice estas torrijas de crema, empapadas en crema inglesa. Ñam.
Y más dulces tradicionales:
Igual he destapado la caja de los truenos con todas las afirmaciones categóricas que he vertido en este artículo. A ver si estoy tentando a algún troll… materialízate, hombremujé.
Que las polémicas dan mucha repercusión a los artículos, hay quien usa esta técnica to’l rato. Vamos a discutir sobre cómo hacer torrijas y torrijas de leche, que ya es Semana Santa. Y os veo muy relajados.
Izas dice
Me ha encantado!!!! Así sin más, esas son mis preferidas!!!Nosotros esperamos air a un pueblo de La Rioja para tener ese pan sobao inigualable para hacer tostadas, que se traga casi dos litros de leche, el jodio, pero que te puedes morir de gusto cuando le metes un bocao…
Miriam Garcia dice
Sí!! No me quería poner más exigente e indicar pan sobao, pero cuanto más prieta es la miga, mejor!
Manu CatMan dice
Se ha adelantado usted… el miércoles voy yo con algo muy parecido a este post. Lo que pasa es que usted tiene mucha más gracia, vive Dios que sí. Al señor este que habla sin comas, ni puntos, ni ná… reconocozco que lo he aguantado 2 líneas y he abandonado. Y conste que tengo mucha tendencia a escribir como él, pero no he podido, no me lo tenga en cuenta vuesa merced, yo soy admirador suyo, y del señor este, ciertamente, no.
Muaaaks
Miriam Garcia dice
Así andamos todos, esclavos de las distintas épocas, no? En Semana Santa, torrijas, en verano helados, para San Valentín, moñeces variadas… en fin XD. Pues este señor es majo, eh? Hay que darle tiempo, porque cuenta cosas mu bonitas. Espero tu post, a ver si aprendo algo. Abrazos.
Pilar Mazorra dice
¡Buena pinta! En Cantabria hacemos las tostadas, es un postre típico de Navidad parecido a la torrija, solo que la leche se infusiona con corteza de limón y canela, y el pan se fríe en mantequilla, no en aceite, y luego se les pone un almíbar de miel con un palito de canela. ¡Riquísimas, de veras!
Miriam Garcia dice
Ay madre, eso no lo conocía yo. Fritas en mantequilla! Inconmensurable!
Carolina dice
Mmmmmmm, sin duda estas son mis torrijas!!
En casa no las entendemos de otra manera, yo las hago igual, solo le añado un toque de limón o naranja a la canela en la leche, pero por lo demás esta es la receta de LAS TORRIJAS 😉
Miriam Garcia dice
Eso, seamos dogmáticos!! Las torrijas de leche al poder! XD
Raquel dice
Me encantan las torrijas, y todos los años tengo el mismo problema con el pan, no hay manera de encontrar una panadería que haga pan de verdad, con una miga medianamente densa apta para torrijas y el pan especial para torrijas no me convence (sí, hereje de mí, lo he probado). Este año estoy pensando en comprar la barra normal de toda la vida y dejarla endurecer, a ver si cuela. Es una pena que en un país tradicionalmente productor de trigo, ahora la mayoría del pan venga congelado, precocido y porquerías varias.
Miriam Garcia dice
Pues sí, el tema del pan da pena…
BegoÑa dice
Mis torrijas preferidas!! En realidad, las únicas que tomo, porque las de almíbar o vino no me gustan nada. Y cuanto más bañadas estén en leche y más jugosas queden por dentro, mejor. Placeres que deberíamos gozar durante todo el año….
El señor «sin puntos» me ha gustado, au que agota un poco leerlo seguido.
Esta tarde hago torrijas, hale, me has «picado»
Miriam Garcia dice
Sí, el señor sinpuntos escribe cosas interesantes, aunque ahora nos cuesta leer párrafos tan largos, especialmente en una pantalla! Estamos echados a perder XD. Venga, a hacer torrijas!
Eduardo Fernández dice
Me queda la duda de la temperatura a la que la leche hay que derramarla sobre las torrijas
Miriam Garcia dice
Pues casi hirviendo, la que le queda a la leche después de apagar el fuego cuando hierve y dejarla reposar un par de minutos.
anikaviro dice
Este año la Semana Santa me pilla lejos, ¡así que tu receta me va a venir de perlas!
Gracias 🙂
Miriam Garcia dice
:O torrijas internacionales! Qué responsabilidad! XD
Myddna dice
Me has dado una idea 😀
Investigaré cómo las hacía mi yaya quenpazdescanse porque se parecen muchísimo.
Miriam Garcia dice
Eso, las yayas tienen la clave de todo.
Teresa dice
Según mi leal saber y entender estas son las verdaderas torrijas. Inconmensurables. Lo demás es ponernos finolis. Ole por tu receta. Creo que caeran este finde… o el siguiente.
Miriam Garcia dice
Vivan las torrijas!
Fernanda dice
Sí que lo siento, pero he de decirte que yo soy de toda la vida de la cofradía de las torrijas con miel, igual de rancia que la tuya -aunque menos pudiente ;)- me temo… Pese a lo cual diré también que tanta acumulación de ciencia práctica es seguramente insuperable. Besos, y muy felices Pascuas, que veo que ya las estás preparando…
Miriam Garcia dice
Hereje!! XD. Felices fiestas, guapa ;).
Ana María dice
¡Olé tus torrijas!!.
yo he descubierto que dejando templar la leche no se me rompen, porque cuando vertía la leche hirviendo por encima, todas se me deshacían, y me ponía de los nervios.
Y también mi voto para las clásicas de toda la vida.
Hija, que marcha llevas con las recetas, que no nos da tiempo a hacer una, cuando ya nos colocas la siguiente.
¡Uff!!, que estrés 🙂
Miriam Garcia dice
Estoy hiperactiva! XD
Carmen dice
Así es como me gustan, las de siempre, sin aromatizar con cosas raras. No sé exactamente cual será el origen de las torrijas, pero el otro día en un libro de Ana Bensadon había una receta sefardí «Rebanadas de parida» que son torrijas. Me resultó curioso. Y supongo que originalmente las harían con pan duro pero duro, para aprovechar, no con pan especial. Y te doy la razón, cuando veo en alguna pastelería las torrijas perfectamente cuadradas me echan para atrás!
Un saludo!
Miriam Garcia dice
Sí, normal que aparezcan en un libro de cocina sefardí. Pero vamos, que se hacían con pan duro hasta hace exactamente cuatro días. Besos.
José Ramón dice
Buff, yo meto pan de bagette en una bolsa el día antes y se queda gomoso, y la corteza casi se pierde.
Las empapo con leche caliente hasta que se enfría y después como todo el mundo, huevo y a la sartén.
Es casi tan fina como las que hacen ahora con brioche pero sin brioche y el tono a mantequilla profundo.
Probad que son muy buenas.
Miriam Garcia dice
Pan de baguette? Y no tiene una miga demasiado llena de agujeros?
José Ramón dice
No, como la miga es tan suave, se queda como una crema, es deliciosa.
José Ramón dice
Por cierto, has probado los sapillos?
José Ramón dice
En mi pueblo se hacen en Semana Santa, SUBLIMES¡¡¡
Miriam Garcia dice
Pues ya estás mandándome una muestra XD.
angela dice
Tengo rebanadas de roscon de Reyes, uno que me salio mazacote.
Creo que voy a probar a ver que tal.
Y si no aqui tenemos un monton de hornos cn buen pan que lo hacen en obrador propio y no industrial asi que buen
pan no me va a faltar!!! Veremos y muuuchas ganas de probarlas!
Miriam Garcia dice
Ah, pues seguro que te quedan bien ;).
esperanza dice
Perfecto Miriam, así es una buena torrija. Lo demás son otras cosas, jejeje, viva el integrismo torrijil. Es broma, que a mi no me gusta ser categórica en nada, pero pardiez, cómo tú dices, esas cuadraditas y con almíbar me dan repelús. Yo haré mi barra, qué placer no tener que preocuparse por los alveolos, y con ella haré mis torrijas, prácticamente calcadas a éstas (también le pongo la piel de limón a la leche, pero mi mami que ya no está en este mundo de locos lo hacía, y es por no desairarla). Que pases una buena semana santa.
Miriam Garcia dice
Buenas vacaciones, querida!
Raquel dice
¡Buenas!
Me encantan las torrijas aunque en mi tierra, Canarias, me suena que no son demasiado típicas.
Me gustaría saber si recomiendas, sabes o conoces alguna receta de torrijas hechas con bebidas vegetales y no con leche, que no todos podemos =)
¡Un saludo!
Miriam Garcia dice
No puedo decirte porque nunca he probado torrijas que no lleven leche de vaca, pero yo que sí consumo leches de frutos secos no veo por qué no podrían quedar muy bien con una leche de almendras espesita o con una leche de arroz, que además es naturalmente dulce.
Rosa Gil Viana dice
Como siempre me ha encantado tu post yo también hago así las torrijas , bueno alguna vez he hecho con vino
Miriam Garcia dice
Vale, acepto pulpo como animal de compañía XD. Besos.
Elena dice
puuufffff, domingo con tus torrijas, me han salido buenisimas, para ser la primera vez.
Eres única!!!!, no cambies.
Un saludo desde Valencia
Miriam Garcia dice
Sí?? Caramba, qué ilusión! Me alegro, ya eres un poco más feliz XD. Gracias por contármelo.
Ana Castillo dice
¡Nada de pan especial para torrijas! Yo tengo desde ayer dos barras de pan candeal, de toda la vida, cortadito en rebanadas y tapados con un paño, para que se sequen un poco.
Y esta tarde mismo me pongo a hacerlas 🙂
Miriam Garcia dice
😉 bueno, si yo no abomino del pan hecho expresamente para eso, pero quiero que recordemos el origen de esta receta y que cualquier pan duro vale siempre que tenga una miga más bien prieta.
moncho dice
Déjeme decirle dos cosas, por favor. La primera es que, gracias a su vloj, he conocido -y me he enamorado- de la cocina española (vivo en México), honestamente desconocía la riqueza de platos, técnicas e ingredientes de las tantas regiones de España. Y la segunda, es que sus recetas, sus comentarios, la atención al detalle y en fin, el mimo que le pone, hace que uno no pueda sino estar al pendiente de cada nueva receta y morirser de ganas por llegar a casa a ponerlas en práctica.
Enhorabuena, muchas felicidades y muchas gracias por el esfuerzo que evidentemente le pone a sus recetas, y un gran abrazo desde las colonias!
Miriam Garcia dice
Pero qué bien hablan por allende los mares! Sin duda somos muchos más secos por estos lares ;). Muchísimas gracias, me alegro mucho de que disfrutes por aquí. Un abrazo ultramarino.
Alba dice
He aprendido a hacer torrijas gracias a esta maravillosa receta, y salen deliciosas (mi señor novio madrileño ha dado su visto bueno, así que supongo que esa era la prueba de fuego). Me encanta esta página, y lo cierto es que me ayuda un montón a mejorar mis habilidades culinarias (que, dicho sea de paso, no son malas).
Así que gracias por postear la receta porque ya me he hecho adicta. =)
Miriam Garcia dice
:O me alegro de contribuir a vuestra unión XD. Abrazos.
Glo dice
Queria comentar, con mucho detalle, que soy una entusiasta, bastante radical, de las torrijas bañadas, inmersas, empapadas, recaladas en almíbar, pero me ha llamado la atención la injusticia cometida con, el denominado «señor sin puntos» puesto que; ademas de numerosas comas; utiliza los «dos puntos» y el «punto y coma» puntuación suficiente, a mi entender, para hacer pausas y respirar: y lo he dejao pa otro dia.
¡Toooma parrafada! (con atraso de 5 años)
Jesús dice
Hola Miriam, si hacemos las torrijas con el pan de torrijas semibrioche de tu web, el procedimiento es el mismo ?
Aconsejas dejarlo duro o de un día para otro vale ?
Al llevar leche no las empapamos demasiado ?
Gracias y Salud !!
Miriam Garcia dice
El pan siempre es mejor que esté algo reseco, sea del tipo que sea. La leche que lleve en su composición no importa, puesto que el agua de la leche se ha evaporado o se ha combinado con el almidón de la harina en la cocción.
Pek dice
Yo si he probado sea pan, y al contrario de lo que parece no es más fácil que con pan normal, sino que simplemente es menos duro y viene aderezado con lo que a la leche no la tienes que echar nada. Y si, salen también muy ricas, y lo digo yo, que soy muy estricta!
Eva dice
Hola, Miriam. Tengo a mi compañero haciendo tu pan de torrijas para hacerlas mañana o pasado. Tenemos una duda muy del primer mundo: ¿cuál es el mejor aceite de oliva para esta receta? Seguro que con el AOVE corriente que solemos utilizar quedarían bien, pero, puestos a hacer torrijas una vez al año y con pan casero y leche fresca y todo, queremos sublimarlas. No entendemos nada de aceite. Se habla de picual, de hojiblanca… Pero nosotros no entendemos ni papa, sólo miramos que sea virgen extra y de lo más cerquita posible. Freírlas en mantequilla es una tentación muy grande pero vamos a ponernos ortodoxos por esta vez. ¿Qué nos recomiendas? (Te escribo desde Cataluña, aquí hoy no es festivo, lo será el lunes, y me voy ahora a hacer la compra semanal).
Miriam Garcia dice
Hola, Eva, pues precisamente no hay que ponerse nada finos con el aceite, al contrario, cuanto más suave e insípido sea, mejor. De hecho muchos cocineros prefieren usar aceite de girasol, que tiene menos sabor que el de oliva :).
Eva dice
¡Hola, Miriam! ¡Qué ricas quedaron las torrijas! Acabamos haciéndolas en aceite de oliva hojiblanca. Leí por ahí que es de sabor suave y que se suele usar en repostería (aunque digo yo que a veces en repostería también puede interesar el sabor potente). Aunque también leí que no es el que resiste temperaturas más altas, no sé.
Las torrijas, en cualquier caso, quedaron riquísimas. Muy cremosas y sabrosas.
Muchas gracias.
Miriam Garcia dice
Qué bien, me alegro, y gracias por venir a decírmelo ;).
Alejandro dice
Buenos días !
He hecho esta receta varias veces y me encanta pero quería preguntar si cambio el aceite a otro más barato de notará la diferencia?
Mi idea era hacerlo con aceite de girasol porque el de oliva está prohibitivo
Gracias!!
Miriam Garcia dice
No sé si llegaré tarde, pero no pasa nada por usar aceite de girasol :).