Esta receta procede de un cuaderno manuscrito de recetas que heredé de mi abuela María. Su ha publicado hace poco en su página unos mantecados muy parecidos (gracias a su receta conseguí aquilatar las temperaturas del horno… gracias, Su). Hace unos días hicimos limpieza y ordenación en nuestra buhardilla, que la tenemos en plan leonera (aún hay cajas sin abrir de la última mudanza… y hace ya nueve años), y lo encontró D. después de que yo lo hubiera dado por desaparecido hace ya años. Así que para celebrar este reencuentro decidí probar a hacer alguna de sus recetillas (¡por primera vez!) y de paso aprovechar el producto para regalar en Navidad… dos pájaros de un tiro.
Los mantecados son un dulce típicamente navideño. Según la web Sabor mediterráneo:
Entre el 1 de septiembre y primeros de diciembre la localidad sevillana de Estepa saca al mercado 20 millones de kilos de mantecados, polvorones, alfajores, roscos de vino … Porque Estepa es al mantecado, lo que Jabugo al jamón o Jijona al turrón. La tradición pastelera de Estepa hunde sus raíces en los árabes, pero la mantequera es bastante más reciente, posiblemente del siglo XV o XVI y trataba de dar salida al excedente de manteca de cerdo, que se producía con la matanza de todos los inviernos.
Si queréis saber algo más sobre los mantecados y sus diferencias con los polvorones, roscos de vino y alfajores, pinchad aquí.
En su cuaderno mi abuela llama a estos dulces «pastelitos de avellana», pero no pueden remediar ser igualitos que los mantecados… Yo he doblado las cantidades porque me parecían un poco escasas, aquí va la receta:
Mantecados de avellana
Salen entre 25 y 35, en función del tamaño del cortador.
- 200 g de harina
- 200 g de avellanas (al igual que recomienda Su, mejor avellanas naturales, os tomáis el trabajito de cascarlas, tostarlas y pelarlas, indolentes, que no cuesta tanto)
- 150 g de azúcar glas (o normal que se muele)
- 100 g de manteca de cerdo
- 2 cucharaditas de levadura
Como se ve en la foto de la receta, mi abuela no daba muchos detalles… es la típica anotación para alguien que sabe mucho de repostería popular y que no necesita que le expliquen todo. Pero esa no soy yo. En la primera prueba que hice de estos mantecados, por ejemplo, comprobé que el azúcar había que ponerlo glas, porque si no se hace así, se nota un lindo crunch-crunch en cada bocado, ejem.
En primer lugar se tuestan las avellanas sobre una bandeja en el horno calentado a 120 ºC, a mí me basta con unos 20 minutos. Vigiladlas estrechamente pasado este tiempo para que no se arrebaten en exceso. Cuando se ve la piel agrietada se sacan, se dejan enfriar y se les quita la piel con facilidad frotándolas entre los dedos. Mientras tanto se muele el azúcar si no usáis azúcar glas. Una vez frías y peladas las avellanas, se trituran bien en un robot (yo lo hago en Thermomix), pero sin pasarse para que no se engrasen. Se mezcla la harina de avellanas, el azúcar y la harina. Se funde la manteca de cerdo, en el microondas mismamente. La media cucharadita de levadura no me parece necesaria en absoluto, yo prescindo de ella. Se mezcla todo y se amasa un rato a mano, hasta conseguir una masa más o menos amalgamada, pero que se desmiga con facilidad (bueno, así son los mantecados, ¿no?). Puede ser necesario añadir algo más de manteca, de 10 en 10 gramos. Se extiende con un rodillo para dejarla más o menos de 1 cm de espesor (yo los dejé más finitos, pero se me fue la mano). Los bordes se abren, pero se pueden aplastar con los dedos para amalgamarlos. Entonces se elige un cortador de galletas compacto, un vasito o similar. Con lo de compacto quiero decir que no tenga formitas ni salientes, que yo la primera vez hice los mantecados con un monísimo cortador en forma de alce, superenano, pero las patitas de los alces, amén de tostarse más que el resto en el horno, acabaron todas amputadas, porque estos dulces son frágiles… qué masacre, cielos. Un minuto de silencio por las patas de los alces…
Bueno, entonces, se van cortando y se ponen en una bandeja con papel de hornear o una lámina de silicona, que se mete en el frigo por lo menos media hora para que se compacten un poco y la manteca se solidifique. Después se meten al horno precalentado a 180 ºC. A mí me basta con 10-12 minutitos con el aire caliente, pero eso sabéis que depende de cada horno. Hay que vigilar que no se quemen, pues unos hornos son más potentes que otros y la mitad de las veces la temperatura que indican los mandos tiene poco que ver con la que sufren los alimentos.
Cuando empiezan a dorarse por los bordes, se sacan y se pasan a una rejilla. Se dejan enfriar y se pueden espolvorear de azúcar glas por encima (para mi gusto ya llevan ellos suficiente azúcar en sí mismos, se puede reducir). El aroma a avellana llena toda la casa… Son tan fáciles que me extraña que no sea más habitual hacerlos en casa.
¿Más dulcecillos navideños?
Aprovechando la coyuntura de estos dulces navideños, os deseo que paséis unas buenas fiestas, que Papá Noel o los Reyes o ambos acierten con los regalos, que veáis las mismas películas de todos los años… Os dejo en buena compañía, con una película que siempre me recordará a las Navidades… con mi padrino y supongo que el de varias generaciones…
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Kako dice
Miriam, yo no conozco nada de estos dulces tan típicos de ustedes, todos me parece deliciosos, siempre con frutos secos y texturas deliciosas.
Que fortuna el que hayas encontrado ese cuaderno, es toda una reliquia, no lo pierdas más de vista.
Besos y felices fiestas.
Erika dice
Que lindo leerte. Tus mantecados me parecen super! Buenísimo todos los detalles que explicas para no equivocarse. Las recetas así viejitas y manchadas me parecen el mejor tesoro del mundo.
No somos de comer avellanas no es algo muy común por acá pero me tentaste y cuando sea la época y las vea seguro que los pruebo
Te deseo una muy feliz Navidad
Cariños
Su dice
Querida Miriam, que entrañable el post, las recetas de antes, la maravillosa letra de las abuelas-podía aprender de ella mi hija pequeña, que me tiene frita con la letruja que hace…
Desearte lo mejor para este año que entra y gracias por todas la cosas que compartimos.
Un beso desde una lluviosa Mancha!!
Carlos Dube dice
Hola Miriam. Me parece fascinante el mundo de las recetas antiguas y añejadas como la que hoy nos presentas, que encima es de tu abuela, o sea lo tiene todo para ser una receta muy especial.
Desde luego nada que ver la práctica del 'avellanismo' natural al de bolsa, seguro que gracias a estos pequeños grandes detalles pasan de ser unos mantecados buenos a mantecados suculentos.
Mantecados de 10, como las fotos. Felices fiestas.
Un saludo.
TROTAMUNDOS dice
Hola Miriam, magnifico post me encantó.
Te deseo que pases unas fiestas estupendas con tu familia y que disfrutéis de estos días de fiesta.
Un besote muy fuerte y FELIZ NAVIDAD¡¡¡¡¡
Ben dice
Estoy de acuerdo que son perfectos para regalar esta Navidad 😀
Te dejo mis mejores deseos para esta Navidad, que tengas un próspero año nuevo y que te la pases de maravilla con tus seres queridos.
Abrazos!
Alicia dice
Espero con ansia el día de Navidad cuando espero tener la fortuna de probar los mantecados de avellanas que ha preparado Miriam
Miriam dice
Sra. Kako: besos y feliz Navidad!
Sra. Erika: feliz Navidad!
Sra. Su: tienes razón, lo de la letra… es que ahora no se exige como antes que la letra sea perfecta y creo que es una pena, la verdad. Felices fiestas y año nuevo! Nos seguimos leyendo 🙂
Sr. Carlos: felices fiestas!
Sra. Trota: feliz Navidad, un beso!
Sr. Ben: un abrazo!!!!!
Sra. Alicia: eso será si te portas bien…
Andrés dice
Pues Feliz Navidad para ti también Miriam!!!. Un post muy chulo.
Un placer haberte conocido. ¡Saludos y a disfrutar de estos días!
Un beso.
Kako dice
Gracias por acompañarme durante el año. Espero que disfrutes de las fiestas y que el nuevo año venga cargado de éxitos, buena salud y trabajo.
Un abrazo grande!
La cuina vermella dice
Querida amiga, tu post nos ha emocionado, cuanto amor que hay en él. Sin duda una receta para guardar como oro en paño.
Un beso enorme y mucha luz para este año que a punto estar de empezar.
Zerogluten dice
No sé si te ha llegado un comentario que te he hecho, pero me ha dado error y quería que supieras que me ha encantado la entrada. Me parece de lo más completa. Llena de recuerdos, de buena mesa, de buen cine, de humor y de mis mismos adornos de Zara home, jaja.
Muchos besitos sin gluten y Feliz Navidad Miriam
Miriam dice
Sr. Andrés: un beso!
Sra. Kako: gracias a ti, un besote!
Sres. Cuiners: mis mejores deseos para vosotros también!
Sra. Zerogluten: jaja, es que son requetemonísimos y baratísimos los adornos estos. Un besote! A ver cuándo volvemos a coincidir en un cursito!
M.Ángeles (Spoom) dice
Qué mantecados… para tomar con una copa de ese vinito especiado!! Vaya vicio. Pero sobre todo qué entrañable receta. Gracias por ponernos la foto de algo tan precioso.
Y ya sólo faltaba la gran familia ¡ambiente navideño a tope, por supuesto que sí!
Besos y feliz 2010!!
Miriam dice
Sra. Spoom: un felicísimo y prosperísimo 2010 para ti, nos vemos!
Boire dice
Buenas noches Sra. Miriam.
De nuevo yo y mi eternas dudas; posiblemente infantiles, pero dudas al fin y al cabo. En esta receta solo una, ¿para que se utiliza el poco de aceite?
Muchas gracias.
Guestofwinter dice
Pues tienes razón, no usé el aceite para nada porque aparece como ingrediente (por eso lo copié), pero en las instrucciones no se utiliza. Lo quito de la lista.
Ana dice
Hola, quería saber si se puede utilizar en vez de manteca aceite de oliva y si son los mismos gramos de manteca pero de aceite. Me encantaría hacer la receta, pero con aceite.
Gracias de antemano.
Miriam Garcia dice
No se puede utilizar aceite en la misma proporción, la manteca tiene otra consistencia. Yo no he probado a hacerlos con aceite, por lo que tampoco te puedo garantizar cómo saldrían. Imagino que se podrían adaptar, reduciendo la cantidad respecto a la de manteca, pero habría que probar. Saludos.
ana dice
Gracias por tu respuesta.
Sigo tu página y esta muy bien, me encantan tus recetas.
Saludos.
Miriam Garcia dice
Muchas gracias!
silvia dice
Hola MIriam, no sé si obtendré respuesta ya que veo que esta receta tiene ya tiempo, pero por si acaso…, la hice siguiendo los primeros pasos al pie de la letra, pero lo que tenía en casa era manteca de cerdo ibérico (craso error?); la masa no es que se desmigase, es que no había manera de formar un mantecado ni siquiera con las manos, con lo cual tuve que añadir casi el doble de manteca, y aún así los tuve que hacer a mano, con el rodillo no hubo forma…, y con gran dolor por mis avellanas acabó todo en la basura, incomible por el sabor, textura etc etc etc, menos mal que acostumbro a hacer las recetas la primera vez con la mitad de ingredientes; me podrías decir por favor en qué puntos la he fastidiado tan grandiosamente?, y de nuevo por si hay respuesta… gracias anticipadas.
Miriam Garcia dice
Mmm, el haber usado manteca de cerdo no debería ser problema, de hecho el sabor sería mejor seguro. No es posible que te equivocases en alguna cantidad? La de avellana o la de harina? Es que no se me ocurre qué pueda ser, porque que se te desmigue algo es normal, pero sí debe poder estirase con el rodillo. Chica, no sé decirte, sin poder tocar la masa no me imagino qué puede haberte pasado, lo siento.
silvia dice
Ante todo muchísimas gracias por la respuesta; en cuanto a las cantidades estaba todo bien, para eso soy muy minuciosa, no sé si el tipo de harina, demantedca etc, pero en fin, no sé que pudo ser, así pues seguiré intentando y ya te contaré, merci…
Sua dice
Hola, ¿funcionaría también con almendras? ¿Recomendarías crudas o tostadas? Muchas gracias
Miriam Garcia dice
Sí, seguro. Normalmente los mantecados se hacen con fruto seco tostado porque se potencia el sabor. Saludos.
Milagros dice
Hola Miriam. Ya que tengo controlados los roscos de vino voy por la de los mantecados. Sólo quería preguntarte si no es necesario tostar la harina en esta receta? Muchas gracias?
Miriam Garcia dice
No, para los mantecados no es necesario.