Esta vez me ha salido la vena británica. Mi lado anglófilo (y oscuro, claro está) me hizo comprar hace poco un recetario familiar del escritor británico de ascendencia noruega Roald Dahl. Para quien no lo sepa, Roald Dahl es el autor de los libros en los que se basan las películas Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda, James y el melocotón gigante, y otras cuantas obras muy conocidas. Encontré la recomendación del libro en cuestión, que no conocía, en este blog (gracias por descubrírmelo). Lamentablemente, no está traducido al español (¿algún editor en la sala? Yo bordaría esa traducción…). Abreviando, leyendo el libro me topé con una sorprendente receta de sorbete de pétalos de rosa y ¡oh, serendipia! la casualidad ha querido que los rosales de mi jardín estén en plena floración, de modo que me puse manos a la obra.
El libro está preciosamente editado, con estupendas fotos del señor Dahl y su familia en el típico cottage inglés donde vivió la mayor parte de su vida. Qué envidia, claramente malsana, me ha dado siempre eso de los escritores ingleses en su cottage inglés, con su idílica vida inglesa… dedicados a escribir libros ingleses en una casita monísima, rodeados de una vegetación exhuberante, comiendo sopa de tomate y pastel de riñones, y empapándose en jerez… Además en las fotos nunca aparece la sempiterna lluvia inglesa… En fin, estas son las secuelas de leer demasiadas novelas de Agatha Christie cuando era joven y demasiados libros de Enid Blyton cuando era niña. Para que luego digan que la lectura es buena.
Sorbete de pétalos de rosa
Para unas 6 raciones
- 4 buenos puñados de pétalos de rosa (al menos la mitad de ellos tienen que ser de rosas rojas o rosadas para que el sorbete tenga el color adecuado)
- 570 ml de agua
- 230 g de azúcar
- El zumo y la ralladura de un limón
- 2 cucharaditas de glicerina
- Se recogen unas cuantas rosas que no hayan sido tratadas con insecticida ni porquerías similares, como las mías (en honor a la verdad, no les hacemos ni caso hasta que florecen). Se deshojan y se examinan un poco para quitar posibles bichitos.
- Se pone el agua en un cazo. Se añade el azúcar y se lleva todo a ebullición. Se hierve unos cinco minutos, lo justo para que se concentre un poquitín el jarabe.
- Se aparta del fuego y se añaden los pétalos de rosa. Se aplastan un poquito con una cuchara de palo (realmente, la cocción del jarabe y el añadido de los pétalos también se podría hacer en la Thermomix). Los pétalos pierden bastante el color en esta operación. Por contra, el líquido se pone de color té clarito. Se tapa el cazo y se deja reposar toda una noche en un sitio fresco (el frigo si es verano).
- Al día siguiente, se pasa la mezcla por una gasa puesta sobre un colador (yo pesqué una tijereta… sorbete a la tijereta). Se tiran los restos de pétalos.
- Lo más divertido de esta receta es que de un líquido de color poco atractivo se obtiene un sorbete de color rosa bastante subidito. Y la transformación se opera en este momento: se añade el limón y la ralladura al jarabe de rosa… ¡et voilá! El color cambia. Os lo aseguro. Soy química y no tengo ni idea de por qué… qué pena de dinero gastado en la universidad. Imagino que será por el ácido del limón. He visto en la red que ocurre lo mismo con el jarabe de violetas… hum.
- Se añade la glicerina. Supongo que su objeto es contribuir a evitar la formación de grandes cristales de hielo, pero en la receta no explican para qué la añaden. Será un secreto de familia…
- Se mezcla bien y se pone en un recipiente que se mete al congelador si no tenéis heladera. Se saca cada hora y se bate para que no se convierta en un único bloque de hielo, hasta que esté bien helado. Yo rellené con el jarabe bolsas de plástico para hacer cubitos de hielo. Luego trituré los cubitos de rosas en la Thermomix. Una vez bien hecho el sorbete, se sirve en las copas más bonitas que tengáis, porque el color es maravilloso…
Si las rosas tienen sabor, es este sin duda. Su aroma queda destilado en el sorbete. El sabor es curioso, porque es difícil identificar a qué corresponde si ignoras que es de rosas. Pero en cuanto te dicen el ingrediente clave, asientes: ¡cierto, sabe a rosas! (Y tijeretas… pero ese es mi ingrediente secreto, jaja).
Y como este post es doble, voy a hacer un pequeño resumen de mi experiencia en mi primer Tapas & Blogs… ¿que si me han quedado ganas de repetir? Rotundamente sí.
Diré que para mí lo mejor fue encontrarme entre gente igual o más friqui que yo, todos con nuestras cámaras haciendo fotos a la comida, hablando de comida, discutiendo de comida, farfullando sobre comida (esto después del vino…). Fue un placer conocer a los promotores de estos encuentros, Dani y Alfonso, que son la caña. La cena, en el restaurante Coque de Mario Sandoval, fue una experiencia sorprendente para mí, que desde que vivo retirada en el campo, cual eremita (pero sin barba), apenas salgo de restaurantes. Bueno, corrijo lo dicho, como tengo niños, visito asquerosos sitios de comida rápida. Pero no desespero de que mis hijos aprecien otro tipo de cosas algún día. Pues bien, volviendo al tema que nos ocupa, el señor Sandoval me hizo descubrir que soy una persona de tipo cochinillo… quiero decir con esto (¿qué estabáis pensando, desagradables?) que yo pensaba hasta ahora que el cochinillo no me emocionaba, pero obviamente no había probado el cochinillo preparado por Mario… ¡Exquisito! ¡Im-pre-sio-nan-te!
Ah, y aunque no gané el concurso de fotografía patrocinado por Canon, no tuve fuerzas para odiar a los ganadores como había prometido, porque se merecían ganar de largo, qué puñeta. Y recordaré esta ocasión también, con lagrimones en los ojos, porque es de las pocas veces en mi vida que me han regalado algo sin esperarlo: una guía Repsol. Toma ya. Y de este mismo año. Ni atrasada, ni nada. Cáspita. Caracoles. Caramba.
¿Te ha gustado esta entrada? Comparte con los botoncitos o suscríbete para recibir mis recetas recién hechas por correo o por RSS.
Pilar - Lechuza dice
Pues estoy segura de que la tijereta le dió un toque especial a tu sorbete. El aspecto es sensacional y estoy segura de que está buenísimo. Yo tengo un pequeñito rosal en mi terraza que está precioso, no sé si atreverme…
un biquiño
Akane dice
Oh! Ese libro va a mi wishlist pero ya! Me gusta mucho Roal Dahl y por lo que describes tiene pinta de ser de esos libros que me enamoran…
El sorbete tiene un color precioso, qué potente! Aunque no he probado aún nada con aroma a rosas (o sí? Quizá algún dulce árabe…). Creo que es de esos sabores que o te encantan o los odias. Al menos tengo una amiga que probando un batido con aroma de rosas en una tetería árabe, dijo que le sabía a colonia y se lo dejó entero.
Dejad de darme envidia con las crónicas del Tapas&Blogs, hombre! 😛
Un abrazo
Kako dice
Una maravilla es la fotografía que nos regalas. Un sorbet muy delicado, tengo una receta en carpeta con rosas tambien pero no lleva glicerina, donde consigo esto?, como se pide?.
Te felicito.
Un beso.
PILAR dice
Ya me estaba viendo yo en un cottage inglés, jaja, bebiendo cerveza de gengibre que es lo que bebían los niños de las novelas de Enid Blyton, de la cual era una verdadera fan, ais que tiempos…! Aunque tengo rosales no podré utilizarlos para esta estupenda receta porque los pobres se llenan de pulgón y hay que tratarlos, así que me comformáré con admirarla e imaginarmela.
Besos!
El futuro bloguero dice
Que bueno el sorbete. Y qué pena no haber tenido más tiempo en la VI tapas y blogs y haber podido charlar más tiempo.
Un abrazo
(Has descrito perfectametne el sentimiento con lo del concurso de fotos, yo también me quedé con las ganas, pero los premiados eran grandísimos fotógrafos)
Paco, el Futuro Bloguero
Carlos Dube dice
Curioso lo que cuentas sobre cómo hacer este sorbete de pétalos de rosa, y bueno… los chascarrillos tuyos habituales que hay en medio de la redacción, no sé si nunca te lo habré dicho, pero tu forma de contar las cosas es super divertida (estarás aburrida de oírlo).
Yo tampoco te puedo decir por qué cambia de color con el ácido del limón, Dios me libre de descubrírselo a una química jejejeje, pero la verdad es que es curioso el color tan impresionante que toma.
Ahi va una para físicos/químicos.
Y por último, la verdad es que el sabor del sorbete tuvo que estar de miedo. Nunca lo hemos hecho en casa y mira que mi hermano tiene rosas para aburrir, además de las más aromáticas del mundo (es su pasión).
La cena de Coque supongo que estuvo de miedo, ya he visto otras opiniones, siento no haber podido ir.
Un saludo.
Elvira dice
Menuda cosa has ido a hacer!! En cuanto acabe de escribir el comentario me voy a poner rauda y veloz como el viento a buscar semejante libro!!!!! Curioso lo de las fotos de los cottage sin lluvia, yo he vivido en uno y te digo que lluvia siiiiiii hay y no se acababa nunnnnncaaaaa!!! Una receta exquisita y unas fotos preciosas, y en cuanto a las tapas, que no entiendo que no ganaras, que quieres que te diga, me encantan tus fotos, te lo he dicho no?????? Besos
Clemenvilla dice
Tengo que encontrar una tijetera como sea, si no el sorbete no me quedará igual de bien que a ti!!!!!!!
Qué bonito y delicado me parece este sorbete, claro que con esas rosas que no tienen vergüenza que florecen con unos dueños tan poco cuidadosos.
Voy a ver cómo son esas fotos ganadoras porque si tú dices que lo merecían deben ser de quedarse con la boca abierta.
Un besito
Marcela dice
Encantador este sorbete, si hasta me he imaginado en el cottage disfrutanto el verano. Pero no puedo imaginarlo sin lluvia. 😀
También te estaba por preguntar el porqué de la glicerina. Sabía del uso de glucosa para evitar la formación de cristales, pero no de la glicerina. Y tengo un batallón de frasquitos en la despensa. Lástima que las rosas ahora están en su reposo invernal.
Un beso,
Marcela
Gabriela, clavo y canela dice
Que belleza!!! que color e imagino que sabor suave tendrá!. Parece que nos pusimos de acuerdo con las flores, jaja..
besitos
Gaby
Ivana · My Little Things dice
vaya sorbete y que me has hecho reir con lo de la guía repsol! ja! ja!
besitos
Núria dice
Cáspita!!! sorbete de pétalos de Rosa…..je je…original lo es y seguro que debe ser rico rico.
Mi recuerdo de comer cochinillo es malísima, en casa de unos amigos y en menos de 1 hora estaba en la mesa…crudo….aaajjjj ojalá un día pueda probar el de Mario….porque de momento me niego….
las fotos preciosas.
besos
fresaypimienta dice
Que delicia de sorbete, y que aromático! me encanta!!! un beso
Frabisa dice
Me encanta por lo original, el color es realmente fabuloso.
Seguro que está buenísimo.
Enhorabuena!
un besito
anta dice
¡Vaya lista de improperios al final de la entrada!
A ver: el sorbete impresionante, y otra vez me voy a quedar con las ganas, porque por no tener, no tengo ni terraza para plantar un humilde perejil, así que rosas menos.
Me lo puedo imaginar, pero no creo que vaya a ir a una floristería para pedir "cuarto y mitad de rosas por favor, que son para sorbete". Definitivamente no.
Las fotos son preciosas, casi como para ponerlas de fondo de escritorio primaveral.
Y como curiosidad ¿dónde compra un no químico la glicerina?
¡Ah! Mi hija mayor que tiene aspiraciones científicas, estuvo hace poco experimentando con el color del caldo de cocer una lombarda. Mezclado con bicarbonato, vinagre, café y muchas otras cosas hace unos colores preciosos.
Besos y gracias por sorprender siempre.
Esperanza.
Mercè dice
Oh, de pequeña me leí todos los libros de Roald Dahl!! Me encantaban!! Y no conocía su libro de recetas!! Ese sorbete es una exquisitez!! Y las fotos geniales!
Besos!
Nélida dice
Cada vez que veo una receta que lleva rosas entro en trance. Es que me encantaría, pero en mis maceteros no soy capaz de que haya vida, de modo que me aguanto.
Tu sorbete me parece un lujo asiático al alcance de unos pocos. Disfrútalo.
besos
Marina dice
Por qué a mi nunca me tocan esas cosas????
Erika dice
Me encanta todo lo que ví de Roal Dahl para que te des una idea creo que Matilda ya la vimos unas ocho veces o más. La fábrica de chocolate me quedo con el libro de acá a la luna , la peli me decepcionó , aunque suele suceder eso. Me encantaría conocer este de recetas no sabía que existía.
Lamento que no hayas ganado el concurso de fotografía porque tus fotos realmente merecen un premio. Ya te lo dije anteriormente, me parecen fantásticas.
Por lo del sorbete, esta vez paso. No me gustan las flores en la comida, soy un poco quisquillosa. Pero si no me decías nada y me lo dabas de probar seguro que me gustaba,…como a los niños no?
Cariños
Maduixa dice
Dios mio! Miriam, a qué sabe el sorbete de pétalos de rosa?? …qué maravilla!. Creo que lo probaré, me ha parecido delicadísimo.
A mí también me gusta mucho leerte, me he sentido ubicada y por un momento he visto a Miss Marple. 🙂
un beso, guapa
Mónica dice
Este postre es fantástico, absolutamente ingés y muy muy romántico.
MªJose-Dit i Fet dice
Me apasiona Dahl!!! el primer libro "de mayor" que compre a mi hija fue el de Matilda y nos hemos pasado muchas noches leyendolo en voz alta antes de irse a dormir…no sabia que tuviera un libro de recetas pero si todas son como esta que has preparado se trata sin duda de un libro espectacular!!! felicidades por la entrada, las fotos, las explicaciones…tienes un gusto exquisito!!! un besito
La cuina vermella dice
Solo tu sabes convertir un helado en una tentación de lujo. Un beso, preciosa!
Carmen dice
Hola: Me llama la atención el uso de glicerina.
¿Es comestible la glicerina?
Los postres con flores y las flores es sí son mis fascinación.
Gracias por la receta.
Saludos desde México.
Marina dice
Hey, ahora si que me leí el post entero. Jos, no sabía que mi ídolo Roald Dahl tenía libros de cocina, creo que en cuanto vuelva a santiago pondré en práctica esta receta. Bueno, a ver si cuando vaya por allí todavía te queda un poco y lo pruebo.
besiños
TROTAMUNDOS dice
Hola Miriann, pero que lujo de receta por favor, me encanta este sorbete, delicado, tremendamente atractivo y con un sabor tan original .. y además con tus propios rosales¡¡, las fotos son tentadoras …,
Por cierto los encuentros con gente afín es una maravilla, conocer a gente con la que tienes tantas cosas en común, (bueno a veces no muchas , ajja), pero la experiencia es muy enriquecedora.
Besotes guapa.
Laube dice
No conocía tu blog y a través de Whole Kitchen he llegado a él. Me parece delicioso… Unas fotografías divinas!
Un besote
Blo dice
Hola. Preciosas fotografías, de verdad.
Yo tampoco conocía la glicerina como comestible, pero cada día se aprenden cosas nuevas ¿verdad?.
El sorbete se ve fresquísimo y de un color maravilloso (que me encanta el rosa).
Miriam dice
Sra. Lechuza: atrévete!
Sra. Akane: Pues no es empalagoso el sabor, porque ya digo que si no te dijeran a qué sabe, quiza´no lo adivinaras.
Sra. Kako: la glicerina aquí se puede comprar en las farmacias. Se utiliza en productos de belleza.
Sra. Pilar: diosss, la cerveza de jengibre, es cierto! Jaja.
Sr. Bloguero: un abrazo!
Sr. Carlos: saluditos! Y no me he olvidado de tu masa madre! Es que, aunque no lo creas, no he tenido tiempo de acercarme a Correos…
Sra. Elvira: bueno, las fotos turísticas de los fiordos noruegos también muestran gente al sol en pantalón corto… ciencia ficción!
Sra. Clemenvilla: jiji, pobre tijereta…
Sra. Marcela: besos!
Sra. Ivana: ays, qué malas que somos, diosssss
Sra. Gabi: gracias!
Sra. Nuria: qué asco! Cochinillo crudo!
Sra. FyP: gracias!
Sra. Frabisa: llamativo sí que es…
Sra. Anta: la glicerina la tienen en farmacias, pero tampoco creo que sea imprescindible. Qué bueno lo del líquido de la lombarda…
Sra. Mercé: gracias!!!!
Sra. Nélida: uf, las mías sobreviven a duras penas, son muy sufridas…
Sra. Marina: porque siempre estás de pingo.
Sra. Erika: oh, a mí me encanta Matilda. Besos!
Sra. Maduixa: ays, es verdad… esa alma británica que tenemos… suspiros.
Sra. Mónica: parece un postre para la Barbie, jaja.
Sra. Mª Jose´: gracias, tómate algo!
Sres. Cuiners: gracias!
Sra. Carmen: la glicerina es comestible, sí. Wilton la vende para uso culinario y la que venden en farmacias puede llevar alguna impureza, pero yo no me he muerto.
Sra. Marina: aún queda!
Sra. Trota: un beso!
Sra. Laube: pasa y ponte cómoda!
Sra. Blo: oh, entonces te encantará el sorbete, jaja.
Caminarsingluten dice
¡Estupendo helado!
Sí, estupendo helado para sin gluten, para recordar una maravillosa noche como la que vivimos en el VI Encuentro de Tapas&Blosgs.
Saludos,
Ana y Víctor.
Margarida dice
¡VIVA EL COLOR ROSA!
…y todo lo demás 😉
Raquel Carmona dice
Ese color me tiene enamorada. Un sorbete de tus propias rosas, eso es lo má de lo más y ese sabor habrá que probarlo. Y por favor un editor que te contrate para esa traducción que sería buenísimo que muchos libros fueran traducidos. Besotes
Miriam Garcia dice
Eso, eso, Raquel!! Sres. editores, escúchenla! XD
El Oso con Botas dice
Este sorbete hay que probarlo. La misma reacción del cambio de color lo tiene el jengibre fresco y escaldado que preparán los japoneses «Shoga amazu-zuke» -curiosamente al echárselo a las finas láminas aún templadas se va tornando de color rosa (bueno, el que se vende es puro tinte artificial jejeje)-, ellos dicen que es por moléculas pigmentadas y flavonoides que tienen la raíz…»ve tú a saber» 😉
Miriam Garcia dice
Sí, ahora sé que puede deberse a las antocianinas, por ejemplo, el sorprendente color rojo que adquiere el membrillo al cocerse procede de las proantocianidinas incoloras que contiene el membrillo crudo. Al calentarse en presencia de aire y ácido se transforman en antocianinas, los mismos pigmentos vegetales que dan color a berenjenas, frutas rojas, etc. Está claro que en el caso del jarabe de rosas deben aparecer antocianinas por la adición del limón. Seguro que con el jengibre pasa algo parecido, porque yo he hecho jengibre confitado y sí que coge un color similar al de la carne de membrillo.