¿Qué es la composición de una fotografía? Pues la disposición de los objetos dentro del encuadre.
Muchos dicen que la única regla de la fotografía es que no hay reglas. De acuerdo, pero cuando uno empieza siempre viene bien un asidero al que agarrarse, así que es muy conveniente (y gratis) conocer un puñado de reglas para colocar los objetos dentro de la escena y que nuestras fotos no den penica. Ahí van unos apuntes básicos:
La regla de los tercios
¿Habéis oído este término alguna vez? Es la regla más sencilla, la que funciona en casi todas las ocasiones. Se basa en que cuando miramos una imagen nuestra vista se ve atraída, de forma natural, hacia la zona de los tercios de la altura y de la anchura de la imagen. Somos así de raros. Por ello, las imágenes en las que el sujeto principal está situado en esas zonas nos resultan agradables y equilibradas. Si colocamos nuestros objetos a 1/3 (0,33) o 2/3 (0,67) del alto o del ancho, lo más probable es que la imagen resulte agradable a la vista. En la foto de la derecha se marcan las líneas de la regla de los tercios en color blanco.
La proporción áurea
Hay ciertos puntos de una imagen que atraen nuestra atención de forma automática porque guardan cierta proporción. Leonardo da Vinci estudió este principio que rige nuestras nociones de belleza y armonía, y lo llamó la proporción áurea. La regla de los tercios es una simplificación de la proporción áurea, que se encuentra en toda la naturaleza, y que rige cosas como el número de pétalos de las flores. Según la proporción áurea, la escena no se partiría en tercios exactos, no a 0,67 (2/3) del ancho o el alto, sino a 0,62; y no a 0,33 (1/3) del ancho o el alto, sino a 0,38. Las líneas correspondientes a la proporción áurea, que son las de color rosa en la foto, se desplazarían un poco hacia el centro. Si colocamos objetos en las intersecciones de las líneas, la imagen será agradable y equilibrada (si os gustan las matemáticas, os recomiendo este artículo sobre la fascinante proporción áurea, la serie de Fibonacci y otras honduras).
Composición en diagonal
Las imágenes con objetos o alineaciones de objetos o líneas que cruzan la escena le dicen al ojo el camino que debe seguir, dándole movimiento a la imagen. A nuestro cerebro eso le gusta. Es que nuestro cerebro es muy suyo. Oyes.
Con estas tres reglas (que realmente son dos) es suficiente para empezar a componer imágenes, en el caso de la fotografía culinaria, de objetos estáticos y que nadie se nos asuste cuando las vea. Me diréis que estáis hartos de ver fotos que se saltan estas reglas. Correcto, como dije al principio: la única regla de la fotografía es que no hay reglas. Y lo fundamental es practicar.