Bonito en lata… qué bonito tu nombre suena… ejem. A quién no le gusta el bonito en aceite o en escabeche… en ensaladilla rusa, en ensalada, en huevos rellenos, en pinchito rezumando aceite sobre el pan… ays, que me pierdo. Raros del mundo a los que no les gusta el bonito en conserva, no hace falta que sigáis leyendo este post, porque va de cómo hacer bonito en conserva. Debo la idea y la receta al blog Milcolores, aunque hice un mix con las recomendaciones del blog Mercado Calabajío. Con lo que me gustan a mí los mixes… te lees 12 recetas de lo mismo, haces la media, recortas de aquí, añades de allá, le metes la sisa, pones un pizco de sal y a ver lo que sale. A veces sale un Frankenstein, pero otras veces el triunfo es absoluto, como en este caso.
Ay, el bonito. Me unen lazos indisolubles con el bonito. Recuerdo una feria del bonito del norte que pasamos en Burela, provincia de Lugo, hace unos años. Por un precio irrisorio te daban un elegantísimo plato de plástico con empanada de bonito, dos o tres tarugos de pan gallego y dos o tres tarugos del tamaño de mi puño de bonito de Burela en escabeche… ah, y un vaso de Valdepeñas. El bonito era tan recio que te succionaba todos los jugos vitales, pero la empanada… la puesta de sol… el ambiente… el vinillo cayendo por las comisuras de los labios… nunca olvidaré a ese bonito… me caen lagrimones gordos como puños cuando pienso en él… te quiero, bonito.
Y por cierto, ahora tengo un poquito más claro cuáles son las distintas especies «túnidas» que consumimos, gracias a esta web.
Al grano. No sé si merece la pena que ponga la receta, porque está todo muy bien explicadito en los dos blogs citados. Y para qué va uno a malgastar tinta o saliva o energía en darle a la tecla si lo que quiere decir ya lo ha dicho alguien mejor antes. Solamente haré un resumencillo de lo que yo hice.
Receta de bonito en aceite
- Se compra un buen bonito del norte en temporada y un día que esté barato; pasa alguna vez que otra. Se pide en ruedas de mediano grosor o cualquier tamaño que permita meterlo en una olla con mediana facilidad. En mi caso compré kilo y medio en ruedas de un buen dedo de gordas.
- Se tapiza el fondo de un perolo con hojas de laurel, sin miedo. Yo lo hice en una cocotte esmaltada.
- Se acuesta el bonito encima y se cubre de agua; es necesario medir el agua que se añade, para poner la proporción correcta de sal, importante. Según un útil comentario en el blog Milcolores, la cantidad es entre 85-95 g de sal por litro de agua. Yo usé esta proporción y me salió bien de sal, para mí gusto, eso sí.
- Se cubre con más hojas de laurel a tutiplén. No temáis, el sabor del laurel no se nota excesivamente en el resultado final.
- Se cuece unos 20-30 minutos. Al cabo de este tiempo se apaga el fuego y se deja templar.
- Cuando ya se puede tocar el bonito, se saca y se limpia de pieles y espinas.
- Mientras tanto se habrán esterilizado los tarros elegidos en agua hirviendo, una media hora. Se ponen a escurrir boca abajo en un paño, sin secarlos.
- En Mercado Calabajío recomiendan envolverlo en papel aluminio y dejarlo endurecerse toda la noche en el frigo. A mí me dió el ataque de impaciencia y preferí envasar el bonito ipso facto. Se van cortando bonitos pedazos rectangulares, tan bien como se pueda o se deje el bonito, y se meten en los tarros aprovechando el espacio al máximo.
- Se llenan hasta arriba de buen aceite de oliva virgen. Yo uso aceite Almagral, que como se aprecia en la foto, tiene un color subidito.
- Una vez bien llenos y cerraditos, se esterilizan al baño maría durante media hora en la misma agua usada anteriormente (reciclaje ante todo, hombre), sin que el nivel llegue a las tapas.
- Después se dejan enfriar y se conservan en el frigo, por si acaso. No debería ser necesario si los botes se cierran bien y si la esterilización se hace correctamente, pero es que los míos al sacarlos de la olla rezumaron aceite y me entró el yuyu.
Y a disfrutar de un delicioso bonito embotado casero sin conservantes ni colorantes, solamente con todos los metales pesados y sustancias químicas que tragan los pobres bonitos en el mar… snif… es que tengo el día negativo.
Si os interesan otra recetas con bonito del blog:
epa! dice
Jeje, lo que me he divertido leyendo este post 🙂
Es estupendo, siempre me he preguntado cómo se preparaban las conservas de bonito y no deja una de sorprenderse con lo fáciles que son las cosas que desconocemos, a veces… aunque una cosa es hacerlo, y otra hacerlo bien; seguro que el que has preparado es estupendo.
B*
Miriam dice
Sra. Epa, pues eso pensaba yo también, que era una cosa difícil, hasta que me topé con la receta por casualidad y me animé. El resultado compensa.
laollasuiza dice
estoy impresionada, pensaba tambien que era muy dificil! muchas gracias por la receta.
Miriam dice
Sra. Laollasuiza: pues justo lo que pensaba yo, pero ya le he perdido el miedo a una cosa más, solo me falta saltar en paracaídas… 😉
IDania dice
Miriam,
Dónde estaba metido este blog que yo no lo conocía??? Gracias al HEMC me topé con tu receta y este blog tan fantástico.
Me ha encantado tu receta. Yo pensaba que era difícil de preparar el bonito en conserva, y con lo mucho que nos gusta en casa…
Me he reído muchísimo con tu entrada….
Gracias por compartir,
Un beso,
IDania
http://elaromadeidania.blogspot.com/
Miriam dice
Sra. Idania: muchas gracias por sus amables palabras de usted… pues sí, yo ya voy por la tercera tanda de bonito en aceite este verano y me alegro de compartir risas contigo… 🙂
synnove dice
¡Me encantó la receta! y la idea, por supuesto. Ahora tengo que apuntármela y hacerla, que me parece muy útil y mas sano que las latas compradas.
Un saludo,
Miriam dice
Sra. Synnove: me alegro de que te guste, yo hace poco me compré un bonito de 3 kg e hice otra tanda… riquísima la ventresca!
Carlos Dube dice
Pues…. no habíamos leído este artículo, y oye, vemos que te quedaron de cine. Nos alegra que te haya gustado la técnica de la tiuca. Un saludo.
Maduixa dice
Miriam! pues te ha quedado fantástico y no me extraña que lloraras al rebañar el último bote 🙂
A mí ya has visto que me traen el bicho enterito y no me queda otra que hacer un montón de botes. Por eso solemos tener bonito para un par de años bien buenos.
Si alguna vez pruebas de hacer la conserva en su jugo, como comento en mi entrada, dímelo, me encantará saber tu opinión.
un abrazo 🙂