Si asas los pimientos en casa, ponlos en una bandeja de horno y ásalos a 180 ºC (con aire) / 200 ºC (sin aire) unos 30-40 minutos, hasta que estén manifiestamente tostados por fuera.
Sácalos a una cazuela o táper, tápalos y deja que se enfríen del todo; este sudado ayuda a que la piel se desprenda.
Cuando estén fríos, límpialos de pepitas interiores y de pieles, y trocéalos. Mantenlos sumergidos en el caldito que han soltado.
Pela y corta una cebolla en cascos. Cubre con aceite de oliva el fondo de una sartén amplia o cazuela y fríe la cebolla a fuego medio, hasta que empiece a dorarse un poco; no hace falta que quede transparente, al revés.
Agrega entonces los dientes de ajo pelados y laminados, y dales unas vueltas hasta que cambien de color.
Incorpora los pimientos escurridos de su jugo, mezcla y saltea por lo menos 10 minutos a fuego alto hasta eliminar el líquido que siguen soltando los pimientos, momento en que el conjunto empieza a tostarse y a pegarse un poco a la sartén.
Cuando todo esté algo tostadito, baja el fuego y desglasa el tostado de la sartén con un chorretón de vinagre a tu gusto, rascando con una espátula si es necesario.
Sazona con los clavos de olor, tapa el recipiente y confita a fuego mínimo hasta que esté todo muy reducido, por lo menos 30 minutos.
Cuando el conjunto esté a tu gusto, retira del fuego y sala. Listo.
Recipe by Recetas caseras con fotos paso a paso de Miriam García at https://invitadoinvierno.com/pimiento-confitados-cebolla/