Asa en el horno o en freidora de aire a 180 ºC los tomates y los dientes de ajo sin pelar, hasta que estén cocinados (ve vigilando, los ajos se asan antes). Deja templar y pélalos.
Remoja en agua la guindilla seca para que se ablande un poco. Retira el pedúnculo.
Tuesta el pan y remójalo en vinagre.
Tritura las almendras y las avellanas en una batidora potente y agrega la carne de ñora, el tomate, la guindilla, los ajos, el pimentón y el pan. Tritura hasta obtener una pasta.
Sazona con sal al gusto y emulsiona, sin dejar de batir, con por lo menos 100 ml de aceite de oliva. Esto depende del gusto y del espesor, que tendrá que ver con lo acuoso de los tomates.
Conserva la salsa refrigerada en un tarro hermético.